Toby Price pisa fuerte en el prólogo del Rally Dakar, Joan Barreda le sigue de cerca
El australiano de 35 años, ganador de la prueba en 2016 y 2019 con su KTM, vence en la jornada inaugural de la 45ª edición, con el castellonense cuarto a nueve segundos
Toby Price ganó la etapa prólogo del Rally Dakar en motos con un tiempo de 8 minutos y 22 segundos y logró su 16ª victoria de etapa en la mítica prueba. El australiano de KTM, el noveno piloto con más triunfos en la historia de su categoría y poseedor de dos Touaregs (2016 y 2019) marcó el paso en la jornada inaugural de la 45ª edición del rally, la cuarta que se disputa en arenas de Arabia Saudí. “Es bonito ganar, pero esto no garantiza na...
Toby Price ganó la etapa prólogo del Rally Dakar en motos con un tiempo de 8 minutos y 22 segundos y logró su 16ª victoria de etapa en la mítica prueba. El australiano de KTM, el noveno piloto con más triunfos en la historia de su categoría y poseedor de dos Touaregs (2016 y 2019) marcó el paso en la jornada inaugural de la 45ª edición del rally, la cuarta que se disputa en arenas de Arabia Saudí. “Es bonito ganar, pero esto no garantiza nada”, comentó tras bajarse de la moto.
Joan Barreda, que se mostraba confiado con sus opciones antes de arrancar a pesar de no haber hecho ninguna carrera desde el Dakar 2022, imprimió un ritmo demoledor y fue cuarto a nueve segundos del vencedor, superando a todos sus compañeros en Honda. “La mayoría de pilotos necesitan correr carreras para no perder ritmo. Yo siempre he buscado encontrar sensaciones y ritmo durante los entrenamientos”, explicaba el castellonense de 39 años, que reconoce que este puede ser su último Dakar. “He tenido un momento de confusión por culpa de un problema, no sé si de consumo o electrónica. Eso me ha hecho dudar en una recta y he perdido unos segundos. En el resto he ido seguro y sin errores”, resumió satisfecho.
Daniel Sanders (GasGas), fue quien menos tiempo perdió respecto al ganador, cediendo un solo segundo en la clasificación respecto a su compatriota. Sam Sunderland, su compañero bajo los colores de la marca española y ganador en 2022, fue décimo a 13 segundos. “Tuve un par de sustos y me calmé un poco. Son 14 días de caos, así que estos kilómetros no van a cambiar gran cosa”, aseguró. Pablo Quintanilla, segundo el año pasado, fue decimotercero a 16 segundos, unas diferencias que se multiplicarán por cinco y se añadirán al tiempo final de la primera etapa, como avisó en la previa la organización. La intención era evitar que alguno de los favoritos se descolgase a propósito para salir muy atrás y poder seguir la estela de los compañeros que abran pista.
Además, como premio a su velocidad, los 10 primeros clasificados elegirán su posición en la salida de la etapa del domingo, que se dará en orden inverso al resultado del prólogo. Otros de los participantes españoles destacados en la categoría de motos firmaron un papel discreto en este arranque: Lorenzo Santolino fue 24º, Joan Pedrero 33º y Sandra Gómez Cantero fue 94ª.
Mattias Ekström domina para Audi, Carlos Sainz es sexto
La organización tuvo que usar máquinas para abrir y allanar la pista de la etapa prólogo, que se parecía más a un trazado del Mundial de rallies que otra cosa. Una fuerte tormenta a días de empezar la prueba, una excepción en estas latitudes, obligó a repasar a última hora los 13 kilómetros de recorrido alrededor del campamento al lado del Mar Rojo. Joan Navarro, ingeniero del Audi de Carlos Sainz, sexto en la etapa a 14 segundos de su compañero Mattias Ekström, el vencedor, comentaba que habían bajado la altura del coche todo lo posible para maximizar las prestaciones sobre el carril duro.
En los días anteriores al inicio, los pilotos se recorrieron a pie, en bici y en moto eléctrica la etapa. Sainz y su copiloto, el barcelonés Lucas Cruz, tomaron buena nota de cada centímetro. En un primer momento, la organización les permitió hacerlo, pero al día siguiente les dijeron que no podían. “Hicimos notas de rally que las vamos a tirar a la basura, una pena porque nos hubiera ido bien y echamos allí dos horas”, contaba en la previa. El madrileño perdió 13 segundos con Sébastien Loeb (BRX), el mejor entre los favoritos. El francés cedió un segundo sobre Ekström, pero le arañó más de 10 a sus principales rivales: Peterhansel fue tercero a 11 segundos del ganador, y Nasser Al-Attiyah, que defiende su corona, fue cuarto a 12. “Nosotros, si no hay sorpresas, saldremos quintos mañana. Hacerlo más atrás sería mejor, pero quinto no está mal”, valoró Sainz. Los 10 primeros en coches, en orden inverso, también podrán decidir desde dónde parten para evitar abrir pista o tragar demasiado polvo.
La complejidad de la etapa estaba en la falta de referencias en un camino con tramos muy parecidos. El escaso kilometraje propiciaba además diferencias mínimas. La única que les quedó a los participantes fue darse otro par de vueltas para intentar memorizarlo e irse a dormir con el circuito en la cabeza. En su segunda aventura a cuatro ruedas, Laia Sanz empezó con un competitivo 27º puesto a 49 segundos del ganador, muy cerca de su compañero en el Astara, Oscar Fuertes (24º), y a la misma altura que Isidre Esteve (28º con su Toyota). “Un pequeño error nos habrá costado alguna posición, pero el objetivo era estar entre los 40 primeros para mañana empezar en buen sitio y lo hemos hecho bien”, comentó la barcelonesa.
Daniel Vilà, el primer participante en arrancar en esta edición, logró una meritoria tercera plaza en la categoría de quads el día de su debut. Cristina Gutiérrez, en prototipos ligeros T3, empezó liderando una prueba donde parte como una de las favoritas para la victoria general. Esta Nochevieja no habrá uvas para los pilotos españoles, que deberán madrugar para encarar la primera etapa del rally, un circuito de 368 kilómetros con salida y llegada al campamento del mar. “Estamos acostumbrados a celebrarlo en casa, en familia. El año pasado estábamos aquí pero no había etapa al día siguiente, así que pudimos vivirlo despiertos a pesar de la distancia”, se resignaba Sainz.
“Antes mi novia me ha dicho que era Nochevieja y yo ni me acordaba. Hace ya muchos años que no lo celebramos demasiado, pero así es nuestro trabajo”, sonreía Barreda. “¿Qué, hoy es 31?”, se extrañaba Monsieur Dakar. “Me había olvidado por completo. Me iré a dormir antes de medianoche, pero espero tener una buena cena”.
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