El Mundial de fútbol femenino aún no tiene quién lo televise
La FIFA ha rechazado las ofertas a la baja de los entes públicos de España, Alemania, Reino Unido, Francia e Italia, que ahora buscan un acuerdo a través de la Unión Europea de Radiodifusión
A un mes y medio de que comience el Mundial de fútbol femenino en Australia y Nueva Zelanda, los aficionados de cinco de las grandes potencias del fútbol europeo aún desconocen si podrán seguirlo por televisión. Las ofertas a la baja de las televisiones públicas de Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y España han sido rechazadas por la FIFA. El organismo rector del fútbol mundial se ha negado a malvender los derechos de la competición que ejerce como ...
A un mes y medio de que comience el Mundial de fútbol femenino en Australia y Nueva Zelanda, los aficionados de cinco de las grandes potencias del fútbol europeo aún desconocen si podrán seguirlo por televisión. Las ofertas a la baja de las televisiones públicas de Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y España han sido rechazadas por la FIFA. El organismo rector del fútbol mundial se ha negado a malvender los derechos de la competición que ejerce como gran motor expositivo del fútbol femenino. La última esperanza es la negociación conjunta que los citados cinco países, todos clasificados para el torneo, han canalizado en los últimos días a través de la Unión Europea de Radiodifusión (UER). De no firmarse un acuerdo, la FIFA tratará de poner remedio mediante la implementación de una aplicación para que en estos países se pueda seguir el torneo mediante retransmisiones en streaming, de menor accesibilidad y peor calidad que las convencionales.
“Esta es una bofetada en la cara de todas las grandes jugadoras del Mundial y, de hecho, de todas las mujeres del mundo. Para que quede muy claro, es nuestra obligación moral y legal no vender por debajo de su valor el Mundial. Por lo tanto, si las ofertas siguen sin ser justas, nos veremos obligados a no transmitir el Mundial en esos cinco grandes países europeos”, advirtió el pasado 2 de mayo el presidente de la FIFA, el ítalo-suizo Gianni Infantino. La imposibilidad de vender los derechos de retransmisión de la gran competición del fútbol femenino a un precio que colmara mínimamente las pretensiones de la FIFA llevó a su mandamás a pronunciar ese agresivo discurso. Días después, las subidas en las pujas hasta los cuatro millones de euros por parte de la BBC británica y la RTL alemana tampoco cumplieron las expectativas de la FIFA. Según fuentes del sector, Televisión Española ni siquiera había hecho una oferta formal. Consultado por este periódico, el ente público español ha preferido no hacer comentarios al respecto, pero aseguran: “Es indudable el compromiso con la promoción del fútbol femenino. Y seguimos manteniendo ese compromiso con el impulso del deporte femenino”. Las citadas fuentes sectoriales aseguran que un operador privado español había ofrecido algo menos de un millón de euros.
“La realidad es que mucha gente habla de igualdad, pero cuando viene el momento de poner el dinero en la mesa no hay mucho”, lamentaba la senegalesa Fatma Samoura, secretaria general de la FIFA, en conversación con EL PAÍS el pasado 11 de mayo al término de la presentación del trofeo de la Copa del Mundo. “Desde que Gianni Infantino es presidente, hemos invertido 1.000 millones de dólares en el desarrollo del fútbol femenino y hemos hecho un montón de programas para elevar su nivel dentro y fuera del terreno de juego. Queremos una cosa muy simple, que los esfuerzos que la FIFA está haciendo para equilibrar el futbol femenino con el masculino, sea algo que también hacen nuestros socios. El fútbol femenino no solo se puede desarrollar con la FIFA, para jugar necesitamos valorizarlo”, advierte Fatma Samoura.
Esta es la primera vez que la FIFA saca a subasta la Copa del Mundo femenina de manera individual. Anteriormente, los derechos de retransmisión se incluían en el paquete de venta del Mundial masculino. La estrategia de separar la comercialización de los derechos de retransmisión también se ha aplicado al programa de patrocinios. En este apartado, la FIFA no ha tenido grandes dificultades para encontrar anunciantes que satisfagan sus pretensiones económicas. Nada que ver con las negociaciones mantenidas con las televisiones públicas de los cinco países citados. Los intentos frustrados de llegar a un acuerdo llevaron la semana pasada a sus respectivos ministros de deportes a firmar una carta conjunta ante las presiones y las críticas que empezaban a sitiarlos, sobre todo en Alemania y Reino Unido. “Hemos conocido con preocupación que, hasta ahora, no se han adjudicado los derechos de televisión para que los partidos se retransmitan en nuestros respectivos países. Somos conscientes de los intereses legítimos y de las limitaciones presupuestarias que presionan tanto a los titulares de derechos como a las emisoras independientes, que necesitan un modelo económico viable. Debido al gran potencial de la Copa del Mundo femenina y a las cuestiones deportivas y sociales que están en juego, consideramos que es nuestra responsabilidad movilizar plenamente a todas las partes interesadas, para que lleguen rápidamente a un acuerdo”, rezaba la misiva de los cinco ministros.
Los horarios matinales y la dificultad para obtener un retorno económico satisfactorio han sido los principales argumentos esgrimidos por las cinco televisiones públicas. Por los derechos audiovisuales de retransmisión del Mundial masculino de Qatar, TVE pagó 32 millones de euros y, según desveló la presidenta de la corporación, Elena Sánchez, solo ingresó 1.102.500 debido a las restricciones de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia que impedía vender publicidad de anunciantes distintos a los patrocinadores de la FIFA. Por los Juegos de Tokio, con un uso horario similar al de Nueva Zelanda y Australia, TVE desembolsó 57 millones de euros.
“Los partidos de Francia se van a jugar a las doce del mediodía y los de España a las nueve y media de la mañana. No es temprano, se juega durante el verano, cuando casi todo el mundo está de vacaciones. Para mí no es una buena excusa lo de los horarios”, defiende Fatma Samoura. “España es un gran país en el futbol femenino y más de 1.000 millones de personas seguirán el Mundial. Es el momento de hacer más. No es concebible que uno de los países favoritos no transmita los partidos”, concluye la secretaria general de la FIFA.
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