El Real Madrid se despide de Eden Hazard
Al belga, fichaje más caro de la historia del club, le quedaba un año de contrato, pero han llegado a un acuerdo para que se vaya este verano
Todo lo que pudo salir mal con Eden Hazard en el Real Madrid salió mal, cuando todos habían deseado, casi como nunca, que saliera bien. Pero no. Y el fichaje más caro de la historia del club, de un tipo que desde niño deseó jugar de blanco en el Bernabéu, terminó este sábado, cuatro años después de concretarse, con un frío comunicado de la entidad que puso fin a la relación un año antes de lo que marcaba el contrato firmado en el verano de 2019, después de pagar más de 100 millones de euros al Chelsea: “El Real Madrid C. F. y Eden Hazard han llegado a un acuerdo por el que el jugador queda des...
Todo lo que pudo salir mal con Eden Hazard en el Real Madrid salió mal, cuando todos habían deseado, casi como nunca, que saliera bien. Pero no. Y el fichaje más caro de la historia del club, de un tipo que desde niño deseó jugar de blanco en el Bernabéu, terminó este sábado, cuatro años después de concretarse, con un frío comunicado de la entidad que puso fin a la relación un año antes de lo que marcaba el contrato firmado en el verano de 2019, después de pagar más de 100 millones de euros al Chelsea: “El Real Madrid C. F. y Eden Hazard han llegado a un acuerdo por el que el jugador queda desvinculado del club a partir del 30 de junio de 2023″, dice el texto, publicado el día en el que el club también se despidió de Marco Asensio, con más palabras, y de Mariano Díaz, con bastantes menos. Ambos habían llegado al final de su contrato.
A Hazard aún le quedaba una temporada, pero ya desde el comienzo de esta tanto la directiva como el cuerpo técnico vieron que se iba a hacer demasiado largo. El futbolista comenzó el curso lejos del nivel competitivo del resto de la plantilla, apuntando ya a que sería complicado que resultara útil en los momentos comprometidos del curso. Tuvo una noche de espejismo en septiembre en Glasgow, cuando se lesionó Benzema, salió él y despachó una actuación bastante correcta. Pero el fogonazo no dio para más.
Sin embargo, le quedaba aún un resto de rebeldía. Hazard estaba convencido de que el Mundial de Qatar con Bélgica podría suponer un punto de inflexión en su sufrido tránsito por el Madrid. Allí gozaba todavía con un estatus preferente, y con un contexto de juego facilitado por Roberto Martínez que le podía permitir volver a ser importante al máximo nivel. El seleccionador belga tenía sus dudas, porque conocía lo que sucedía con su futbolista en España, y los indicios le preocupaban, pero confiaba en que se reactivara entre sus viejos camaradas. Hazard fue titular en los dos primeros encuentros, y recibió una señal muy nítida de dónde se encontraba el día decisivo en el que Bélgica se jugaba la clasificación contra Croacia: empezó en el banquillo.
La selección belga quedó eliminada en la fase de grupos, en medio de un barullo interno formidable entre futbolistas, que había obligado a una rueda de prensa de emergencia de Courtois y Hazard dos días antes del encuentro decisivo. Después de la eliminación, el atacante anunció que dejaba el combinado nacional.
Sus últimos minutos sobre el campo, además de tristes por quedarse fuera del Mundial, llegaron con una coincidencia que pareció un mensaje sobrenatural. Entró en el minuto 86 por Meunier, el compatriota que había marcado tres años antes el comienzo de su desdicha en el Madrid.
El viaje de Hazard en el Bernabéu ya comenzó torcido. El belga se presentó a la pretemporada del verano de 2019 con señales evidentes de haberse dejado ir en las vacaciones, pasado de peso y fuera de punto. Los intentos apresurados de que alcanzara el nivel físico de sus compañeros resultaron en los primeros problemas musculares, que retrasaron aún más su llegada real a la plantilla como un elemento útil. Su primera gran noche se vio por fin el 27 de noviembre de 2019 en el Bernabéu, cuando volaba casi como antes contra el Paris Saint-Germain en la Champions. Hasta que en el minuto 68 su compatriota Meunier le reventó el tobillo y tuvo que sustituirlo Gareth Bale, otra contratación voluminosa, la más cara hasta el belga, cuya estancia se le terminó haciendo demasiado larga al Madrid.
Lo que en un primer momento se pensó que había sido un simple golpe, se convirtió en el momento que hundió el sueño del Madrid y del futbolista. Hazard empezó a encadenar una larguísima sucesión de problemas musculares y en su tobillo, pasó varias veces por el quirófano, y nunca volvió a recuperar su mejor nivel. En el Madrid ha jugado 76 partidos en cuatro años, en los que ha sumado siete goles y 12 asistencias. Solo 3.736 minutos sobre el campo en cuatro años. Solo esta temporada, Vinicius ha jugado ya 4.669.
La salida de Hazard libera además parte del montante de la ficha que cobraba, la más alta de la plantilla, en el entorno de los 15 millones netos. También abre aún más la puerta a contrataciones en la delantera, tras la salida de Asensio y Mariano y las dudas sobre Benzema, tanto respecto de su futuro como de su rendimiento.
Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.