Las árbitras mejoran sus condiciones laborales tras alcanzar un acuerdo con la Liga Profesional de Fútbol Femenino
Las colegiadas principales cobrarán 35.000 euros y las asistentes 18.000, y este fin de semana arrancará el campeonato
El colectivo arbitral femenino, representado por la Federación Española de Fútbol en la negociación, y la Liga Profesional de Fútbol Femenino, llegaron a un acuerdo en la noche de este miércoles que acaba con el parón de actividad de las colegiadas y que impidió que el campeonato liguero diera comienzo la semana pasada. Aunque no estaba prevista una reunión formal, pues se esperaba para este jueves, el presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD...
El colectivo arbitral femenino, representado por la Federación Española de Fútbol en la negociación, y la Liga Profesional de Fútbol Femenino, llegaron a un acuerdo en la noche de este miércoles que acaba con el parón de actividad de las colegiadas y que impidió que el campeonato liguero diera comienzo la semana pasada. Aunque no estaba prevista una reunión formal, pues se esperaba para este jueves, el presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), José Manuel Franco, el presidente federativo, Luis Rubiales, y la presidenta de la patronal, Beatriz Álvarez, mantuvieron durante todo el día conversaciones que lograron desbloquear un conflicto que amenazaba seriamente el primer proyecto de liga femenina profesional del deporte español.
Las colegiadas solicitaban una mejora de sus condiciones laborales y demandaban que se ajustaran a la nueva categoría profesional de la Liga. Las reuniones celebradas desde el lunes, con el CSD como impulsor y mediador, no habían cuajado ante las posturas distantes. Finalmente, aunque con la federación y la LPFF atribuyéndose el éxito, el acuerdo pudo cerrarse. Las árbitras principales cobrarán 35.000 euros y las asistentes 18.000, según la federación. Además, el CSD aportará, aparte de los 5 millones de euros anuales que abona a la competición, otros 350.000 euros extras en los próximos tres años para un fondo mutual individualizado del que las colegiadas podrán disponer una vez finalizada su carrera. Según su comunicado, la federación aportará la misma cantidad a la LPFF mediante el Convenio de Coordinación para ser destinados íntegramente a los clubes.
En su nota, la federación califica de “histórico” el acuerdo. “CSD y RFEF refuerzan su apuesta por el fútbol femenino a través de la consolidación de unas partidas presupuestarias que han derivado en un pacto pionero que permitirá el arranque de la Primera División del Fútbol Femenino”. La nota, en ningún momento, hacía referencia a la LPFF.
Por su parte, la patronal, desglosaba en su comunicado el salto salarial que ha supuesto el pacto final para las colegiadas. “Arbitra principal, pasa de 300 a 1.666 euros por partido; Asistentes de 166 a 1.066 euros por partido; y cuarta árbitra: de 84 a 250 euros por partido”. La nota era agresiva con la federación desde su primer párrafo y delata el clima vivido durante las negociaciones. “La Liga F informa que el colectivo arbitral finalmente ha aceptado la propuesta planteada por esta Liga, por lo que la competición profesional de fútbol femenino se reanudará el próximo fin de semana tras el vergonzante episodio de la jornada 1 y que jamás debió haberse permitido”, rezaba el escrito, que finalizaba contra andanada al ente federativo: “Por mucho que algunos quieran hacer creer, la profesionalización no es una llave que abra un cofre de dinero. La profesionalización aporta la posibilidad de que el fútbol femenino pueda ser gestionado de manera independiente por aquellos que verdaderamente creen en él, permitiendo así disponer de las herramientas necesarias para hacerlo crecer”. En la federación dan por bueno el acuerdo al haber logrado defender la profesionalización de un colectivo que se sintió dejado de lado por la patronal e insisten que, sin los 350.000 que aportará durante tres años, no hubiera sido posible.
Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.