Red Bull pasa cuentas ante la FIA
El organismo internacional resolverá este lunes si el equipo campeón superó el límite de gasto en 2021, una decisión que legitimará o debilitará la normativa
Si la mayoría de aficionados aplaude la gestión que ha hecho Liberty Media desde que el gigante norteamericano del entretenimiento se puso al volante del Mundial de Fórmula 1, esa misma hinchada frunce el ceño cuando su objeto de análisis es la Federación Internacional del Automóvil (FIA), el organismo que se encarga de legislar el campeonato. La opinión generalizada coincide en pedir la regeneración de esta entidad, sus miembros y sus protocolos de acción, todos ellos obsoletos a ojos del grueso de habitantes del paddock, instalado este fin de semana en Japón. En el circuito de Suzuka ...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
Si la mayoría de aficionados aplaude la gestión que ha hecho Liberty Media desde que el gigante norteamericano del entretenimiento se puso al volante del Mundial de Fórmula 1, esa misma hinchada frunce el ceño cuando su objeto de análisis es la Federación Internacional del Automóvil (FIA), el organismo que se encarga de legislar el campeonato. La opinión generalizada coincide en pedir la regeneración de esta entidad, sus miembros y sus protocolos de acción, todos ellos obsoletos a ojos del grueso de habitantes del paddock, instalado este fin de semana en Japón. En el circuito de Suzuka solo se habla de dos cosas. Por un lado, de la posibilidad de que Max Verstappen se proclame campeón este domingo (7:00, Dazn). El neerlandés, que arrancará desde la pole position, se encasquetará su segunda corona de forma consecutiva si gana la carrera y se anota la vuelta rápida, al margen de otras combinaciones que se pueden resumir en dos casuísticas: que sume ocho puntos más que Charles Leclerc (sale segundo) y seis más que Checo Pérez (cuarto). Carlos Sainz saldrá el tercero, y Fernando Alonso lo hará el séptimo.
Sin embargo, el rodillo que ha pasado este curso el muchacho de Hasselt hace que la consecución del título se da por descontada, se materialice esta semana o después. Con eso en mente es normal que todas las estructuras estén más pendientes del fallo que la FIA tiene que hacer público este lunes, acerca del supuesto incumplimiento de la normativa por parte de dos de los equipos, entre ellos Red Bull, el actual campeón del mundo. Según las sospechas más generalizadas, la compañía energética superó holgadamente el límite presupuestario de 145 millones de dólares establecido para la temporada pasada (unos 130 millones de euros en ese momento). Una segunda escudería, al parecer Aston Martin, se habría pasado de forma más leve. La FIA, que en un primer momento debía oficializar su veredicto el jueves, retrasó el dictamen hasta este lunes, amparándose en la relevancia del caso. En eso sí están de acuerdo todos aquellos que se han desplazado hasta Suzuka, que catalogan de absolutamente trascendental para el equilibrio del certamen el desenlace de este asunto.
La FIA está acorralada y puede terminar convirtiéndose en su propia víctima. Sobre todo, si se confirma que Red Bull sobrepasó esa barrera de 130 millones de euros por mucho. En ese caso, la sanción debería ser ejemplar, porque lo contrario sería asestarle un estacazo de muerte a la medida económica teóricamente más invasiva de la historia. En el supuesto de que la tropa del búfalo rojo hubiera cometido una clara irregularidad, la normativa deja muy abierta la penalización a imponer. El más severo de los castigos podría llegar a ser la exclusión. Evidentemente, el resto de la parrilla pide firmeza, habida cuenta de los esfuerzos hechos para entrar dentro de esos márgenes, pero también para legitimar la regla. Si Red Bull sale de esta sin llevarse un buen susto, lo lógico es que los demás equipos sigan también ese camino, para no jugar en desventaja. Ese argumento es al que apela Lewis Hamilton para intentar presionar a la FIA, que, casualmente, tuvo un papel decisivo en el desenlace del pasado ejercicio.
“Como corredor, uno siempre está pidiendo piezas nuevas. En Silverstone recibimos la última actualización [en 2021], nos dio casi tres décimas y estoy seguro de que costó menos de un millón de euros”, comenta Hamilton desde Japón. “Y después, recuerdo cómo llegaban sus camiones [de Red Bull] llenos de componentes. En ese punto ya pensaba que iba a ser muy complicado superarles si seguían introduciendo cosas”, añadía el británico. “Los límites en el presupuesto son de vital importancia, y tenemos que asegurarnos de que se cumplan. Si alguien los ha incumplido, hay que imponerle las penalizaciones oportunas. No solo financieras, sino también deportivas y técnicas”, opina Zak Brown, CEO de McLaren. “Si te saltas las reglas de naturaleza técnica o deportiva recibes sanciones. Pues en el ámbito financiero tiene que ocurrir lo mismo porque, si alguien se excede, eso supone una gran ventaja en la pista que debe tratarse de forma rápida y firme”, remachaba el ejecutivo norteamericano.
Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.