El Arsenal puja fuerte en la Premier
El club londinense, con 300 millones, suma el mayor gasto de los dos últimos años en la Liga inglesa, que abre hoy contra el Palace
”Me enamoré del fútbol tal como más adelante me iba a enamorar de las mujeres: de repente, sin explicación, sin hacer ejercicio de mis facultades críticas, sin ponerme a pensar para nada en el dolor y en los sobresaltos que la experiencia traería consigo”. Nick Hornby describe en las primeras líneas de su celebrada novela Fever Pitch —traducida en España como Fiebre en las gradas— su relación con el fútbol y la vida a través del ...
”Me enamoré del fútbol tal como más adelante me iba a enamorar de las mujeres: de repente, sin explicación, sin hacer ejercicio de mis facultades críticas, sin ponerme a pensar para nada en el dolor y en los sobresaltos que la experiencia traería consigo”. Nick Hornby describe en las primeras líneas de su celebrada novela Fever Pitch —traducida en España como Fiebre en las gradas— su relación con el fútbol y la vida a través del Arsenal y el carrusel de emociones que de esa pasión se derivan. Hay equipos incapaces de manejarse en la indiferencia, uno de ellos está al norte de Londres y se hizo con su última Premier en 2004 después de que nadie lograse ganarle. Forjó la leyenda de los Invencibles, acarició la Champions dos años después, superado en la final por el Barcelona, y poco a poco se cayó.
Desde entonces su palmarés se compone de cinco Copas. Su último partido en la Champions data de febrero de 2017. Entonces el Bayern le superó por un global de 10-2 y cerró un ciclo de dos décadas en la élite. En 2021 se quedó, por primera vez en un cuarto de siglo, fuera de las competiciones europeas. Hoy (21.00, Dazn), tras seis temporadas sin clasificarse entre los cuatro primeros de la Premier, el Arsenal inicia en el feudo del Crystal Palace el ejercicio que considera del regreso. “Hemos aumentado el nivel de energía y ambición. Queremos estar muy arriba”, asume el técnico Mikel Arteta.
Un año después de aquella traumática salida de la Champions, y al tiempo que Arsène Wenger dejaba el club, la compañía norteamericana Kroenke Sports & Entertainment se hizo con el 100% del club, del que ya tenía el control tras incrementar su participación accionarial desde que en 2007 había adquirido el 9,9%. Aquel fue un movimiento traumático para una afición que se mofaba del Manchester United animándole con retranca. “¡Iuuueessseeei!”, le gritaban a los diablos rojos cuando el neoyorkino Malcom Glazer desembarcó en Old Trafford. Los Kroenke (Stan, el padre, y Josh, el hijo) son vistos con recelo por los gunners de cuna.
A los Kroenke se les consideraba en Londres como unos dueños esquivos con la inversión y ocupados en el negocio. “¿Os importamos?”, les espetó un importante lobby de seguidores del equipo en el verano de 2019 en una dura campaña que hablaba de dinero, pero también de sentimientos.
Desde entonces, solo el Manchester City les supera en inversión en fichajes. Y en los dos últimos veranos nadie ha gastado más que el Arsenal, que va por los 300 millones de euros. Gabriel Jesus llegó por 52, Zinchenko, Fabio Vieira y Odegaard por 35 cada uno. El central Ben White se disparó hasta los 58. “Ahora tenemos futbolistas más específicos y mejores para nuestro estilo de juego”, concede Arteta, que advierte: “Todo sigue abierto. Habrá movimientos”.
Al entrenador donostiarra le reclutó Edu Gaspar, aquel centrocampista brasileño que estaba en el plantel de los Invencibles y luego pasó por el Valencia. Hoy es director deportivo del club, al que regresó en ese iniciático verano del 19. Una de sus primeras decisiones fue liquidar en mitad de la temporada a Unai Emery y llamar a Arteta, que era auxiliar de Guardiola en el Manchester City. Arteta ganó la Copa en el gris verano de 2020, pero hace ahora un año estaba en discusión por parte de la afición tras un nefasto inicio de campaña. Esos días vuelven al recuerdo ahora con el estreno del documental grabado por Amazon en las tripas de la entidad, un trabajo que flirtea con la hagiografía, pero muestra al entrenador como un líder capaz de pilotar las emociones de sus hombres.
Al Arsenal no le ha preocupado pagar traspasos sino rebajar masa salarial con salidas como las de Aubameyang, Özil o Lacazette. “Estábamos fuera de Europa con sueldos de Champions”, lamentaba Josh Koenkre. Edu advierte de que todo forma parte de un proyecto a cinco años y se apoya en la mentalidad de unos propietarios que asumen este tipo de procesos como algo natural en el deporte.
Los Kroenke tienen la cartera de franquicias más completa del planeta: Denver Nuggets (NBA), Los Angeles Rams (NFL), Colorado Avalanche (NHL), y Colorado Rapids (MLS). En fútbol americano y hockey hielo son los actuales campeones. Pero antes perdieron y mucho. Imposible sostener ese dictado en el Arsenal: “Ya entendemos la mentalidad del seguidor del fútbol. No tiene que ver con el deporte americano. Tampoco la manera de trabajar, con grandes clubes muy superiores financieramente a los demás”, admite el joven Koenkre.
El Arsenal no mira al título, pero sí quiere creerse en condiciones de regresar a la Champions. Fracasó al reclutar a Raphinha y Lisandro, que prefirieron Barcelona y Manchester United, pero se ilusiona con Gabriel Jesus, que viene de marcarle tres goles al Sevilla en el amistoso que cerró la pretemporada del equipo. “Nos sorprende la rapidez con la que se ha adaptado al equipo”, explica Arteta, que le ha entregado la capitanía a Martin Odegaard, que apenas ha jugado 60 partidos con el cañón en el pecho. “Tiene solo 23 años, pero es un jugador que representa los valores de este club. Le apasiona el juego y disfruta con la responsabilidad”.
Hoy empieza el camino ante el Crystal Palace dirigido por Patrick Vieira, otro de los Invencibles de Wenger.
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