Marinkovic aparece para dar vida al Baskonia, que sigue en la pelea
Un Real Madrid relajado cae en Belgrado ante el Partizan y el Valencia pierde cualquier opción de clasificarse
Y de repente apareció Vanja Marinkovic. El jugador serbio de 26 años, que fue capitán del Partizan con 16, se destapó en la Euroliga en su mejor partido desde que juega en el Baskonia. ¿Cuál es la clave?, le preguntaban a Rokas Giedraitis, dobles guarismos –12 puntos, 10 asistencias–, un partido impecable: “Vanja”, contestó. Marinkovic deambuló por el Valencia, no acabó de despegar en su primera temporada vitoriana, pero vuela más alto en la segunda, y frente al Fenerbahce (92-69) se destapó con 35 puntos y dirigiendo el juego...
Y de repente apareció Vanja Marinkovic. El jugador serbio de 26 años, que fue capitán del Partizan con 16, se destapó en la Euroliga en su mejor partido desde que juega en el Baskonia. ¿Cuál es la clave?, le preguntaban a Rokas Giedraitis, dobles guarismos –12 puntos, 10 asistencias–, un partido impecable: “Vanja”, contestó. Marinkovic deambuló por el Valencia, no acabó de despegar en su primera temporada vitoriana, pero vuela más alto en la segunda, y frente al Fenerbahce (92-69) se destapó con 35 puntos y dirigiendo el juego de su equipo, que tuvo un comportamiento impecable en la cancha frente a uno de los equipos más complicados de defender y atacar, con un Itoudis en el banquillo que se pasa el partido dándole a la hebra con los árbitros.
Después de un comienzo igualado, aunque los turcos llevaban casi siempre el mando, a los hombres de Peñarroya les sobrevino una crisis de juego en el comienzo del tercer cuarto que parecía decantar el partido para los visitantes (45-54), pero el Baskonia sabía lo que se jugaba. Entre los ocho primeros desde la jornada inicial, una derrota les descabalgaba, a falta de dos partidos más, de los puestos que dan acceso a los cuartos de final. Así que apretaron los dientes y se lanzaron de cabeza a por el partido, y allí brilló un Marimkovic sin ataduras, como si se hubiera quitado de encima el peso de haber sido la gran promesa serbia. Disfrutó sobre la cancha, minimizó a su rival y sacó a relucir eso que su entrenador definió en inglés como “the famous Baskonia character”, que sonó como el relaxing cup of café con leche in Plaza Mayor, pero con música celestial, la de la victoria baskonista en un partido que acabó con números curiosos, como los de los tiros libres: 28 de 28, un cien por cien de eficacia, anotó el Baskonia.
Ahora, con dos partidos por delante, los vitorianos tienen incluso, la posibilidad de meterse en la sexta plaza. Las combinaciones en las jornadas que restan, determinarán su clasificación final.
Partizan 104 Real Madrid 90
El Real Madrid jugó demasiado relajado en una cancha muy caliente y cayó ante el Partizan de Obradovic, que todavía se juega los cuartos en los dos partidos que restan. A veces a bandazos, siempre a remolque, el equipo de Chus Mateo se dejó ir en el último parcial. Comenzó bien, se llevó el primer cuarto, pero en el segundo, el equipo serbio le dejó en una anotación ínfima (28-15), y ya no pudo recuperarse en lo que restaba de partido. A pesar de los números de Gabriel Deck y de Musa, entre los dos no pudieron sobreponerse al ambiente del pabellón de Belgrado. Los porcentajes de tiro del equipo blanco no le permitieron nunca acercarse a los locales, que le ponían pasión en cada jugada y llegaron a gozar de 20 puntos de diferencia, para superar al final los cien.
Zalgiris 104 Valencia 74
El Valencia se quedó sin opciones matemáticas de meterse entre los ocho mejores de la Euroliga después de caer en Kaunas ante el Zalgiris. Es cierto que el equipo que dirige Mumbrú desde el banquillo, tenía muy pocas posibilidades de meterse entre los ocho mejores, pero desde ya es uno de los desahuciados de la Euroliga. Resistió lo que pudo el grupo valenciano, casi hasta el descanso, pero el Zalgiris exprimió su juego en la segunda parte, en la que se destapó Lukosiunas, un jugador habitualmente discreto en su puntería, pero que anotó sus cuatro primeros lanzamientos triples. Cuando el Valencia trataba de dar un paso adelante, aparecían él o Lekavicius para frenar la reacción.
Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.