El hilo del mando azulgrana es Villar
Josep Contreras, exdirectivo azulgrana y federativo, conecta a los presidentes del Barça, pese sus trifulcas
No hay ningún club más fiscalizado por sus propios directivos y socios que el FC Barcelona desde las elecciones celebradas por sufragio universal en 1978 —antes votaban los compromisarios— y ganadas por Josep Lluís Núñez.
Núñez fue sometido a una moción de censura por Joan Laporta en 1998. Laporta también tuvo que afrontar un voto de confianza en 2008 después de una iniciativa favorecida por Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu. Ambos acompañaron a Laporta en la candidatura ganadora de 2003 y dimitieron en 2005. Una...
No hay ningún club más fiscalizado por sus propios directivos y socios que el FC Barcelona desde las elecciones celebradas por sufragio universal en 1978 —antes votaban los compromisarios— y ganadas por Josep Lluís Núñez.
Núñez fue sometido a una moción de censura por Joan Laporta en 1998. Laporta también tuvo que afrontar un voto de confianza en 2008 después de una iniciativa favorecida por Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu. Ambos acompañaron a Laporta en la candidatura ganadora de 2003 y dimitieron en 2005. Una de las razones de su salida fue que Laporta, cuando fue elegido, no levantó las alfombras de la gestión de Joan Gaspart, obligado a dejar el cargo en 2003. Bartomeu, protagonista del Barçagate, cuya instrucción se ha prorrogado hasta julio, dejó igualmente la presidencia en 2021 cuando los socios pedían hora para votar su continuidad en un proceso mediado por la Generalitat. Y Rosell emprendió una acción de responsabilidad contra Laporta para dimitir en 2014 cuando el fichaje de Neymar pasó a ser un asunto de Estado después de una denuncia del socio Jordi Cases.
Aunque a veces han acabado por sobrepasar al control social del propio club, circunstancia que ha favorecido las filtraciones, los distintos mandatos han sido muy diferentes y sorprende por tanto que la investigación de la Fiscalía implique a los distintos presidentes Gaspart-Laporta-Rosell-Bartomeu hasta que José María Enríquez Negreira dejó de ser vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros en la temporada 2017-2018. Ninguno de los mandatarios rompió la cadena ni tampoco han dado explicaciones de manera conjunta, sino que se han cruzado reproches a la espera de que finalice la investigación externa encargada por Laporta.
El vínculo azulgrana con Negreira desde 2001 hasta 2018 se ha reforzado con la aparición de la figura de Josep Contreras, exdirectivo barcelonista y exvicepresidente de la Federación Catalana, fallecido la pasada Navidad. Contreras siempre estuvo relacionado con el Barcelona, ya fuera directamente en las juntas de Núñez, Gaspart y Bartomeu o como miembro de la comisión social o deportiva, fiel seguidor del equipo azulgrana y especialmente activo en el fútbol base y en el filial del Barça. Contreras acostumbraba a estar en el Miniestadi y en el palco Camp Nou ni que fuera como representante federativo (2011-2014) en representación del presidente catalán Andreu Subies.
Contreras y Subies fueron detenidos y puestos en libertad en 2018 por la adjudicación irregular de unas obras que se enmarcaban en la investigación de la denominada Operación Soule que afectó al entonces presidente de la Federación Española Ángel Maria Villar (1998-2017). El Barcelona apostó decididamente por Villar desde los tiempos de Gaspart hasta los de Laporta. El expresidente azulgrana llegó a ser vicepresidente federativo y el actual mandatario barcelonista apostó también por Villar en las elecciones de 2004 frente a la candidatura de Gerardo González.
Alfons Godall, vicepresidente azulgrana con Laporta, argumentó en 2012 los motivos del apoyo de Laporta a Villar en una entrevista concedida a Antena 3: “Tenemos que estar al lado de las entidades en las que se ejerce el poder y no darles la espalda. Recuerdo que en su día Laporta lo tuvo clarísimo. ¿A qué presidente apoya Florentino? A Gerardo González. Entonces al Barça le conviene apoyar a Villar y tener una buena relación con la federación, donde se cuecen los comités de árbitros, la competición y la Liga de fútbol. Creo que Laporta cultivó mucho, y muy a fondo, las buenas relaciones con estas instituciones y eso nos ayudó. Tuvo una actuación decisiva en el mandato de Villar. Se pretendía cambiar el comité. Lo tenía clarísimo. No estar bien con la federación nos perjudica a nivel deportivo”, concluyó Godall.
También Mateo Alemany, actual director de fútbol del Barcelona, intentó más tarde opositar a la presidencia de la federación española ante Villar después de rechazar una oferta para formar parte del Madrid de Florentino Pérez. Villar fue destituido en 2017, el nuevo presidente es Luis Rubiales y Alemany ha recalado en el Barcelona. El club azulgrana presidido por Laporta, que necesita capitalizarse después de la etapa ruinosa de Bartomeu, ha decidido hacer frente común con el Real Madrid de Florentino. Ambos abogan de forma decidida por el proyecto de la Superliga y pelean contra la Liga Profesional que preside Javier Tebas.
Las relaciones de poder han cambiado desde los tiempos en que Núñez irrumpió con la intención de hacer valer en la federación los intereses del Barça. Gaspart, ya sin cargos ni poder, defiende la inocencia azulgrana, Bartomeu está envuelto en el Barçagate y Rosell anunció que no se presentaría finalmente a las elecciones municipales de Barcelona. El caso Negreira se escapó del control de los directivos ante el asombro de los socios del Barça.
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