Jakob Ingebrigtsen alcanza el Everest del atletismo: bate el histórico récord de 3.000

El noruego rompe un cotizado registro que tenía casi 28 años la tarde en la que Duplantis eleva un centímetro más su plusmarca en salto con pértiga solo 20 días después de los Juegos de París

El noruego Jakob Ingebrigtsen celebra su triunfo en la Diamond League de Silesia, donde logró batir el récord de los 3.000m.Aleksandra Szmigiel (REUTERS)

Los récords del mundo de 3.000 metros de Daniel Komen, tanto al aire libre como en pista cubierta, siempre se han visto en el atletismo como lo mejor de lo mejor. Algunos se referían a esos 7m 20,67s y 7m 24,90s bajo techo como al Everest de este deporte. Parecían sobrehumanos. Pero todo pasa. El segundo lo liquidó el etíope Lamecha Girma el año pasado y este domingo cayó la plusmarca absoluta en esta distancia -en realidad, una adaptación de las dos millas al sistema métrico decimal- después de que Jakob Ingebrigtsen, el noruego que está haciendo historia en el atletismo con solo 23 años, se impusiera en la reunión de la Diamond League de Silesia (Polonia) con un tiempo de 7m 17,55s, una mejora de más de tres segundos. Mondo Duplantis coronó una tarde memorable con un salto de 6,26m, su tercer récord del mundo de salto con pértiga logrado este año.

Komen ha sido el propietario del récord de los 3.000m durante casi 28 años. El 1 de septiembre de 1996, el keniano corrió en Rieti, uno de los templos de las pruebas de fondo, en 7m 20,67s. Este atleta excepcional fue una estrella fugaz que brilló entre 1996 y 1998. Su leyenda se asentó en los 67 días que transcurrieron entre el 3 de julio y el 7 de septiembre de 1996. Diez semanas en las que pasó de quedarse fuera de los Juegos de Atlanta a disputar diez carreras con nueve victorias, tres récords mundiales y una derrota (tercero en un 1.500m). Komen, con solo 21 años, batió la plusmarca de las dos millas de Haile Gebrselassie. Luego, el 14 de agosto, en Zúrich, rompió la de 5.000 después de exhibirse ante Gebre con unos imponentes cambios de ritmo. Y el primer día de septiembre dinamitó el récord de los 3.000m.

Komen vio que aquella marca de los 3.000m parecía inabordable y, como un reto al mundo entero, llegó a ofrecer hace años un acre de la mejor tierra en Eldoret, la cuna de muchos de los grandes campeones de Kenia, a aquel corredor que jubilara su récord del mundo. Ingerbigtsen ya puede reclamar el terruño después de una carrera imponente en Silesia, donde salió lanzado tras la liebre para pasar el primer mil en 2m 27s, luego encaró el segundo a un ritmo sostenido (4m 55s) y remató con un último mil en 2m 22,44s y una vuelta final en 55 segundos. El flamante campeón olímpico de los 5.000m estaba muy sorprendido por el registro que había conseguido. “Tenía la esperanza de batir el récord del mundo, pero no de correr en 7m17s. No sabía que podía correr tan rápido porque nunca me exprimo al máximo en los entrenamientos. Ahora quiero desafiar los récords mundiales a todas las distancias, pero paso a paso”.

La tarde, muy calurosa, subió de temperatura con el bombazo de Ingebrigtsen. La jornada ofrecía grandes marcas, como el tercer 800 seguido del canadiense Marco Arop en 1m41s. O una carrera de 3.000m obstáculos en la que el burgalés Dani Arce fue quinto con un tiempo de 8m 08,45s que le coloca como tercer español de todos los tiempos, solo por detrás de los dos últimos plusmarquistas españoles: Fernando Carro (8m 05,67s) y Luismi Martín Berlanas (8m 07,44s).

Pero el lazo a este gran mitin lo puso el casi infalible Mondo Duplantis. El sueco, apenas 20 días después de aquel récord mundial en los Juegos de París, en lo que se convirtió en una de las grandes escenas de París 2024, demostró en Silesia que no tiene límites y elevó un centímetro más su tope (6,26 en el segundo intento). “El límite es el cielo”, tuiteó la cuenta de World Athletics, la federación internacional, que se queda ya sin adjetivos para explicar lo de este saltador que ha batido tres veces el récord del mundo esta temporada.

La gran estrella del atletismo, el hombre que quieren todos los organizadores, explicó que no ha sido su ambición por dar otro paso hacia los 6,30m, una frontera cada vez más próxima, lo que le ha mantenido motivado tras su éxito en París, sino que es una carrera de 100 metros, el curioso desafío que ha entablado con el noruego Karsten Warlhom, también plusmarquista mundial, pero en los 400m vallas, para el próximo 5 de septiembre en Zúrich.

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