El fútbol femenino engancha a Europa
Después del éxito de la última Champions, con récord mundial de asistencia, la Euro acumula a 574.875 espectadores
Wembley coronó este domingo el éxito del fútbol femenino en Europa. Una apuesta de la UEFA que pone en jaque el poderío de las estadounidenses tanto en el juego como en el magnetismo para la hinchada.
Estados Unidos domina el fútbol femenino. Al menos, así lo enseñan los números. De los ocho mundiales disputados, las estadounidenses se quedaron con cuatro (1991, 1999, 2015 y 2019), una vez terminaron en el segundo puesto (2011) y suman otras tres medallas d...
Wembley coronó este domingo el éxito del fútbol femenino en Europa. Una apuesta de la UEFA que pone en jaque el poderío de las estadounidenses tanto en el juego como en el magnetismo para la hinchada.
Estados Unidos domina el fútbol femenino. Al menos, así lo enseñan los números. De los ocho mundiales disputados, las estadounidenses se quedaron con cuatro (1991, 1999, 2015 y 2019), una vez terminaron en el segundo puesto (2011) y suman otras tres medallas de bronce (1995, 2003 y 2007). Es decir, siempre ha tocado el podio. “Es una selección que cuenta con un gran apoyo”, explicó a este periódico la sueca Pia Sundhage, hoy seleccionadora de Brasil, ganadora de dos oros olímpicos con Estados Unidos en 2008 y 2012. Una supremacía que comenzaba en las gradas y terminaba en el césped. En 1999, las americanas celebraron la mejor marca de asistencia en un partido de fútbol femenino: 90,185 de espectadores el Rose Bowl de Los Ángeles para ver la victoria de las locales frente a China. Un récord que se sumó al de asistencia en el torneo en conjunto (660.000) y al de audiencia (40.000 millones de personas siguieron la final por la tele).
Por entonces, en Europa solo Alemania, Suecia y Noruega asomaban entre las mejores selecciones del mundo. En 2012, la UEFA inició un programa para el desarrollo del fútbol femenino. Cada federación comenzó a recibir 100.000 euros para dedicar específicamente al crecimiento. La cantidad aumentó en un 50% en 2020. Además, el máximo organismo del fútbol europeo creó un departamento dedicado al femenino, que lidera la exjugadora Nadine Kessler. “Los diferentes tipos de organizaciones e instituciones, como los clubes, la UEFA, la FIFA, los medios de comunicación y los patrocinadores han comenzado a poner esfuerzo en el femenino”, explica a EL PAÍS la alemana. La apuesta de la UEFA tuvo resultados. En el último Mundial, en Francia 2019, siete de las ocho cuartofinalistas fueron europeas. La copa, en cualquier caso, la levantó Estados Unidos.
La apuesta de la UEFA ha continuado en la Liga de Campeones. Desde la edición 2017-2018, el organismo europeo ha repartido 41,3 millones de euros en la Champions. Y la última temporada dejó récord de espectadores en cada país. Inglaterra celebró la mejor marca de asistencia en la final de la FA Cup (49.094), en la victoria del Chelsea sobre el City (3-2). Francia hizo lo propio en su copa, cuando 43.254 espectadores presenciaron el triunfo del Lyon sobre el PSG (2-1) en el Parque de los Príncipes. En Wolfsburgo abrieron su libro de registros en el partido frente al Barça (22.057), también Italia en la final de la Champions entre el Barcelona y el Olympique: 41.500. Ningún encuentro hizo tanto ruido como el clásico entre el Barça y el Madrid en el Camp Nou, 91. 553 para borrar el récord de Estados Unidos y China en la final del Mundial 99. “Es simplemente fantástico cuando ves que es una tendencia. Que la gente viene a ver los partidos, que se comienza a normalizar la presencia de espectadores en los partidos de mujeres”, comentaba Ada Hegerberg, Balón de Oro en 2019 a este periódico.
Pero lo mejor para Europa estaba por llegar. Inglaterra recibía a la Euro y la hinchada se volcó como nunca antes con el femenino. Lo que había empezado en la Champions se consolidó en la Eurocopa. Ya no era casualidad. De entrada, Old Trafford se llenó para inaugurar el torneo: 68.871 personas vieron en la casa del United el duelo entre las Lionesses y Austria. La Eurocopa la vieron 574.875 espectadores en los estadios y Wembley se llenó en la final (87.192), récord en una final de Euro tanto masculina como femenina. Y la emisión de la final en la BBC fue la más vista del año en la televisión en Reino Unido, con un pico de 17,4 millones de espectadores.
“A nosotras simplemente nos confirma que teníamos razón. Solo había que invertir y después saber vender el producto”, concluye Vero Boquete.
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