La BBC cede a las presiones del Gobierno de Sunak y suspende a Gary Lineker
No volverá a presentar el programa ‘Match Of The Day’ hasta que la cadena y el exfutbolista cierren un acuerdo sobre el uso de las redes sociales por parte del presentador. La corporación se enfrenta a una rebelión interna por la decisión, que ha irritado a los compañeros del exfutbolista
La BBC, cada vez más debilitada tras una década de recortes y presiones de los diferentes gobiernos conservadores, ha sido incapaz de resistir el último pulso suscitado en torno a la figura del exfutbolista y estrella mediática, Gary Lineker. La corporación pública ha decidido suspender al presentador de su puesto al frente del popular programa Match of the Day (El Partido del Día) hasta que la dirección del ente y Lineker cierren un acuerdo sobre las reglas de uso de las redes sociales...
La BBC, cada vez más debilitada tras una década de recortes y presiones de los diferentes gobiernos conservadores, ha sido incapaz de resistir el último pulso suscitado en torno a la figura del exfutbolista y estrella mediática, Gary Lineker. La corporación pública ha decidido suspender al presentador de su puesto al frente del popular programa Match of the Day (El Partido del Día) hasta que la dirección del ente y Lineker cierren un acuerdo sobre las reglas de uso de las redes sociales por parte de este último.
El desenlace de este asunto, que ha copado la atención de los medios durante toda la semana, aún está por escribir. La BBC se enfrenta a una rebelión interna por su drástica decisión. Los exfutbolistas y comentaristas Ian Wright y Alan Shearer, que presentan junto a Lineker el popular programa, ya han dicho a la dirección que no se pondrán frente a las cámaras este sábado en solidaridad con su amigo y compañero. “Todo el mundo sabe lo que significa para mí Match of the Day, pero ya le he dicho a la BBC que no lo haré mañana. Solidaridad”, ha anunciado Wright en Twitter. A continuación lo hacía Shearer.
Otros colaboradores del programa que no tenían previsto participar este sábado, como Micah Richards o Jermaine Jemas, también han usado las redes sociales para dejar claro que tampoco se habrían sentado en el plató de haberles llamado los productores del programa. A última hora del viernes, la BBC anunciaba que el programa, que emite versiones abreviadas y editadas de los partidos de la jornada antes de dar paso a los comentarios, consistiría este sábado solo en las imágenes de los encuentros, sin presentador estrella ni colaboradores.
El máximo goleador del Mundial de México 86 con la selección de Inglaterra, ex del Leicester City, del Everton, del Barcelona o del Tottenham, y uno de los mejores delanteros del mundo en sus años en activo, había logrado encender de nuevo la ira de los diputados conservadores británicos y de Downing Street al criticar duramente en Twitter la nueva Ley contra la Inmigración ilegal impulsada por Sunak. Llovía sobre mojado. Lineker ya había calentado a los tories en otras ocasiones, al tomar postura claramente en contra del Brexit.
A pesar de tratarse de un colaborador en espacios deportivos, y no estar por tanto expuesto a las mismas normas editoriales que los periodistas de la redacción de informativos, los conservadores no han dejado de presionar a la BBC para que reclamara de Lineker la objetividad e imparcialidad política a la que está obligada la corporación. La primera reacción de su director general, Tim Davie, había llevado a la conclusión general de que el presentador estrella se llevaría una reprimenda personal, y punto. “Nunca en mi vida había recibido tanto apoyo y cariño como el que estoy recibiendo (aparte de cuando marqué los goles para Inglaterra en el Mundial, posiblemente)”, había escrito el ex jugador en Twitter este miércoles, que daba por sentado que seguiría al frente de Match of The Day este mismo sábado: “Quiero daros las gracias a cada uno de vosotros. Significa mucho vuestro apoyo. Seguiré intentando hablar por aquellas pobres almas que no tienen voz. Gracias a todos”.
Sin embargo, veinticuatro horas antes de la emisión del programa, la BBC emitía un comunicado en el que reconocía que había dado su brazo a torcer. “Cuando se trata de liderar nuestra cobertura del fútbol y otros depores, Gary es insuperable. Nunca hemos dicho que Gary deba evitar toda opinión, o que no pueda tener una postura concreta respecto a asunto que le preocupen, pero sí le habíamos dejado claro que debía evitar ponerse en uno u otro lado en cuestiones de política de partidos o en controverias políticas”, ha dicho la BBC en un comunicado en el que afirma tajantemente que “la actividad reciente de Lineker en las redes sociales ha supuesto un quebranto de nuestra guía de comportamiento”.
Lineker llegó a comparar el lenguaje utilizado por la ministra del Interior, Suella Braverman, para defender la nueva ley con el empleado en la Alemania nazi de los años previos a la Segunda Guerra Mundial. “Esta [el nuevo proyecto de ley] es simplemente una medida política increíblemente cruel que va dirigida contra las personas más vulnerables, en un lenguaje que no difiere mucho del que se usaban en la Alemania de los años treinta. ¿Y soy yo el que me he salido de tono?”, escribía en Twitter el exfutbolista.
Braverman, casada con un judío, encabezaba todo el caudal de respuestas airadas que cosechaba Lineker entre los conservadores. Acusaba al presentador de “degradar la inenarrable tragedia” del Holocausto [al que el presentador nunca hizo referencia] y describía su comparación como “perezosa y de poca utilidad”.
La polémica desatada por el presentador ha ocupado en los medios británicos casi el mismo espacio y atención que la propia ley de inmigración, y ha dividido a la opinión pública. Si los políticos y votantes conservadores expresaban su rechazo a los comentarios de Lineker, sus seguidores dejaban claro el apoyo en las redes sociales, y algunos de los tuits del presentador cosechaban hasta 250.000 “me gusta”.
Lineker lleva presentando Match of The Day casi veinticinco años. Ha ganado mucho dinero en su paso por la televisión, lo que ha provocado que la derecha mediática del Reino Unido ataque sus comentarios políticos, le incluya en el llamado champagne labour (el laborismo de champán) — el término derogatorio para referirse a personalidades progresistas con dinero—, y le repita una y otra vez que se dedique a hablar de fútbol y no de política. El exfutbolista ganó 1,5 millones de euros por su colaboración en la BBC durante la temporada 2020-2021.
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