Álvaro Romero ya se codea con los grandes: así es la nueva baza del snowboard español
Campeón del Mundial junior y segundo en la Copa del Mundo senior, el rider vasco aspira a seguir los pasos del olímpico Lucas Eguibar
Ha terminado una temporada de snowboard que Álvaro Romero (San Sebastián, 19 años) no olvidará nunca. Este deportista vasco compite en boardcross (SBX), una de las trepidantes disciplinas que se pueden practicar sobre una tabla de snow, y se ha consolidado como uno de los talentos más prometedores del mundo. Atiende la llamada de EL PAÍS dos días antes de colgarse la medalla de oro en el Mundial junior, disputado en la estación italiana de Passo San Pellegrino. Fue la prueba que cerró su curso, el último en el que pudo...
Ha terminado una temporada de snowboard que Álvaro Romero (San Sebastián, 19 años) no olvidará nunca. Este deportista vasco compite en boardcross (SBX), una de las trepidantes disciplinas que se pueden practicar sobre una tabla de snow, y se ha consolidado como uno de los talentos más prometedores del mundo. Atiende la llamada de EL PAÍS dos días antes de colgarse la medalla de oro en el Mundial junior, disputado en la estación italiana de Passo San Pellegrino. Fue la prueba que cerró su curso, el último en el que pudo competir en categoría juvenil. Aunque él ya está acostumbrado a codearse con los mayores.
Romero forma parte del Movistar SBX Team, equipo de la Federación Española de Deportes de Invierno, y tuvo el pasado mes de marzo en Suiza el mejor momento de su corta pero intensa carrera deportiva. Quedó segundo en la Copa del Mundo en categoría senior, prueba puntuable para el título conocido como el Globo de Cristal. Superó hasta a Lucas Eguibar, el máximo referente español en el deporte.
“Desde que entré en este deporte pienso en grande: Copa del Mundo, juegos olímpicos y mundiales. Pero no esperaba este éxito tan pronto”, reconoce el rider. Álex Martín, su entrenador desde que tenía 15 años, señala que estos resultados inesperados se pueden dar cuando se juntan varios factores. “El suizo era un circuito muy favorable para él y a nivel táctico lo teníamos muy claro. El objetivo es que esto suceda más seguido en el futuro”, expone con optimismo el preparador.
Días después del éxito en Suiza, Romero también se proclamó campeón de España en Sierra Nevada (Granada). Fue una jornada especial, ya que sus padres le pudieron ver en directo por primera vez. Ellos fueron los que le llevaron a esquiar con dos años y medio y los que le transmitieron su pasión por los deportes de invierno. “Nací con suerte”, dice el donostiarra, que a los diez años se aburrió del esquí y empezó a practicar con la tabla de snowboard todos los fines de semana. Esto le hizo dejar también el fútbol, ya que no podía asistir a los partidos. Con 15 años llegó el momento clave: fue a probar a la Copa de España en Formigal (Huesca). En su primera carrera de boardcross terminó cuarto y la selección española le echó el ojo para incorporarlo en 2019 al Movistar SBX Team.
Su explosión deportiva en esta temporada le ha puesto ante situaciones a las que no estaba acostumbrado, como ser reconocido y tener que hablar con la prensa. “Es un chico introvertido, muy competitivo y que se enfada cuando pierde”, dice su entrenador, que se siente orgulloso de haber logrado un alto grado de complicidad con el deportista. Mientras tanto, sus rivales en las pistas ya no ven a Romero con los mismos ojos que antes. “Desde que empecé se me ha respetado bastante en el deporte, aunque sí que es cierto que el año pasado me llamaban ‘el niño’. Ahora que he ganado a medallistas olímpicos me ponen más atención”, remarca el joven.
En las carreras de SBX no hay puntos por enfrentarse a obstáculos y gana el primero que llegue a meta, con todos los riders al mismo tiempo en la pista. El contacto físico es una parte más de la prueba y Romero tiene una enorme fuerza para ello a ojos de su entrenador, que destaca de él “su gran habilidad de deslizamiento”. Pero la táctica también juega un papel importante en el desempeño. “Puedes ser el más rápido, pero tienes que ser el mejor. Todo el equipo técnico trabaja en leer la carrera. La disciplina se asemeja más a las carreras de motos y coches que a otros deportes de invierno”, resume Álex Martín.
Dedicarse profesionalmente al snow como Álvaro Romero requiere mucho sacrificio. Pese a que le es difícil compaginar el deporte con los estudios, el vasco está matriculado en Magisterio de Educación Primaria a distancia y desea especializarse en Educación Física: “Me encantan los niños y en el colegio siempre quería que tocase gimnasia”. De noviembre a abril está viajando y en verano realiza trabajo físico en dobles sesiones. Aunque para tocar algo de nieve se tiene que ir a Francia o a Suiza. “Por desgracia no entrenamos en España, no tenemos circuitos en las estaciones. Hace falta dinero y apostar por ello para que tengamos un lugar donde entrenar”, apunta convencido.
De cara a la próxima temporada, Romero vaticina que será un año importante pese a que no hay campeonato del mundo ni juegos olímpicos. Su ambicioso objetivo, que comparte con su entrenador, es estar entre los 10 primeros en todas las carreras con la clasificación olímpica en el horizonte: “Quiero dar guerra y estar listo para ese momento”.
Lucas Eguibar y el relevo español
La irrupción de Álvaro Romero lo convierte en la segunda baza española en el circuito de SBX, donde los deportistas de países como Canadá, Estados Unidos o Suiza tienen muchos más recursos para campeonar. En España, otro vasco de San Sebastián como Lucas Eguibar ha marcado el paso en los últimos años. El dos veces diploma olímpico (2014 y 2022) logró esta temporada el subcampeonato del mundo de SBX y rozó su segundo Globo de Cristal después del que logró en 2015. Al principio, a Álvaro Romero le costó a acercarse a su admirado Eguibar, pero ahora ya tienen una relación más estrecha. “Tenerlo cerca es un lujo. Te puedes apoyar en él y siempre te ayuda. Es una baza más para mejorar”, explica Romero.
La Federación trabaja para subir el nivel del deporte en España, aunque el proceso requiere su tiempo. Más que entre sus contemporáneos, Álvaro Romero ve cantera entre los que son más jóvenes que él. Desea que el deporte siga progresando, pero es competitivo y no quiere que le superen. “Que me sigan la estela, pero que no me releven”, remata entre risas.
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