Marc Márquez vuelve a conseguir una ‘pole’ 1.071 días después
El piloto de Cervera logra el mejor tiempo en la clasificación del GP de Japón y confirma que será juez en el tramo final del Mundial más igualado de los últimos cinco años
Hacía más de 1.000 días, concretamente 1.071, que Marc Márquez no conseguía una pole position, pero las condiciones de lluvia provocadas por el tifón Talas le permitieron sacar a relucir toda su magia en un GP de Japón muy especial para Honda. Tres años después de la última prueba en Motegi, ...
Hacía más de 1.000 días, concretamente 1.071, que Marc Márquez no conseguía una pole position, pero las condiciones de lluvia provocadas por el tifón Talas le permitieron sacar a relucir toda su magia en un GP de Japón muy especial para Honda. Tres años después de la última prueba en Motegi, cancelada por la covid-19 las dos últimas campañas, el buque insignia de la fábrica de Hamamatsu les dio una alegría colosal a los suyos y puso el miedo en el cuerpo a sus oponentes, inmiscuidos en la batalla por el título más apretada de los últimos cinco cursos.
“Tenía que aprovecharlo, en agua puedo pilotar como quiero”, aseguró el piloto de Cervera, que en condiciones de seco todavía nota la falta de musculatura en su brazo izquierdo. “Quería arriesgar aquí. Buscamos pequeños alicientes para tener motivación, y se tiene que celebrar todo vista la situación que tenemos en el equipo”, sonreía el octocampeón del mundo. Se abrazó efusivamente con su padre, Julià, después de alzar los puños en alto y abalanzarse sobre sus mecánicos emocionados en el parque cerrado. Tras dos años de puro sufrimiento y planteamientos cercanos a la retirada prematura, las cuatro operaciones en el húmero derecho han valido la pena: “Quiero agradecer a toda la gente que me ha ayudado para volver, también a Honda porque están trabajando muy duro para llegar al nivel que queremos alcanzar”.
En su segunda carrera de regreso, el Márquez de siempre demostró que está de vuelta a pesar de contar con una de las peores motos de la parrilla. Para la escuadra japonesa se trata de la primera pole de la temporada, ya que la última llegó en el GP de Gran Bretaña a finales de agosto del año pasado de la mano de Pol Espargaró, 11º este sábado. Aunque él no lo reconoce explícitamente, y como ya se vio en Aragón la semana pasada, Marc amenaza con ser juez en el tramo final del campeonato.
A cinco carreras de la conclusión, el Mundial de MotoGP llega a la gira asiática con los tres principales candidatos al título en un pañuelo. Tan solo 17 puntos separan a Fabio Quartararo y su Yamaha de Aleix Espargaró y su Aprilia, si bien todos los focos apuntan a Pecco Bagnaia, segundo clasificado a 10 puntos del francés, como el principal favorito al título. El puntal de Ducati acumula 120 puntos de 125 posibles en las últimas cinco pruebas y llega en un estado de forma envidiable, aunque bajo el aguacero se sintió tan incómodo que quedó el último de la segunda tanda clasificatoria. El italiano partirá 12º, mientras que el líder lo hará 9º. El piloto de Granollers, el más satisfecho este sábado, lo hará 6º y con ganas de recortar a sus dos rivales
En un fin de semana de excepción en Japón -el viernes solo hubo una sesión de entrenamientos libres por la previsión de retrasos logísticos por culpa de otro tifón y la lluvia obligó el sábado a cancelar otra sesión libre-, los tres candidatos se marcaron en corto y terminaron la primera sesión en 40 milésimas de diferencia. “La verdad que es curioso en un circuito tan distinto, después de tres años, con tiempos tan rápidos, motos tan distintas como la Yamaha, la Ducati y la Aprilia, y el mismo tiempo. Es increíble, va a estar muy ajustado”, avisaba Espargaró, consciente de que deberá arriesgar un puntito más si quiere tener opciones.
Al contrario que en épocas pasadas, esta lucha a cuchillo por la corona se mantiene dentro de un ambiente competitivo sano y respetuoso. La relación entre los contendientes es tan buena que Aleix y Fabio, vecinos en Andorra, compartieron vuelo rumbo a Tokio. “Yo estoy disfrutando, y a Fabio le veo disfrutar también mucho, quizá más que a Pecco”, reflexionaba. Aunque todos reconocen un grado de tensión sobre la pista, pocas puyas se lanzan fuera de la misma. Quizás haciendo gala de su experiencia y madurez, fue Espargaró quien se animó a poner en duda la estrategia de la marca de Borgo Panigale. “Ducati tiene al enemigo en casa, a ver cómo lo gestiona”, apuntó sobre Enea Bastianini, que mantiene opciones matemáticas de ser campeón del mundo a pesar de estar a 48 puntos del líder. “No doy el Mundial por perdido”, declaró el riminés, que la semana pasada adelantó a su próximo compañero de fábrica en la última vuelta para vencer el GP de Aragón y sumar su cuarta victoria del año.
“He pedido no tener órdenes de equipo, quiero merecerlo y no que me lo den gratis”, aseguraba Bagnaia, satisfecho con el buen ambiente en el paddock a pesar de la intensa batalla. “No somos amigos, somos rivales, pero con mucho respeto. Si tenemos que hablar, hablamos. Y si tenemos que hacer una broma, la hacemos”, concedía después de hacerse un selfie promocional con Quartararo y Espargaró. En medio de este clima pacífico, dijo la suya un Márquez que sigue yendo como un cohete desde su regreso. “El buen rollo que existe ahora es porque todavía no hemos vivido un cuerpo a cuerpo real, de última vuelta”, opinó sobre la batalla por el título. “Ellos sabrán. Yo cuando estoy en esa situación juego las cartas de otra manera”.
A pesar de las complicadas condiciones del sábado por culpa del tifón, se espera que la carrera se dispute este domingo (8:00h, DAZN) bajo un sol radiante. Con Marc a la cabeza y la lucha por la corona al rojo vivo, la carrera en Motegi promete emociones fuertes.
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