Cecilie Ludwig venga el adiós de Cavalli y brilla en el Tour de Francia femenino
La corredora danesa se impone con autoridad en la primera gran selección de las favoritas, escapadas del pelotón tras el muro vertical de Mutigny
Etapa llana, sí, pero minada de altibajos, con tres puertos de cuarta categoría y uno de tercera, la cota de Mutigny —una rampa rompepiernas al 12,2%—, en el tramo final del recorrido. Suficiente para que, en el estreno de Marianne Vos como líder de la carrera, la campeona danesa, Cecilie Uttrup Ludwig, eterna sonrisa, se alzara en Épernay como la más fuerte de las favoritas. La corredora del FDJ, cortada en el día de ayer por los abanicos, se impuso en los últimos metros, picando hacia arriba, a una pequeña selección con ...
Etapa llana, sí, pero minada de altibajos, con tres puertos de cuarta categoría y uno de tercera, la cota de Mutigny —una rampa rompepiernas al 12,2%—, en el tramo final del recorrido. Suficiente para que, en el estreno de Marianne Vos como líder de la carrera, la campeona danesa, Cecilie Uttrup Ludwig, eterna sonrisa, se alzara en Épernay como la más fuerte de las favoritas. La corredora del FDJ, cortada en el día de ayer por los abanicos, se impuso en los últimos metros, picando hacia arriba, a una pequeña selección con Vos, Niewiadoma y Moolman, metros por delante del resto de aspirantes, donde Mavi García, con grandes sensaciones, apretaba los dientes para terminar séptima, a seis segundos de la ganadora.
Secándose las lágrimas y con la voz entrecortada, Ludwig ha dedicado la victoria a su equipo, el FDJ, lastrado tras el abandono de Marta Cavalli, su gran baza para la general, en la jornada de este lunes: “Esto es increíble. Ganar así, después del día de mierda que tuvimos ayer... No tengo palabras”.
En el primer día reservado a los grandes nombres, 134 kilómetros entre Reims y Épernay, las favoritas marcaron el ritmo y redujeron el pelotón a una decena de corredoras en la durísima rampa de Mutigny. Allí, en el grupo de las mejores, la neerlandesa Demi Vollering, una de las aspirantes al triunfo final, se fue al suelo camino a meta, pero pudo reconectar con el tren delantero poco después.
Tras los nervios, incesantes en un Tour eléctrico, la italiana Elisa Longo Borghini se llevó tres segundos extras para la clasificación general en el repecho bonificable situado a cuatro kilómetros de meta. Allí, en cambio, la noticia fue otra. Annemiek Van Vleuten, eterna número uno, cedió y, retorciéndose sobre la bicicleta, siempre sentada, certificó su condición terrenal ante el resto de favoritas. Consiguió, eso sí, cerrar el hueco con la cabeza antes del último kilómetro, pero no pasó en vano su sufrimiento: entró a meta a 20 segundos de Ludwig. Resultado, según ella, de un virus estomacal que le impide comer y beber durante la etapa.
Por delante, Vos, Niewiadioma, Moolman, Persico y Longo Borghini entraron a dos segundos de Ludwig, García a seis y Vollering, recuperada de su caída, a ocho.
Etapa dura, la tercera del Tour, acentuada aún más por la escabechina de este lunes en Provins, donde Marta Cavalli, compañera de Ludwig, segunda en el Giro, tuvo que decir adiós a la carrera tras el violento atropello de la australiana Nicole Frain. La campeona oceánica pidió disculpas en su cuenta de Instagram, al tiempo que bloqueaba las opiniones de terceros. “Estoy recibiendo muchos comentarios inaceptables”, dijo en un comunicado.
Tras la embestida, Cavalli se subió a la bicicleta, no sin gestos de dolor, pero fue detenida por su propio equipo, el FDJ-Suez Futuroscope. Las primeras pruebas médicas realizadas tras el golpe determinaron que la corredora lombarda sufría un traumatismo en cabeza y piernas, pero ninguna lesión de gravedad. Pasado el susto, fuentes de la escuadra francesa han confirmado este martes a EL PAÍS que la italiana se encuentra estable, apoyando a sus compañeras en el coche del equipo, y pronto volverá a Italia para recuperarse.
“Lucharemos por Marta”, se conjuraba ayer el equipo. Dicho y hecho.
Tras el inicio accidentado del Tour, Ludwig se ha resarcido del abandono de su compañera antes del plato fuerte del miércoles, una etapa de 127 kilómetros entre Troyes y Bar-sur-Aube, con hasta cuatro tramos por caminos de tierra, polvo y piedras en la campiña del champán francés. Una jornada temida por las favoritas. “Me da un poco de respeto”, reconoce Mavi García a EL PAÍS. Y añade: “Será un día en el que hará falta suerte para evitar pinchazos y caídas”.
Por el momento, la neerlandesa Marianne Vos mantiene el liderato de la carrera, 16 segundos por delante de Silvia Persico y Katarzyna Niewiadioma, igualadas en tiempo. Tras el primer día grande, Mavi García es sexta en la clasificación general, a 55 segundos de Vos.
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