Joan Barreda, agotado y con un dedo del pie roto, quiere continuar en el Dakar
El castellonense se golpea con una roca y se fractura una falange en una etapa pedregosa que define como una de las más duras de sus 13 años de experiencia
Joan Barreda vivió una de las etapas más duras que recuerda en su largo historial en el Rally Dakar. Un golpe con una roca en los kilómetros finales de la segunda especial, con meta entre los espectaculares paisajes de Al-Ula, le provocó una fractura en la falange distal del dedo gordo del pie izquierdo. El castellonense, de 39 años, pretende continuar en carrera a pesar de que el dolor es agudo y al llegar a meta no sentía la extremidad.
“A 100 kilómet...
Joan Barreda vivió una de las etapas más duras que recuerda en su largo historial en el Rally Dakar. Un golpe con una roca en los kilómetros finales de la segunda especial, con meta entre los espectaculares paisajes de Al-Ula, le provocó una fractura en la falange distal del dedo gordo del pie izquierdo. El castellonense, de 39 años, pretende continuar en carrera a pesar de que el dolor es agudo y al llegar a meta no sentía la extremidad.
“A 100 kilómetros del final he cogido una piedra que me ha descolocado encima de la moto, me ha sacado los pies de las estriberas y he impactado con una roca de las miles que había y ya he notado que era un impacto muy fuerte. Los primeros kilómetros apenas sentía el pie, tenía que mirarlo para ver si estaba del golpe que le he dado”, explicaba después de conocer el diagnóstico. La prioridad del piloto de Honda, tercero en la general a 2m03s de Mason Klein (KTM), el nuevo líder y ganador de la especial, es tratar la inflamación a lo largo de la noche y encontrar un vendaje que le permita cambiar de marcha sin demasiadas molestias para poder tomar la salida de la tercera etapa, con meta en Ha’il.
No es la primera vez que Barreda compite lesionado. Sin ir más lejos, el año pasado corrió con la clavícula y la pelvis rotas y aun así logró terminar quinto después de protagonizar una remontada de película, frustrada por una sanción y una caída en la jornada final. “El año pasado fue realmente duro. No sé este año, pero estoy un poco dudoso de cómo va a ir, porque no sé si realmente me podré sentir bien encima de la moto, sin molestias. Simplemente el hecho de ir con el pie encima del reposapiés, con todo el peso mío, ya será doloroso”, comentó con aire resignado.
El piloto de Torreblanca, que participa en su 13º Dakar, ha dejado entrever que esta puede ser su última participación en la prueba. Aunque nunca ha logrado levantar el preciado Touareg, el de Honda es el tercer motorista con más victorias de etapa en la historia (29). Aunque nunca lo reconoció de manera explícita, tenía la mirada puesta en el récord de 33 triunfos compartido por Cyril Despres y Stéphane Peterhansel. Sus dos quintos puestos (2017 y 2022) han sido su mejor resultado en la general hasta ahora, con un total de cinco abandonos y un sinfín de caídas.
Críticas unánimes
La lesión camino de Al-Ula fue un ejemplo más de las muchas consecuencias que tuvo la cronometrada de 430 km propuesta por la organización. Desde la presentación del rally a comienzos de diciembre, David Castera, su director, avisó de que había escuchado a los participantes, que le pedían un recorrido más duro. Lo de este lunes fue, en palabras de Barreda y muchos otros, demasiado. “Hemos pasado por kilómetros y kilómetros de zonas que no había pasado ningún animal, ni un coche ni nada nunca. Meter un fuera pista con piedras o con caminos pedregosos vale, pero no por descampados con piedras todo el rato”, criticó.
Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.