“¿LeBron James? Marcelinho Huertas tiene casi 42 años”
El base brasileño de La Laguna Tenerife se convierte este jueves en el jugador más veterano en la historia de la Copa
El secreto de la eterna juventud de Marcelinho Huertas se esconde en la tierra. Frutas, semillas, verduras y legumbres. Nada de carne, ni leche ni lácteos. En su nevera no hay productos de origen animal. Así ha afilado el base brasileño de La Laguna Tenerife un físico privilegiado que le mantiene en la élite sin importar lo que dice el carné de identidad. Una pasión intacta por el baloncesto y una disciplina de hierro para cumplir con los exigentes cuidados a su edad le conviert...
El secreto de la eterna juventud de Marcelinho Huertas se esconde en la tierra. Frutas, semillas, verduras y legumbres. Nada de carne, ni leche ni lácteos. En su nevera no hay productos de origen animal. Así ha afilado el base brasileño de La Laguna Tenerife un físico privilegiado que le mantiene en la élite sin importar lo que dice el carné de identidad. Una pasión intacta por el baloncesto y una disciplina de hierro para cumplir con los exigentes cuidados a su edad le convierten en el hombre récord de la Copa. Cuando este jueves (21.30, Movistar) salte a la pista frente al Barcelona, Marce se convertirá en el jugador más veterano de la historia en participar en el torneo. Con 41 años, ocho meses y 16 días, dejará atrás el registro de Darryl Middelton, que se alistó en 2008 con el Akasvayu Girona con 41 años, 6 meses y 15 días, y rebajará un escalón las marcas de Joan Creus (41 años y 69 días con el TDK Manresa en 1998) y Felipe Reyes (40 años y 335 días con el Madrid en 2021).
“No hay un ingrediente mágico, sino que es todo. En primer lugar, tener el deseo de jugar al baloncesto, que es lo que he soñado toda mi vida, desde niño, y que sigo disfrutando. Ahí empieza todo. Luego me cuido, cómo entreno, cómo descanso, practico mindfulness… todo eso influye muchísimo, pero si no viene de dentro, nada sería posible”, explica el base de 1,91m, nacido en São Paulo el 25 de mayo de 1983 y padre de tres hijos.
Solo hace falta rebobinar al último partido de Marcelinho para enterrar cualquier duda sobre su vigencia. El pasado sábado sumó 28 puntos y siete asistencias en la visita del Tenerife al UCAM Murcia (77-78). Y con un lazo a su actuación: superó los 15.000 minutos en pista en una trayectoria en la ACB que marcha por la 18ª temporada y que incluye paradas en Joventut, Bilbao, Baskonia, Barcelona y desde 2019 en la isla de su rejuvenecer. El chico que debutó en la competición el 2 de octubre de 2004 con la Penya en Lleida se codea con las leyendas. Con 679 partidos ligueros, está a punto de atrapar a Juan Carlos Navarro (689) en el quinto peldaño histórico. Y es el señor de las asistencias, el único que ha rebasado la barrera de los 3.000 pases (3.093 por los 2.896 de Pablo Laso). También, claro, manda en este listado en la Copa: 160 por las 116 de Sergio Llull.
El mundo de la canasta se rinde al eterno Marce. “Me quedo sin palabras”, resume el barcelonista Satoransky, hoy su rival en los cuartos; “fue mi compañero en mi primer año en el Barcelona y me enseñó muchísimo de su juego. Mucha gente habla de LeBron, que está jugando con 40 años. Marce está a punto de cumplir 42 y su juego sigue igual o mejor”. Huertas es 23 años mayor que el más joven en esta Copa, Mario Saint-Supery, de 18. Cuando el base del Manresa, cedido por el Unicaja, nació en abril de 2006, Huertas ya echaba kilómetros en el Joventut. Y en ese larguísimo camino ha tenido tiempo incluso de jugar 76 partidos en la NBA con los Lakers, entre 2015 y 2017, y asistir a la retirada de Kobe Bryant.
El Tenerife, el equipo más veterano de esta cita copera (32,7 años de media), renovó el pasado verano a Huertas por dos cursos más, hasta 2026, una vinculación extraordinaria para alguien de su edad. Si cumple el contrato, el brasileño se plantará con 43 años y un mes, cerca de la frontera de ser el jugador más veterano en la historia de la ACB, récord que posee Darryl Middelton, que colgó los tirantes con 44 años y nueve meses. En cualquier caso ya tiene asiento en el club de otros maratonianos como Albert Oliver, Mike Higgins, Andre Turner y Joan Creus. Puede que entonces, cuando aparezca la retirada, Huertas mire al banquillo para comenzar una nueva etapa. “Claro que lo veo como entrenador, es un ordenador en la cancha”, le elogia su técnico en el equipo tinerfeño, Txus Vidorreta. Aprendizaje le sobra.
“Hay que saborear cada minuto”, dice Marcelinho; “llevo no sé cuántas Copas y solo he tenido la oportunidad de ganar una [en 2013 con el Barcelona]. Sé lo difícil que es. Pero aquí estoy, con la misma ilusión de siempre”.