Emery logra con el Aston Villa su tercer triunfo en cuatro jornadas y genera un incendio en el feudo del Tottenham
El Chelsea también tropieza y apenas suma un punto en su visita a Nottingham
El impacto de Unai Emery en el Aston Villa se consolida: con el triunfo (0-2) en casa del Tottenham para abrir 2023 en la Premier, suma tres victorias en cuatro jornadas, las mismas que había logrado Steven Gerrard al frente del equipo en las trece primeras citas de la Premier. La escalada en la tabla le sitúa ahora casi a la misma distancia del descenso (siete puntos) que de Europa (nueve), de una quinta plaza en la que se queda el Totten...
El impacto de Unai Emery en el Aston Villa se consolida: con el triunfo (0-2) en casa del Tottenham para abrir 2023 en la Premier, suma tres victorias en cuatro jornadas, las mismas que había logrado Steven Gerrard al frente del equipo en las trece primeras citas de la Premier. La escalada en la tabla le sitúa ahora casi a la misma distancia del descenso (siete puntos) que de Europa (nueve), de una quinta plaza en la que se queda el Tottenham, que en el regreso tras el Mundial acumula desastres porque no sólo suma un punto de seis posibles sino que le ha dado continuidad a una estadística calamitosa. “Nunca me había pasado nada igual”, advierte el técnico Antonio Conte, que ya no sabe qué tecla tocar para que su equipo no encaje el primer gol en sus partidos. En los diez últimos, siete de ellos en la Premier, ha tenido que manejarse con esa losa. Y la gente ya está harta. A mediados de octubre los Spurs estaban empatados a puntos con el City y a cuatro de un Arsenal que sumaba 27 de 30 puntos. Hoy están a trece. Un desastre que generó un incendio en el espléndido estadio londinense asaltado por el Villa. Buena parte de los aficionados locales se marcharon antes del final y el presidente David Levy fue severamente increpado.
El Tottenham se gastó el pasado verano 170 millones de euros y Conte habló muy claro tras el partido: “No tenemos muchos jugadores creativos”. Ni siquiera las ausencias puntuales de Bentancur, Kukusevski y Richarlison disculpan las carencias. Emery buscó esa veta. El Villa se plegó durante toda la primera parte, se juntó bien por dentro, donde no concedió espacios mientras el Tottenham se empeñó en buscarlos, con los laterales abiertos y extremos como Bryan Gil, que disfrutaba de su primera titularidad en el equipo, con misiones en terrenos interiores. El talento de Barbate, un especialista en el uno contra uno, jugó como quien lo hace con un pie atado a la espalda. El Villa no se cortó. Olvidó el ataque, colocó la línea cuatro sobre la frontal y reforzó los laterales con sus extremos para armar un 6-2-2. El Tottenham encalló.
Nada más volver del descanso, los villanos juntaron por primera vez varios pases en campo contrario. Y marcaron gol. El episodio fue devastador para el Tottenham, que acabó de descarrilar por completo. “Nos dio confianza porque defensivamente éramos fuertes”, confesó Emery tras el partido. El tanto puso la lupa sobre el meta Hugo Lloris, que reaparecía tras la final mundialista mientras su antagonista Dibu Martínez estaba en el banquillo del Villa. El portero galo pifió al intentar blocar un disparo lejano de Douglas Luiz, el rechace lo pescó Watkins y la puntilla la puso Emi Buendía. La sentencia la puso el propio futbolista brasileño después de que el excelente mediocentro Kamara le limpiase un balón Harry Kane, que en todo momento transmitió una imagen mustia.
El Tottenham ya hace tiempo que se mueve entre urgencias. Su propiedad, que recae en un 30% en el propio Daniel Levy a través de un fondo de inversión, le inyectó el pasado verano una ampliación de capital de 180 millones de euros y todavía busca, después de tres años, el mejor postor que bautice su fastuoso estadio. El acuerdo con la NFL para que se disputen partidos de fútbol americano en Londres hasta 2028 es además un río de oro para la entidad, pero las vitrinas de los Spurs no se llenan. El último título que festejaron fue la Copa de la Liga de 2008 y para recordar el anterior hay que remontarse a la Copa de 1991. El Tottenham sólo ganó dos veces la liga inglesa, en 1951 y 1961. “Nuestra afición se merece lo mejor y tal vez lo mejor sea la quinta plaza”, sentenció Conte tras la derrota que abrió un 2023 que no se aguarda sencillo.
No le van las cosas mejor al Chelsea, que está a cinco puntos del Tottenham y siete de la cuarta plaza tras sacar un sufrido empate (1-1) en su visita al Nottingham Forest. Sterling adelantó al equipo londinense en la primera parte tras un par de rechaces afortunados en el área, pero acabó superado por un rival que creció en la media hora final del partido, justo tras el empate de Aurier. El jueves por la noche recibirán al Manchester City en Stamford Bridge.
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