El entrenador que hizo debutar a Arda Güler: “Teníamos que echarle; si no, entrenaba todo el día”
El portugués Vitor Pereira, que alineó al turco en el Fenerbahçe con solo 16 años, destaca su madurez: “Quiere ser protagonista, quiere el balón, no acusa la presión”
Arda Güler se presentó el viernes como futbolista del Real Madrid y el lunes, en su primer entrenamiento, dejó un gesto para los resúmenes. Lunin le buscó con un pase al que se acercó perseguido por Odriozola, y el turco salió de aquello con un taconazo nada más recibir. Un fogonazo audaz en su primer día en el club de las 14 Copas de Europa. Un rasgo de carácter que ya vio en su día el técnico portugués Vitor Pereira, el entrenador que le hizo de...
Arda Güler se presentó el viernes como futbolista del Real Madrid y el lunes, en su primer entrenamiento, dejó un gesto para los resúmenes. Lunin le buscó con un pase al que se acercó perseguido por Odriozola, y el turco salió de aquello con un taconazo nada más recibir. Un fogonazo audaz en su primer día en el club de las 14 Copas de Europa. Un rasgo de carácter que ya vio en su día el técnico portugués Vitor Pereira, el entrenador que le hizo debutar con 16 años en el Fenerbahçe: “Lo que más me marcó en el primer entrenamiento fue la personalidad con la que arriesgaba en el pase. Si fallaba, volvía a arriesgar. No bajó la calidad del entrenamiento. Al contrario: le dio más calidad. Nos impresionó desde la primera vez que trabajó con nosotros”, recuerda. “Entrenó como si llevara mucho tiempo, con una personalidad muy prematura para su edad”.
Aquella primera vez, otro aspecto llamó la atención de Pereira: “Una capacidad de decisión con el balón enorme. Enorme. Y una calidad técnica por encima de la media”. Eso también lo destaca una fuente del Madrid presente estos días en Valdebebas: “Tiene un don, una zurda y un movimiento de apoyo que recuerdan mucho a Messi”. El vídeo resumen de la sesión de este miércoles distribuido por el club contiene otra osadía: ruleta dentro del área y gol.
Con 18 años y recién llegado al Madrid, Güler ya había asomado detalles de su personalidad en su presentación: “Quiero ser una leyenda de este club”, dijo. “He venido a jugar y lo haré”, contestó a una de las múltiples preguntas sobre si lo cederían un año para que se formase.
Pero el futbolista vive con la voracidad disparada. Poco después de empezar a entrenar con el primer equipo, Pereira lo hizo debutar. Fue en agosto de 2021, en la vuelta de la primera ronda de la Europa League, contra el HJK Helsinki: “Entró en el partido exactamente como entrenaba. No necesité tener antes con él ninguna conversación, solo que fuera él mismo”, dice el técnico portugués. “Su partido no fue una sorpresa para mí, porque entró y comenzó a querer ser protagonista, a querer tener el balón, a pedir el balón bajo presión. No tiene ningún problema con la presión. Y empezó a hacer lo que mejor sabe, que es colocar a los compañeros en situación de finalizar. Quiere meter el último pase. Y quiere finalizar y hacer gol, porque tiene mucha calidad para finalizar”.
Güler dio sus primeros pasos en el fútbol profesional como un niño recién aterrizado en un vestuario de adultos, algo en lo que Pereira no vio problema: “De él, destaca su madurez, y eso conquistó inmediatamente el respeto y el cariño de todos los jugadores”. También su empeño en el trabajo: “Al acabar el entrenamiento, quería volver a entrenar para hacer trabajo individual. Todos los días pedía hacer trabajo para mejorar en los aspectos que necesitaba hacerlo. Se quedaba a trabajar el pie derecho, el izquierdo, la finalización colocando la pelota en los ángulos. Todo lo que le pedíamos. Él insistía, insistía. Es un jugador con una mentalidad muy fuerte”, dice Pereira. “Le teníamos que echar; porque si no, se pasaba el día entrenando”.
Todo ese trabajo, y el anterior en las categorías inferiores, y el que no ha dejado de hacer desde entonces, ha deparado un futbolista que busca manejar los partidos pidiendo el balón de manera permanente, y muy imaginativo en el último pase: “No es un regateador; es un pensador-organizador”, describe Pereira.
Quien lo ha visto en Valdebebas estos primeros tres días de entrenamiento ha detectado enseguida el talento, y también un físico todavía por terminar de desarrollarse. Pero hay mucha confianza en que la inversión fructifique en un futbolista importante para el club. La misma que conserva Pereira después de horas de trabajo con él: “Tiene una buena familia que le apoya, muy buena cabeza. Evidentemente, necesita tiempo, pero no tengo dudas de que va a ser un jugador completamente diferencial”, dice. “Se va a convertir en una cosa seria”.
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