Djokovic no falla y se cita con Alcaraz en la final de Cincinnati

El serbio se deshace de Zverev (7-6(5) y 7-5) para alcanzar la última ronda sin ceder ningún set y buscará la revancha de Wimbledon

Novak Djokovic celebra el pase a la final de Masters de Cincinnati tras eliminar a Alexander Zverev.MARK LYONS (EFE)

El partido esperado, el que todos querían. La final la jugarán los dos principales cabezas de serie, los mismos que hace un mes daban una lección de tenis en la Pista Central de Wimbledon y que se enfrentarán en la última ronda de Cincinnati. De nuevo, Carlos Alcaraz y Novak Djokovic, para deleite de los aficionados y como antesala de lo que puede ocurrir en Nueva York. El español, ...

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El partido esperado, el que todos querían. La final la jugarán los dos principales cabezas de serie, los mismos que hace un mes daban una lección de tenis en la Pista Central de Wimbledon y que se enfrentarán en la última ronda de Cincinnati. De nuevo, Carlos Alcaraz y Novak Djokovic, para deleite de los aficionados y como antesala de lo que puede ocurrir en Nueva York. El español, que remontó, sufrió y aseguró el número uno frente a Hubert Hurkacz, intentará batir de nuevo a Nole. Mientras que el serbio, que ganó a un recuperado Zverev, busca la revancha de Wimbledon. Apenas un mes de aquella batalla en la catedral del tenis, lucharan otra vez, cuerpo a cuerpo, por hacerse con el Masters 1000 de Cincinnati (este domingo a las 22:30, Movistar+).

Será la cuarta vez que se enfrenten en apenas dos años, la primera en pista dura. Hasta la fecha el español lidera el cara a cara con dos victorias, las cosechadas en la tierra batida de Madrid en 2022 y en la gran final de Wimbledon, por una del serbio, en las semifinales de Roland Garros donde los calambres de Alcaraz condicionaron el partido. Con el número uno ya en el bolsillo por parte del murciano y con ambos mirando al US Open, Carlitos aspira, con 20 años, a su quinto Masters 1000 y su séptimo título del año y Novak, 16 años mayor y profesional desde 2003, es el tenista con más Masters de la historia y buscará ampliar el récord hasta los 39 entorchados.

El camino del español en estas dos semanas de gira solo hizo que ponerse cuesta arriba desde el inicio. Superando todo tipo de obstáculos, todos en tres sets, excepto el bache de la derrota con Tommy Paul en Toronto. “La gente podría pensar que estoy agotado, pero la verdad es que me encuentro muy bien. Estoy genial, me recupero muy bien gracias a mi fisio después de cada partido, y siento que es como si fuera a empezar el torneo”, confirma el de El Palmar que con cada victoria que consigue, con su dosis de épica, irregularidad y resistencia, da un pasito más hacía su mejor versión. La misma con la que derrotó a Novak en Wimbledon.

De aquella final, Djokovic, aseguró haberla olvidado en un día y confesó cuales fueron las claves para que Carlitos se llevase la victoria: “Desperdicié algunas buenas oportunidades, especialmente en el segundo set, donde tuve opciones de abrir una brecha en el marcador que hubiera sido importante. También en el quinto parcial tuve una pelota de break que no supe aprovechar. Honestamente, Carlos fue el merecido campeón porque supo jugar mejor en los momentos importantes”.

El serbio, que a lo largo de la semana en Cincinnati se ha mostrado muy seguro, sin apenas rodaje ha mantenido el juego dominante que mostró en Londres. Desde el infortunio de Davidovich con la espalda (6-4) hasta la cómoda victoria con Fritz (6-0, 6-4), pasando por su tradicional paseo contra Monfils (6-3 y 6-2). Su única gran prueba la ha pasado en las semifinales donde desengranó a un serio Zverev (7-6(5) y 7-5), que poco a poco está volviendo a ser la amenaza que era hasta su lesión de tobillo, e igualó a Rafa Nadal e Ivan Lendl en número de victorias: un total de 1.068 en su carrera.

Una vez ambos han eliminado a todos sus rivales y para todos aquellos que todavía no se hayan recuperado de la final de Wimbledon, un nuevo capítulo de la rivalidad Alcaraz- Djokovic vuelve a escena. El número uno busca conectar de manera definitiva con su tenis antes de defender su título en Flushing Meadows. El campeón de 23 Grand Slams demostrar que ha vuelto a Norteamérica con ganas de recuperar el terreno perdido en estos dos años. La vieja generación contra la nueva era, una vez más. El mundo del tenis sonríe a la espera de otra gran batalla.

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