España logra tres medallas individuales y el 4º puesto femenino en la Olimpiada de Ajedrez

La plata de Sara Khadem y Sabrina Vega, junto al bronce de Alan Pichot, son el mejor resultado histórico de la selección

Sabrina Vega, Sara Khadem y Alan Pichot, ganadores de medalla en la Olimpiada de BudapestPatricia Claros

España no había logrado nunca un resultado global tan bueno en 45 Olimpiadas de Ajedrez (bienales), como en esta de Budapest: 4ª de 169 equipos en la competición femenina; 10ª en la absoluta (188) y 5ª en la combinada. Con medallas individuales de plata para Sara Khadem y Sabrina Vega, y de bronce para Alan Pichot. India se lleva el oro en los dos torneos. Y queda una gran incógnita: si el campeón del mundo, el chino Liren Ding, será capaz de recuperar su salud y su mejor forma en dos meses para defender el título ante el indio Dommaraju Gukesh en Singapur desde el 20 de noviembre.

“Las incorporaciones de Sara Khadem [de origen iraní] y Alan Pichot [argentino] han resultado determinantes. Además, es la mejor actuación de Sabrina Vega en una Olimpiada y de ambos equipos en conjunto. Consideramos que la elección de ambos capitanes ha sido un gran acierto. No hemos fallado en la preparación de casi ninguna partida”, resumió Ramón Padullés, director técnico de la Federación Española de Ajedrez (FEDA). Los dos capitanes son David Martínez (selección absoluta) e Iván Salgado (femenina), apoyados por el delegado español, Jordi Magem.

La nacionalización por la vía más rápida (carta de naturaleza) de Sara Khadem tras ser recibida en La Moncloa por Pedro Sánchez ha convertido a España en una selección temible. En la navidad de 2022, Khadem disputó el Mundial de Rápidas en Almaty (Kazajistán) negándose a jugar con velo, poco después de la muerte de Mahsa Amini en una comisaría de Teherán. El Gobierno de Kazajistán se encargó de su seguridad hasta que voló a Madrid mientras la embajada española tramitaba la petición de asilo político.

Khadem, de 27 años, es ahora mismo la 18ª del mundo a pesar de la inactividad causada por el cambio de vida y por su maternidad, y de un reciente fracaso en un torneo en Tiflis (Georgia). La opinión generalizada de los técnicos españoles es que su talento da para que esté entre las diez mejores del mundo. Y ella no lo niega: “Estoy muy emocionada. Me he integrado muy bien en el equipo, y hemos estado muy cerca de subir al podio, con un gran trabajo de Iván Salgado. En el plano individual necesitaba un éxito así para recuperarme del disgusto de Tiflis. Hemos venido sin habernos concentrado juntas previamente. Veo claro que, si recibimos más ayuda, este equipo puede hacer grandes cosas”.

Vega compartía esa emoción: “Nada más terminar la última partida, mis lágrimas han contribuido a las inundaciones que sufre Budapest. El éxito es de todos los componentes del equipo, muy concienciado e ilusionado”. La selección se completó con Marta García, Ana Matnadze y Mónica Calzetta.

La medalla de Pichot también incluye una carga emocional, por los avatares de su vida en los últimos años: “Mi Olimpiada anterior fue la de 2018. Luego vinieron mis problemas con la Federación Argentina, la pandemia, la invasión de Ucrania, mi cambio de bandera… en fin, muchas cosas que se mezclan en esta medalla tras seis años sin Olimpiadas. Es verdad que he tenido suerte en algunas partidas, pero también que estoy muy satisfecho de mi victoria en la última ronda. Alexéi Shírov, David Antón, Paco Vallejo y Jaime Santos completaron el equipo.

La arrasadora actuación de Gukesh en el primer tablero, con 9 puntos en diez partidas -también brilla mucho su compatriota Erigaisi, con 10 de once en el 3º- es la clave principal del triunfo de los indios (plata y bronce para EEUU y Uzbekistán en el grupo absoluto; y para Kazajistán y EEUU en el femenino). Y contrasta como el día y la noche con la penosa impresión que da Ding. El autor de esta crónica pasó tres horas seguidas muy cerca de él durante una de las partidas: tos muy frecuente, temblor intermitente, pequeños eructos o toses reprimidas constantemente.. Quizá sean efectos secundarios de alguna medicación, pero nada indica que en dos meses pueda volver a ser quien se proclamó campeón hace año y medio. En la Olimpiada ha firmado siete empates y una derrota, y cae hasta el puesto 21º del mundo.


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