El Olympiacos descompone al Barcelona
El equipo griego se impone por 34 puntos (92-58) y fuerza el quinto duelo en el Palau, que dictará sentencia para saber quién alcanza la ‘Final Four’
El Olympiacos se revolvió con fiereza para descarrilar al Barça en el cuarto envite de la serie, para aplastarlo y retorcerlo, para poner las tablas a dos en la serie. Por lo que el billete para la Final Four, la gloria y la victoria, pasa por el Palau, citados los equipos el día 8.
La afición del Olympiacos abucheó con ganas el himno I feel devotion de la Euroliga, protesta enérgica por lo que consideran un arbitraje nefasto y decisivo en el pasado encuentro con ...
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El Olympiacos se revolvió con fiereza para descarrilar al Barça en el cuarto envite de la serie, para aplastarlo y retorcerlo, para poner las tablas a dos en la serie. Por lo que el billete para la Final Four, la gloria y la victoria, pasa por el Palau, citados los equipos el día 8.
La afición del Olympiacos abucheó con ganas el himno I feel devotion de la Euroliga, protesta enérgica por lo que consideran un arbitraje nefasto y decisivo en el pasado encuentro con el Barça, que ganó sobre la bocina y tras una prórroga. Errores que reconoció la organización, aunque no decantaron la balanza. Pero fallos, en cualquier caso, que reverberaron el ánimo y las gargantas de los hinchas del Estadio de la Paz y la Amistad, pabellón que destila pasión y decibelios, amor por el baloncesto y por un Olympiacos que explicó que no entiende de game over.
OLYMPIACOS, 92 - BARCELONA, 58
Olympiacos: Walkup (0), Canaan (11), Peters (4), Papanikolau (9) y Fall (12) –quinteto inicial-; Williams-Goss (11), Larentzakis (4), Mitrou-Long (2), Petrusev (10), Milutinov (8) y McKissic (21).
Barcelona: Rubio (3), Laprovittola (5), Kalinic (2), Parker (10) y Vesely (9) –quinteto inicial–; Da Silva (4), Brizuela (3), Satoransky (6), Willy H. (5), Abrines (3), Nnaji (6) y Jokubaitis (2).
Parciales: 22-23, 32-14, 19-10 y 20-11.
Árbitros: S. Radovic (Cro), S. Pukl (Eslo) y T. Hordov (Cro). Sin eliminaciones.
Estadio de la Paz y Amistad. Unos 12.000 esp.
Al Barcelona no le importó el griterío de inicio. No le inquietó que el talludo Fall le comiera la tostada a Vesely, pues contó cuatro mates de carrerilla, diez de los primeros 14 puntos del Olympiacos. Tampoco le amargó que Canaan volviera a hacer diana desde la periferia tras nueve aguas en los dos envites anteriores. Porque tenía réplica para cada estocada, aupado por un Vesely que sí se encontraba en la botella contraria y por Mr. Chof Laprovittola, siempre mejor versión a mayor compromiso. Argumentos que le dieron el primer cuarto (21-23) pero que se evaporaron de repente, porque este Barça es capaz como pocos pero irregular como ninguno. Resulta que el Olympiacos no estaba por la labor de vencerse antes de tiempo, catapultado por McKissic, Willimas-Goss, Larentzakis y Petrusev, manos con muchísimos puntos, revulsivos descomunales, banquillo de quilates.
Perder no era una opción, caer en casa todavía menos. Eléctricos, en combustión, alimentados por el aliento de su gente, los griegos pusieron a El Pireo en pie, un parcial de 15 puntos a cero, rampa para fulminar al Barça. Los rebotes, las canastas y el baloncesto fueron unidireccionales desde ese momento. 53-37 al entreacto; 71-47 a falta del epílogo.
No se supo recomponer el Barcelona, juguetes rotos ante la fogosidad rival. Ahora Williams-Goss; ahora Peters; ahora cualquiera que no fuera azulgrana. Un festín griego sin remisión, una bacanal con la pelota naranja que adornó Papanikolau, el capitán que empezó la serie en la rebotica y la acabará con la flecha hacia arriba, la mejor de las noticias para el conjunto heleno. Pero el Palau, La Galia, dictará sentencia.
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