Alcaraz, tras vencer en el Godó: “Tengo muchas ganas de ganar Roland Garros”
El campeón de Barcelona cierra sin ceder ningún set y apunta sin disimulo a París
Mientras Carlos Alcaraz no para de firmar autógrafos tras la victoria, la expectación se traslada a la piscina del Reial Club de Tenis de Barcelona (RCTB), donde una treintena de recogepelotas espera al murciano para que se dé el tradicional baño del campeón del torneo por segunda vez consecutiva. Todos ellos, socios del club, cantan y bailan después de más de diez días de competición y de que el protagonista ...
Mientras Carlos Alcaraz no para de firmar autógrafos tras la victoria, la expectación se traslada a la piscina del Reial Club de Tenis de Barcelona (RCTB), donde una treintena de recogepelotas espera al murciano para que se dé el tradicional baño del campeón del torneo por segunda vez consecutiva. Todos ellos, socios del club, cantan y bailan después de más de diez días de competición y de que el protagonista haya batido con solvencia a Stefanos Tsitsipas (6-3 y 6-4) en el episodio final.
Pero el chapuzón de Alcaraz se hace de rogar. Reclamado una y otra vez, el murciano atiende las peticiones y al final termina adelantado por más de una treintena de amigos y familiares, que se sitúan en una esquina de la piscina y enfocan con los móviles al pasillo de entrada para registrar el brinco del ganador.
Juan Carlos Ferrero departe con los padres del tenista y los amigos de este intentan tirar al agua a su hermano Álvaro, mientras el abuelo —también llamado Carlos— presencia emocionado la secuencia. Son el núcleo de personas que mejor conocen al de El Palmar y que cada vez que tienen la oportunidad, tratan de arroparle. En esta ocasión, el factor geográfico ha ayudado.
“Esto es lo especial de jugar en casa. Me siento muy afortunado de compartir estos momentos con ellos; son amigos que tengo desde los 10 años y que tienen un vínculo estrecho con mi familia”, asegura el campeón, que finalmente irrumpe, coge carrerilla y vuela de forma acrobática al grito de los allegados: “¡Viva Murcia!”. Una vez terminada la fiesta en la piscina, Alcaraz atiende a los periodistas. Lo hace feliz, tras coronarse de nuevo en Pedralbes y además sin ceder un solo set.
Tensión la noche previa
“He mantenido la concentración, no la he bajado ni una pizca durante todo el partido. Desde el principio hasta al final. He impuesto mi ritmo”, introduce, a la vez que matiza: “No ha sido tan fácil como la gente puede creer porque he entrado con bastantes nervios; la noche pasada estaba tenso. Ni mucho menos ha sido fácil, pero he sabido sobreponerme a los nervios”.
Con nueve títulos ya en el expediente, el murciano no piensa ni mucho menos en levantar el pie del acelerador. “Ha sido una semana maravillosa, pero ahora vamos con todo a Madrid; a cada torneo que voy creo que lo puedo ganar. Soy un chico muy ambicioso que siempre quiere más, siempre voy a buscar más”, recuerda.
Comparado siempre con Rafael Nadal, asegura que quiere escribir su propio relato, sin necesidad de paralelismos. “Yo no quiero ser el relevo de nadie, no estoy aquí para ser el relevo de nadie”, subraya antes de concluir con un mensaje contundente en dirección a París, objetivo último de esta gira sobre tierra batida. “Todo puede pasar en estas semanas, pero Roland Garros es un claro objetivo a corto plazo. Es un torneo que tengo muchas ganas de ganar, pero ahora estamos enfocados en Madrid y Roma. Haber ganado aquí me da una confianza extra”, zanja.
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