Roberto Martínez se convierte en el primer seleccionador portugués de habla no lusa
El técnico español se compromete hasta 2026 y asume el reto de pilotar el epílogo de Cristiano Ronaldo con el equipo de su país
“Voy a intentar aprender portugués lo antes posible”, advirtió Roberto Martínez desde el estrado en el que se presentó como nuevo seleccionador luso, el primero en 101 años de historia que no habla la lengua del país. En un país orgulloso de su cultura y, por supuesto de su fútbol, en toda esa trayectoria apenas un par de entrenadores habían llegado desde otras fronteras y fueron brasileños. Esa cuña la pusieron Otto Gloria en d...
“Voy a intentar aprender portugués lo antes posible”, advirtió Roberto Martínez desde el estrado en el que se presentó como nuevo seleccionador luso, el primero en 101 años de historia que no habla la lengua del país. En un país orgulloso de su cultura y, por supuesto de su fútbol, en toda esa trayectoria apenas un par de entrenadores habían llegado desde otras fronteras y fueron brasileños. Esa cuña la pusieron Otto Gloria en dos procesos, uno de ellos el inolvidable Mundial inglés de 1966 con el deslumbrante Eusebio en el césped, y entre 2003 y 2008 el campeón mundial Luiz Felipe Scolari. Ahora le toca a un entrenador español asumir un reto mayúsculo, que según Fernando Gomes, su nuevo presidente, es una señal de coraje: “Viene para suceder al entrenador con más títulos de la historia de nuestro país”, apunta el mandamás de la Federación Portuguesa de Fútbol. Con Fernando Santos en el banquillo, Portugal ganó la Eurocopa de 2016 y la Liga de Naciones en 2019.
“Nunca fue relevante el lugar de nacimiento”, explica Gomes. Portugal, asegura, buscaba un técnico ambicioso, “conocedor del fútbol internacional, habituado a entrenar jugadores al más alto nivel y con experiencia en los mejores campeonatos y selecciones”. “Respetamos la decisión. Nos gustaría un técnico portugués porque una selección no es lo mismo que un equipo, pero entendemos que no había muchos con un perfil para el puesto que estuviesen disponibles y Martínez viene de una buena escuela y con un buen trayecto”, completa Jose Pereira, presidente del colectivo que agrupa a los entrenadores lusos.
El nombre de José Mourinho, actual entrenador de la Roma, estuvo sobre la mesa. Pero la única propuesta, garantiza Gomes, se hizo a Martínez, liberado del compromiso que le ató durante los últimos seis años y medio con la selección de Bélgica, a la que condujo hasta el tercer puesto del Mundial en 2018 y a liderar durante tres años y medio el ranking FIFA. Ahora iniciará en marzo un camino a la próxima Eurocopa con Portugal, un aterrizaje suave con dos encuentros ante Liechtenstein y Luxemburgo, al que seguirán dos duelos frente a Bosnia e Islandia al final de esta temporada. En esa tesitura la federación lusa no quiso arriesgarse a un interinaje a la espera de cerrar un técnico en activo esta campaña que, eventualmente, podía ser Mourinho.
Martínez tenía sobre la mesa la opción de regresar al Everton, que tiene a Frank Lampard en la cuerda floja, pero ha decidido seguir en el fútbol de selecciones y ahora se presenta exultante en Portugal. “Tenemos una de las selecciones con mayor talento del mundo. Hay grandes expectativas y objetivos”, apunta. Pero deberá gestionar el futuro en el equipo de Cristiano Ronaldo, que se acaba de alistar en la liga de Arabia Saudí. La cuestión es tan capital que resulta inimaginable pensar que el entrenador español no hubiese preparado cuidadosamente una respuesta para su puesta de largo escenificada este lunes en Lisboa. Y ese mensaje remite a la aportación futbolística actual de un astro que acabó el pasado Mundial como suplente. “Las decisiones de fútbol se tienen que tomar en un terreno de juego. No soy entrenador de tomar decisiones en un despacho”, asegura Martínez, que se remite a la convocatoria de Santos para ese campeonato como un punto de partida para empezar a trabajar: “Y Cristiano Ronaldo está en esa lista. Lleva 19 años en la selección y se merece el respeto de sentarnos y a hablar. Y a partir de ahí crear el mejor equipo”.
Portugal afronta el reto de buscar un nuevo liderazgo y parte de una base más que interesante. “Hay 54 futbolistas menores de 28 años en las cinco grandes ligas europeas. Benfica y Oporto están en octavos de final de la Liga de Campeones… Estamos en un proceso en el que tenemos que tomar con naturalidad decisiones importantes”, augura el nuevo seleccionador, que busca además un soporte interno a través de un auxiliar para el que traza un perfil, el de un exjugador con experiencia en la selección.
El compromiso es hasta el Mundial de 2026. A esa altura Cristiano Ronaldo tendrá 41 años, Pepe ya estaría en los 43. Portugal mudará de líderes a partir de una base de la que ya dispone, con Bruno Fernandes, Ruben Dias o Bernardo Silva como referencias y una idea que su nuevo técnico promete “moderna, con flexibilidad táctica, competitividad y alegría”. Al laureado Santos se le criticaba por promover un estilo grisáceo, pero a Roberto Martínez le han dejado un complicado reto por delante: los federativos lusos ya advierten que el equipo debe aspirar a llegar al menos a las semifinales en cualquier competición que afronte.
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