La campeona de Europa acaricia el pase al Mundial

España, con 28 puntos de Jaime Fernández, derrota a Italia en Pésaro (84-88) tras una prórroga y el lunes puede sellar el pasaporte ante Países Bajos en Huelva

Jaime Fernández, en el partido contra Italia.Alberto Nevado

Del oro de Berlín a las puertas del Mundial. La selección española de baloncesto derrotó este viernes a Italia en Pésaro tras una prórroga en las ventanas clasificatorias para el próximo campeonato del mundo y cerró prácticamente su billete para la cita del verano de 2023 en Filipinas, Japón e Indonesia. España prolongó su estado de felicidad en el primer encuentro que disputaba después del Eurobasket y el próximo lunes en Huelva, ante Países Bajos, buscará sellar su pasap...

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Del oro de Berlín a las puertas del Mundial. La selección española de baloncesto derrotó este viernes a Italia en Pésaro tras una prórroga en las ventanas clasificatorias para el próximo campeonato del mundo y cerró prácticamente su billete para la cita del verano de 2023 en Filipinas, Japón e Indonesia. España prolongó su estado de felicidad en el primer encuentro que disputaba después del Eurobasket y el próximo lunes en Huelva, ante Países Bajos, buscará sellar su pasaporte definitivo para defender el título de 2019.

El triunfo llevó el nombre de Jaime Fernández, desatado con 28 puntos (su récord como profesional), 10 en ese tiempo extra. Y de Alberto Díaz, un defensor gigante, autor de cinco recuperaciones (de las ocho de España), ocho puntos y cuatro rebotes. La selección sudó para hacer buena su superioridad en el rebote (27-45) porque perdió mucha sangre por culpa de las pérdidas (17).

España fue España desde el inicio. Pueden cambiar los nombres (solo cinco repetían entre los 12 medallistas), pero la receta siempre comienza con la defensa. Más que una selección, es el equipo de Scariolo, un sello reconocible. Con Sebas Saiz como capitán, Jaime Fernández y Alberto Díaz al volante, y Joel Parra de interior, España emergió en Pésaro —con Valentino Rossi de espectador— y cosió las primeras ventajas (9-19). Los chicos del excéntrico entrenador Gianmarco Pozzecco chocaban contra la defensa española, muy inferiores en el rebote y demasiado forzados en sus lanzamientos (18-22 al final del primer cuarto).

Santi Yusta y Juan Núñez refrescaron a la selección y el marcador avanzaba a favor de España a pesar de que el primer triple no llegó hasta el minuto 15, obra de Joel Parra para el 25-32. Italia metió entonces otra marcha, siempre con piernas rápidas, espabiló atrás y un arreón de 8-0 cambió el escenario. Apareció el fajador Alberto Díaz para robar un balón y asistir a la carrera a Sima para que la selección alcanzara el descanso un dedo por delante (33-36).

De la charla de Scariolo salió España engrasando una herramienta oxidada: el triple. Alberto Díaz, omnipresente, firmó el segundo acierto español de la noche (32-42) después de un tiro fallado en la misma jugada. La selección mandaba en el rebote ofensivo, un palmo por arriba de su rival, y dos bingos más desde el perímetro de Díaz y de Santi Yusta mantenían la renta (41-48, 49-55). Italia corría más que pensaba, muy acelerada. En el último tramo debía quemar todas sus naves y tomó la vía rápida. Al mando de Mannion, encendido en las penetraciones y a distancia, escribió un parcial de 10-2 al inicio del cuarto final que obligó a Scariolo a parar el encuentro. “Inteligencia”, pidió a sus chicos el jefe. España estaba seca en ataque por más que Alberto Díaz se multiplicaba para robar y robar.

Solo tres puntos en seis minutos del último cuarto parecían condenar a la campeona de Europa a un resbalón en Pésaro (62-58). Hasta que uno de los hombres de oro, Jaime Fernández, pidió el balón e hizo suyo el encuentro. Era el momento de los reyes de Berlín, gente como Fernández, Díaz, Sebas Saiz y Joel Parra, ya curtidos bajo la presión de una gran cita. Los últimos segundos fueron un intercambio de golpes entre Spissu, Mannion y Jaime Fernández y la cita desembocó en el tiempo extra (70-70).

En la prórroga desapareció Saiz por cinco faltas personales, pero España estaba más cómoda en esas aguas turbulentas que su rival. El temple en los tiros libres y la fiebre anotadora de Jaime Fernández condujeron a España a la victoria en Pésaro. Y a Sergio Scariolo a cerrar una semana de gloria. Con su equipo, la Virtus, venció en Milán en la Euroliga. Con España, a su Italia en Pésaro.

Italia (18+15+16+21+14): Petrucelli (7), Ricci (5), Spissu (12), Tessitori (8) y Vitali (8)-cinco inicial-, Baldasso (4), Biligha (10), Mannion (20), Pajola (2) y Severini (8).

España (22+14+19+15+18): Brizuela (5), Díaz (8), Parra (12), Saiz (9) y Salvo (8)-cinco inicial-, Barreiro (-), Bassas (2), Fernández (28), Guerrero (1), Núñez (-), Sima (6) y Yusta (9).

Unos 10.000 espectadores en el pabellón Vitrifrigo Arena de Pésaro (Italia).

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