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La lluvia, enemiga de los lanzadores de disco en el mundial de Tokio

Los discóbolos han tenido que usar trucos para evitar resbalones en el momento del lanzamiento: usar una zapatilla de lanzamiento en un pie y calzado de calle en otro, ponerse los calcetines encima de las zapatillas...

El lanzamiento de disco ha protagonizado las imágenes más surrealistas del mundial de Tokio, al tener los discóbolos que ingeniárselas con diferentes trucos para no resbalar en el círculo debido a las intensas lluvias que azotaron la capital japonesa en el último día de las pruebas. La competición estuvo a punto de posponerse, pero tras dos horas de parón se reanudó, a expensas de los lanzadores, quienes tuvieron que implementar algunas variaciones para no resbalar en el círculo de lanzamiento (y no todos lo consiguieron).

Por ejemplo, el austríaco Lukas Weibhaidinger, tras ver el estado en el que se encontraba el círculo de lanzamiento, se quitó sus zapatillas reglamentarias y se puso unas de running, para evitar resbalones. Antes de eso decidió probar lanzando con una zapatilla reglamentaria y otra de calle, pero no le fue bien ya que sufrió una aparatosa caída que le pudo dejar sin competir. El cubano Mario Díaz también optó por la estrategia de ponerse una zapatilla de cada tipo (de correr y de lanzar en este caso) y logró el quinto puesto. Por otro lado, el australiano Matt Denny se puso una cinta en su pie de apoyo para lograr más adherencia al suelo al momento de lanzar, cosa que le funcionó relativamente: dejó de resbalarse pero quedó cuarto, a las puertas de la medalla.

Otros optaron por medidas más drásticas, como el alemán Mika Sosna, que lanzó el disco con calcetines por encima de las zapatillas. Quedó penúltimo, por delante de su compatriota Henrik Janssen, que no logró ningún lanzamiento reglamentario debido a las precipitaciones. De hecho, de los 52 intentos que hubieron en la prueba, el 50% de ellos fueron nulos, algo nunca visto.

Al final la competición se la llevo el sueco Stahl, logrando (con zapatillas reglamentarias) 70.47 metros. El plusmarquista mundial lituano Mykolas Alekna tuvo que conformarse con una nueva medalla de plata (67,84 metros) y el tercer puesto se lo llevó el samoano Alex Rose (66,96 metros) logrando la primera medalla de la historia de Samoa en un mundial de atletismo.

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