El Madrid acelera antes del descanso para ganar al Virtus
El Baskonia se luce en el segundo cuarto y consigue resistir para ganar al Olympiacos
Llegaba el Virtus de Bolonia con la amenaza de Tornike Shengelia y la vitola de ser el equipo más anotador de la Euroliga, y en el primer cuarto del partido en el Wizink frente al Real Madrid, desplegó esas amenazas. Le planteó un cara a cara al conjunto de Chus Mateo. Anotó seis puntos, sin fallos en el tiro, el jugador georgiano, y se mostró eficaz su equipo para acabar el primer parcial con ventaja mínima (25-26).
Pero se puso ser...
Llegaba el Virtus de Bolonia con la amenaza de Tornike Shengelia y la vitola de ser el equipo más anotador de la Euroliga, y en el primer cuarto del partido en el Wizink frente al Real Madrid, desplegó esas amenazas. Le planteó un cara a cara al conjunto de Chus Mateo. Anotó seis puntos, sin fallos en el tiro, el jugador georgiano, y se mostró eficaz su equipo para acabar el primer parcial con ventaja mínima (25-26).
Pero se puso serio el Madrid en el segundo cuarto. Dijo basta ya, secó las fuentes de suministro del Virtus, multiplicó con robos constantes las pérdidas del equipo italiano, que pasó de 2 a 12 en pocos minutos, corrió al contragolpe el Real, con Campazzo al mando, y en un periquete, la diferencia a su favor se disparó. Un espectacular tapón de Tavares a Shengelia certificó la absoluta superioridad madridista antes del descanso al que se llegó con 16 puntos de diferencia (53-37).
Ahí se acabó el partido, o casi, porque reaccionó el Virtus en el tramo final, con el acierto del pistolero Belinelli, y se colocó a once puntos, pero después del bache, regresó el Madrid para ampliar la ventaja al final (100-74).
Un segundo cuarto de fábula le valió al Baskonia para ganar en El Pireo al Olympiacos (74-75). Después de arrastrarse en los primeros diez minutos, donde llegaron a perder por doce puntos (13-2), el equipo de Dusko Ivanovic, empujado por Moneke y la siempre valiosa actuación de Sedekerskis, le dio la vuelta a una tendencia que comenzaba a ser peligrosa para el equipo vitoriano, abducido por el poderío de Fall debajo de la canasta y el acierto de Alec Peters.
Pero el prometedor comienzo del segundo cuarto lo cambió todo. Dos triples consecutivos de Marinkovic se convirtieron en el banderazo de salida vitoriano. Poco a poco, el Baskonia le fue dando la vuelta al partido. Bien en defensa, acertados en ataque, con Moneke como referente moral, el Olympiacos se fue diluyendo hasta completar un parcial desastroso (9-30), que puso al equipo de Ivanovic 15 puntos por delante en el descanso.
El Baskonia llegó a tener 18 puntos de diferencia, pero los griegos reaccionaron gracias a la aparición de Canaan, que encontró la manera de anotar tres triples que metieron en el partido a su equipo. Hasta que Ivanovic no dio con la fórmula para detener al jugador de Misisipi, la distancia se fue acortando. Por tres veces pudo adelantarse el Olympiakos, pero las tres falló. La ventaja se había reducido a un punto y resistió el Baskonia.
Lo hizo hasta el final, aunque a 2,32m para la bocina, los locales consiguieron ponerse por encima (72-71) con un triple de Peters. Faltaban 48 segundos cuando Costello le puso un tapón a Isaiah Canaan y evitó que la ventaja aumentara a tres puntos. Cuando quedaban diez, Miller-Macintyre inició la última jugada de su equipo, y a falta de siete décimas sumó su única canasta del partido para dar la victoria al Baskonia.
Mientras, en Milán, el Valencia rompió su racha casi sobrenatural, y además recibió una paliza (83-52) del Armani, que dominó el partido de principio a fin, sin ninguna concesión. Nada le funcionó a Mumbrú, que vio cómo su equipo iba a remolque desde el inicio, con Mirotic anotando 14 puntos en el primer parcial (23 al final), en una hoja de servicios impoluta, porque además de igualar la anotación valenciana él solito, no falló ni un tiro. Ese inicio resultó letal para el Valencia.
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