Biles II: excepcional

Para realizar la maniobra, se deben de encajar perfectamente siete fases consecutivas en escasos seis segundos

Simone Biles lleva a cabo el "Biles II". Foto: Matthias Hangst/Getty Images | Vídeo: EPV

Sin contar con el aterrizaje en la colchoneta, en escasos seis segundos hay que encajar siete fases consecutivas, perfectamente encadenadas. No hay una más importante que otra. Pero, puestos a elegir, son críticas las fases de la batida de espaldas en el trampolín y la de las manos sobre el potro. En la primera se genera el momento angular sin el cual no será posible el ejercicio y en la segunda se pierde la velocidad horizontal y el momento angular justos, pero el potro actúa de catapulta y consigue que la gimnasta gane una importante velocidad vertical de despegue. Resultado de ella es una i...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Sin contar con el aterrizaje en la colchoneta, en escasos seis segundos hay que encajar siete fases consecutivas, perfectamente encadenadas. No hay una más importante que otra. Pero, puestos a elegir, son críticas las fases de la batida de espaldas en el trampolín y la de las manos sobre el potro. En la primera se genera el momento angular sin el cual no será posible el ejercicio y en la segunda se pierde la velocidad horizontal y el momento angular justos, pero el potro actúa de catapulta y consigue que la gimnasta gane una importante velocidad vertical de despegue. Resultado de ella es una increíble altura y tiempo de vuelo: un segundo. Estos son imprescindibles para poder realizar un doble mortal planchado.

Simone Biles es la primera mujer que ha realizado en competición internacional el Yurchenko con doble mortal en plancha. Fue el domingo, en el Mundial de Amberes. Muestra de la dificultad es que además de ella, este ejercicio solo está al alcance de unos pocos hombres.

Las fases del ejercicio son: La carrera previa. Precedida y acabada con sendos saltitos. Le permite alcanzar la velocidad óptima. Se precisan alcanzar más de 20 km/h. Simone lo logra con 12 apoyos o pisadas en el suelo.

La rondada. Con el contacto de las manos en el suelo, le permite girar 180º en el eje longitudinal.

Un pequeño vuelo. Con el eje del cuerpo cercano al suelo; eso le permite llegar hasta el trampolín.

La batida. Con los pies en el trampolín le genera el momento angular necesario para realizar el ejercicio.

El vuelo previo. Permite encadenar el trampolín con el potro. El cuerpo se posiciona para llegar al potro en condiciones óptimas.

Las manos baten sobre el potro. Simone llega de espaldas, con un ángulo de las extremidades superiores respecto a la horizontal cercano a 40º, con una ventana de oportunidad muy pequeña para evitar que la inclinación provoque que sus manos resbalen sobre el potro. Además, sus hombros presentan un ángulo cercano a 180º; es decir, sus extremidades superiores tienen una posición paralela al eje de la columna torácica.

El último vuelo. Hasta la colchoneta de recepción.

Aunque considero críticas las fases 4 y 6, todas son importantes. Por ejemplo, un pequeño defecto en un apoyo en la carrera de aproximación puede verse maximizado en un gran defecto en fases posteriores.

Seguro que más mujeres lograrán realizar el Biles II. No es solo cuestión de fuerza y técnica. También de aprovechar al máximo las condiciones innatas de cada gimnasta. A partir de ahora más mujeres se atreverán a afrontar el reto.

Xavier Aguado Jódar es Biomecánico del Deporte y Catedrático de la Universidad de Castilla-La Mancha.

Más información

Archivado En