El imparable Alcaraz repite en Madrid

El español, de 20 años, derrota a Struff en una final astillosa (6-4, 3-6 y 6-3, en 2h 25m) e iguala a Nadal como los únicos que han revalidado el título en la Caja Mágica

Carlos Alcaraz posa con el trofeo de campeón, este domingo en la Caja Mágica.Foto: INMA FLORES | Vídeo: EPV
Madrid -

Cae Carlos Alcaraz, fruto de la felicidad. Se desploma sobre la tierra y se toca la sien, diciendo que ahí está la clave, que además de fantasía hay una mentalidad de granito y que si ha logrado resistir al embate de Jan-Lennard Struff en la final ha sido gracias a la primera de esas tres ces que pregonan él y su abuelo. Esta vez, cabeza, cabeza y más cabeza: 6-4, 3-6 y 6-3 (en 2h ...

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Cae Carlos Alcaraz, fruto de la felicidad. Se desploma sobre la tierra y se toca la sien, diciendo que ahí está la clave, que además de fantasía hay una mentalidad de granito y que si ha logrado resistir al embate de Jan-Lennard Struff en la final ha sido gracias a la primera de esas tres ces que pregonan él y su abuelo. Esta vez, cabeza, cabeza y más cabeza: 6-4, 3-6 y 6-3 (en 2h 25m). Ha sido un torneo de pico y pala. Brillos, sí, pero la misma dosis de faena. Le rodea de nuevo el confeti, coronado otra vez en la Caja Mágica y todavía más elevado sobre el resto. La historia se repite. Se enfrentaba el de El Palmar a un desafío histórico, puesto que Rafael Nadal era hasta ahora el único tenista capaz de revalidar el título en la Caja Mágica, y dio buena cuenta del reto. Ahora son dos y él, la sensación de 20 añitos, se erige sin medianías como firme candidato al título de Roland Garros.

Vuela más y más alto Alcaraz, el único jugador que ha sido capaz de firmar dos dobletes consecutivos en Barcelona y Madrid. Imparable, el chico de El Palmar se consolida como el tenista del momento, con cuatro trofeos este año –Buenos Aires, Indian Wells, el Godó y este último– y un juego tan seductor como resolutivo, si la cosa se tuerce. Pese a su corta edad, despacha rivales como si fuera un veterano y empieza a cincelar un palmarés más que considerable; posee ya un grande (US Open 2022), cuatro Masters 1000 –los mismos que su entrenador, Juan Carlos Ferrero–, diez trofeos en total –los mismos que Andrés Gimeno y Félix Mantilla– y conoce las mieles de la cima.

En cuanto a la clasificación, hoy figura a rebufo de Djokovic, pero virtualmente vuelve a ser el número uno. Para conseguirlo le bastaría con acudir esta semana a Roma y poner un pie sobre la arena; si saltase a la pista, recuperaría el trono. Este éxito le convierte además en nuevo líder de la carrera anual, por delante de Daniil Medvedev; el ruso y él son los dos jugadores que más títulos (4) y victorias (33 y 29, respectivamente) han logrado esta temporada. No obstante, si hay un objetivo que tenga entre ceja y ceja el murciano es triunfar en París, donde el curso pasado alcanzó los cuartos y el anterior fue derrotado en la tercera ronda, precisamente por Struff. El alemán conocía el camino y planteó una trampa en toda regla.

Alcaraz posa con el trofeo de campeón del Open Mutua Madrid.INMA FLORES
Carlos Alcaraz con el trofeo tras su victoria ante el alemán Jan-Lennard Struff en la final del Mutua Madrid Open disputado este domingo en la Caja Mágica, en Madrid. INMA FLORES
Carlos Alcaraz y Jan-Lennard Struff en la final del Mutua Madrid Open disputado este domingo en la Caja Mágica, con sus trofeos.INMA FLORES
Carlos Alcaraz en un momento del partido.INMA FLORES
Struff resta un saque de Alcaraz. INMA FLORES
Alcaraz devuelve una bola durante la final.INMA FLORES
Struff sube a la red durante la final. INMA FLORES
Alcaraz golpea la pelota durante la final del Open Mutua de Madrid.INMA FLORES
Struff con gesto de preocupación. INMA FLORES
Alcaraz se prepara para sacar.INMA FLORES
Struff saca ante Alcaraz esta tarde en Madris. INMA FLORES
Saque de Alcaraz ante Struff. INMA FLORES
El público anima en la Caja Mágica.INMA FLORES
Carlos Alcaraz realiza un gesto de confianza esta tarde en la Caja Mágica.INMA FLORES
Alcaraz devuelve una bola a Struff. INMA FLORES
Struff grita tras ganar un punto a Alcaraz.PIERRE-PHILIPPE MARCOU (AFP)
Carlos Alcaraz reacciona tras una jugada ante el alemán Jan-Lennard Struff.INMA FLORES
Alcaraz devuelve una bola durante la final.THOMAS COEX (AFP)
Struff golpea la bola frente a Alcaraz esta tarde durante la final.THOMAS COEX (AFP)
Carlos Alcaraz atento al Foxtenn por un OUT del alemán Struff.SERGIO PEREZ (EFE)
El tenista alemán Jan-Lennard Struff, durante el partido. JUAN MEDINA (REUTERS)
Alcaraz Y Struff, antes del comienzo del partido. INMA FLORES
El cineasta español Pedro Almodóvar y la cantante Nathy Peluso, en las gradas del estadio Manolo Santana. chema Moya (EFE)
Carlos Alcaraz sirve ante el alemán Jan-Lennard Struff, durante la final. Chema Moya (EFE)
Desde la izquierda, Alberto Núñez Feijóo, José Luis Martínez-Almeida, Isabel Díaz Ayuso y Miquel Iceta, en las gradas del estadio Manolo Santana. chema Moya (EFE)
Carlos Alcaraz, durante el partido. PIERRE-PHILIPPE MARCOU (AFP)
El tenista alemán Jan-Lennard Struff celebra un punto ante el español.chema Moya (EFE)
Carlos Alcaraz, durante el partido. JUAN MEDINA (REUTERS)
Carlos Alcaraz, a su llegada a la pista central de la Caja Mágica. Julian Finney (EL PAÍS)
Alberto Núñez Feijóo (centro), líder del Partido Popular, a su llegada a la corte del Mutua Madrid Open. chema Moya (EFE)
El presidente de Murcia, Fernando López Miras (PP), en el estadio Manolo Santana, donde se celebra el Mutua Madrid Open.SERGIO PEREZ (EFE)
Antonio Garamendi Lecanda (centro), presidente de Confederación Española de Organizaciones Empresariales, a su llegada a la corte del Mutua Madrid Open.Chema Moya (EFE)
Un técnico de pista repasa el letrero de Madrid de la tierra batida del Mutua Madrid Open. Chema Moya (EFE)

Nadie (o solo los más optimistas) contaba con él, eliminado en la fase previa y repescado por una baja de última hora, guerrillero a lo largo de todo el trazado y también en la final. Un trampantojo, en realidad. Ya lo advertía: “Estoy preparado, puedo ganar”. Pocos (solo los más optimistas, se insiste) le creían. Sucede que Struff es un tenista de vuelta, enderezado después de un curso amargo –llegó a caer al puesto 160– y que quienes siguen el tenis de cerca conocen su valía. No es manco, ni mucho menos. Pega, pero piensa. Parapetado en sus soberbios porcentajes con el saque, es algo más que un gigantón de tres o cuatro golpes. Sabe jugar, tiene olfato, su cordaje despide toque y no le falta determinación.

“¡A por el luterano!”

A sus 33 años, la envergadura de su primera final en un 1000 no le sobrepasó. Más bien lo contrario. Aunque comenzó en falso, con dos dobles faltas en el primer juego, encajando un break en contra y entregando el primer parcial, merced a otra doble falta que le costó una segunda rotura, dejó muy claro desde el principio que no iba a especular y que en el caso de caer, no lo haría de rodillas. Extremadamente agresivo al resto, abordó a Alcaraz sin temor, cuchillo en mano y decidido a ir a buscarle en vez de esperar y contemporizar; de haberlo hecho, seguramente no habría tenido opción. A todo o nada, pues. Fue valiente y la gallardía le premió. Sudores más que fríos en la Caja Mágica. ¿Struff? Sí, Struff.

Struff golpea a la pelota durante la final de esta tarde. INMA FLORES

“¡A por el luteranooooo!”, le arengaban desde la grada al local. “¡Viva España! ¡Viva Ayuso! ¡Viva Murcia! ¡Viva la madre que te parió, Carlitos!”, proferían desde las tribunas, en donde el tono festivo fue derivando en un clima de preocupación, porque el alemán apretaba y apretaba, respondón todo el rato, y a Alcaraz empezaba a invadirle poco a poco la queja. Resuelto el primer set, el número dos no resistió luego a un acelerón, y aunque amagó con levantar la desventaja (3-0), Struff se mantuvo firme –salvando cinco bolas de quiebre en un debate interminable– para guiar el duelo hacia el territorio de la incertidumbre. “No lo veo…”, se expresaba Ferrero en el banquillo.

Un blindaje formidable

Ocurre que Alcaraz sigue ganando registro, y al virtuosismo que le viene de serie está añadiéndole progresivamente el intangible del oficio. Oro puro. Frente al vendaval, no se dobla ni vuelve la cara, sino que se crece. Rebosa confianza y pese a encontrarse en una situación delicadísima, contra las cuerdas y Struff buscando el golpe definitivo, supo escapar. Lo consiguió contra el incisivo Emil Ruusuvuori, el primer día; esquivó también la embestida de Karen Khachanov en los cuartos; y repitió este domingo, cuando el adversario llegó a disponer de una opción de rotura en la recta final. Un nudo en la garganta del aficionado, que no en la suya. No conoce al ochentero MacGyver, pero tiene algo del agente. Con 2-1, Struff dispuso de ventaja, pero erró y a continuación se derritió. No perdonó el campeón, restablecido a zarpazos.

El alemán murió fiel a su plan –más propio de Wimbledon, con 51 subidas a la red–, pero chocó contra el hormigón. Tiene esa cabeza un blindaje formidable. Sigue Alcaraz destapándose como un sensacional competidor aquí y allá, incontestable sobre la arena. Suma siete premios sobre esta superficie y en este 2023 apenas ha encontrado oposición; tan solo cedió en la final de Río de Janeiro, frente al británico Cameron Norrie, pero entonces jugó la recta final del partido mermado por unas molestias en la pierna. A partir de ahí, un desfile militar, un bocado tras otro. De victoria en victoria, el chico sigue ofreciendo muchas certezas y despejando otras tantas incógnitas, salvo una, traducida en la pregunta del millón: la duda es hasta cuándo durará, hasta dónde llegará. El deporte abre los brazos para acoger a otro marciano.

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