Valderrama, un torneo para la estrategia

Envuelto en alcornoques y con ‘greenes’ incordiosos, Rahm y DeChambeau acaparan los ‘flashes’ en Valderrama, un campo que no favorece a los pegadores sino a los habilidosos

Pau Gasol, Aduritz y Jon Rahm comparten partida este jueves durante la jornada del pro-am.A.Carrasco Ragel (EFE)

Los aficionados que ya se asoman por Valderrama a la espera del pistoletazo de salida, desde este viernes al domingo, persiguen a Jon Rahm y Bryson DeChambeau —entre otros, porque el elenco de estrellas por metro cuadrado es fabuloso— hasta donde los límites les dejan, entusiasmados por ver de cerca a dos de los mejores golfistas del mundo a escasos metros, unos swings que abren bocas al unísono y hace...

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Los aficionados que ya se asoman por Valderrama a la espera del pistoletazo de salida, desde este viernes al domingo, persiguen a Jon Rahm y Bryson DeChambeau —entre otros, porque el elenco de estrellas por metro cuadrado es fabuloso— hasta donde los límites les dejan, entusiasmados por ver de cerca a dos de los mejores golfistas del mundo a escasos metros, unos swings que abren bocas al unísono y hacen resoplar a cualquiera de la envidia. Ambos saben, en cualquier caso, que este campo no es para pegadores, sino para jugadores con talento y muñeca, muy técnicos, capaces de improvisar golpes sacados de la chistera. “Puedes pegar tres golpazos y estar delante de un árbol”, resumió Rahm, feliz por jugar en un campo con solera e historia, heráldico porque desde 1988 se jugaba el afamado Volvo Masters para después pasar a ser patrimonio del European Tour, sede también de la histórica Ryder Cup de 1997 porque Seve Ballesteros, entonces capitán del equipo europeo frente al norteamericano, logró exportarla de las islas británicas. Ahora, es una de las 14 sedes del LIV, el circuito que convive con el PGA Tour hasta que se den la mano, un tratado de paz anunciado pero no sellado.

Valderrama es un oasis de la naturaleza, pues está envuelto por más de 2.000 alcornoques, 360 especies diferentes de flora y 167 de fauna, entre ellas 105 de aves. Pero los golfistas padecen los árboles. “Es un campo único y especial que se ha creado entre estos árboles”, apunta Phil Mickelson, vencedor de seis majors. “Hay que andar con cuidado porque es un recorrido para la estrategia”, se suma Henrik Stenson, vencedor de un Open. “Aunque la mayoría de la gente piense que no es adecuado para mí, creo que es un gran campo que se debe jugar estratégicamente”, apostilla DeChambeau, segundo el año pasado; “habrá golpes que irán a parar a lugares extraños y otros se tendrán que hacer entre árboles. Aquí debes tener los hierros a punto y puttear muy bien”. Rechama Abraham Ancer, compañero de Sergio García: “A mí me encantaría jugar campos como Valderrama todas las semanas. Hay que ser preciso desde el tee y meticuloso para alcanzar green

Con el césped en estado de revista –”nunca lo había visto así de bien, está perfecto”, resolvió Rahm-, Valderrama es el campo número 29 en la lista de los 100 mejores escenarios en todo el mundo, según la última clasificación de la revista Golf Digest, que sitúa en el número uno al norirlandés Royal County Down —la cuna de Saint Andrews, en Escocia, está en el noveno puesto—. Arranca el LIV Andalucía, un torneo mundial y para habilidosos.

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