Goleada del Atlético de Madrid al Sevilla como homenaje a Simeone
Los rojiblancos vapulean a los de Sampaoli con un gran Memphis la noche en la que el preparador argentino se convierte en el técnico colchonero con más partidos dirigidos
La noche que Simeone se convirtió en el entrenador del Atlético con más partidos dirigidos, 613, superando al mito Luis Aragonés, sus futbolistas se dieron un festín ante un Sevilla que atacó poco y defendió peor. Seis goles para homenajear la histórica marca de su entrenador. En especial Memphis, en la que era su primera titularidad desde que fue reclutado en el mercado invernal.
En menos de media hora, el Atlético comenz...
La noche que Simeone se convirtió en el entrenador del Atlético con más partidos dirigidos, 613, superando al mito Luis Aragonés, sus futbolistas se dieron un festín ante un Sevilla que atacó poco y defendió peor. Seis goles para homenajear la histórica marca de su entrenador. En especial Memphis, en la que era su primera titularidad desde que fue reclutado en el mercado invernal.
En menos de media hora, el Atlético comenzó a finiquitar a este moribundo Sevilla, desangelado en la cueva, con solo un central natural disponible, Nianzou. Mantequilla para un Atlético que salió mandón y ambicioso. No tardaron los futbolistas de Simeone en explotar la endeblez de su rival buscando la espalda de su parcheado espinazo defensivo. Fue Lemar con una pelota larga el que puso por primera vez a Memphis a citarse con Bono. Le falló el control al neerlandés, cuando lo sencillo era haber ejecutado al meta marroquí a la carrera. El francés comenzó agitador, como Carrasco. Los dos están entre los jugadores con más capacidad de desequilibrio con los que cuenta Simeone. Los dos vagan entre las sombras de la irregularidad y de no ser tan definitivos como se espera de ellos. Anoche, al menos, tuvieron peso en el juego. Una de esas pisadas y repisadas en el costado del área acabó cayéndole a Llorente, de nuevo carrilero por la ausencia del sancionado Nahuel Molina y porque Simeone no se fía del irlandés Doherty, un fichaje fantasma hasta que la tunda le permitió debutar este sábado en el tramo final del encuentro. El derechazo de Llorente se estrelló en la base del poste. Segundo aviso del saco que estaba por recibir el equipo de Sampaoli.
Apenas una carrera potente de En-Nesyri dejó constancia de que el Sevilla aspiraba a ligar algo de juego en ataque con el descalza perros defensivo que mostraba. No fue casualidad que los dos topetazos de Memphis que abrieron el partido llegaran por el medio y tras sendos robos de balón del Atlético. En el primero, Griezmann contempló como Memphis reventaba por el centro a Nianzou y Gudelj. El pase, la octava asistencia del francés, plantó a su deseado socio ante Bono. La pelota atravesó las piernas del marroquí con la misma facilidad con la que Memphis se había escabullido por el pasillo central de los dos centrales sevillistas. Griezmann fue determinante en el fichaje de su excompañero en el Barcelona. Deseaba montar una sociedad con él en el Atlético y Simeone dio el visto bueno a la operación. Solo era cuestión de tiempo que los juntara desde el inicio. Si el primer tanto fue un canto a la fragilidad defensiva del Sevilla, el segundo no lo fue menos. Un quite de Griezmann, una conducción de Llorente y la cesión de este a Memphis en la frontal del área. Hasta dos toques pudo dar en la media luna para prepararse el zapatazo del que Bono solo pudo escuchar el zumbido.
Estaba el duelo para un festival rojiblanco por la contundencia mostrada y porque los futbolistas del Sevilla parecían acompasar el desconcierto que mostraba Sampaoli en sus paseos por la banda. Solo una mala medición de Giménez ante Gueye en un balón que se perdía por la línea de fondo hizo que el partido reviviera. El despiste del central uruguayo lo aprovechó el senegalés para, con un leve toque, propiciar que En-Nesyri solo tuviera que empujar la pelota ante las barbas de Oblak. Estaba el partido más para el tercer gol del Atlético que para que se estrechara camino del intermedio.
No tardó en ampliarse tras la reanudación. Fue Griezmann en otra secuencia de quite y zarpazo. Otra muestra de la laxitud defensiva del Sevilla. Sin nadie que le hiciera sombra, el francés pudo prepararse un zurdazo desde 25 metros que voló a la escuadra derecha de Bono. A la banda que se fue a celebrar el tanto con Simeone, el técnico que le ha moldeado hasta convertirle en su gran obra.
Savic, como Giménez, pudo meter de nuevo al Sevilla en el partido al entregarle la pelota a Ocampos en la frontal del área. Suso mandó al limbo la pelota con Oblak vencido. Luego continuó la bacanal rojiblanca. Carrasco en el segundo palo, remachó libre de marca un toque fino de Pablo Barrios tras cabalgada de Llorente. Rakitic desperdició un penalti forzado en otro acto de fe de Gueye en un balón que, como en el gol de En-Nesyri, se iba por la línea de fondo. Morata cerró la cuenta con dos goles en las dos últimas concesiones defensivas del Sevilla. Y de paso, presentó sus credenciales a la pareja Griezmann-Memphis.
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