El PGA Tour contraataca con más dinero ante la fuga de jugadores a la liga saudí
Ocho torneos aumentarán considerablemente los premios económicos que reparten, se modifica el sistema de la FedEx Cup y se crearán nuevas citas
Frente al dinero, más dinero. El circuito estadounidense de golf, el PGA Tour, ha contraatacado este miércoles ante la continua fuga de sus filas de jugadores rumbo a la millonaria liga saudí con la única arma que parecía ser efectiva: el dólar. El comisionado, Jay Monahan, ha anunciado que ocho torneos aumentarán considerablemente los premios económicos que repartirán en 2023, además de que se modificará el calendario y se crearán tres nuevas citas para un grupo reduc...
Frente al dinero, más dinero. El circuito estadounidense de golf, el PGA Tour, ha contraatacado este miércoles ante la continua fuga de sus filas de jugadores rumbo a la millonaria liga saudí con la única arma que parecía ser efectiva: el dólar. El comisionado, Jay Monahan, ha anunciado que ocho torneos aumentarán considerablemente los premios económicos que repartirán en 2023, además de que se modificará el calendario y se crearán tres nuevas citas para un grupo reducido de golfistas con una sucuelenta recompensa extra.
El Players, torneo considerado el quinto grande, elevará los premios que reparte de 20 a 25 millones (lo mismo que otorga ahora cada torneo de la liga saudí; cuatro millones para el ganador); el Sentry Tournament of Champions casi dobla el montante, de 8,2 a 15 millones; de 12 a 20 pasan el Genesis Invitational, Arnold Palmer Invitational, WGC Dell Technologies Match Play y Memorial Tournament; y de 15 a 20 el BMW Championship y el FedEx St. Jude Championship. Este subidón será posible, según Monahan, gracias a los fondos del circuito y a un aumento en la aportación de los patrocinadores.
Monahan comunicó también el regreso a un calendario de año natural completo en 2024. Los torneos de la FedEx Cup (la clasificación que nombra al mejor golfista del curso en el circuito americano) se disputarán entre enero y agosto, y ya el próximo año se establece un nuevo sistema de reducción progresiva de los participantes en sus playoffs: los 70 mejores jugarán la primera cita, el FedEx St. Jude Championship. De ahí, los 50 primeros pasarán al BMW Championship; y 30 lucharán por la corona final en el Tour Championship. Los 70 clasificados para el primer playoff estarán exentos para la siguiente temporada, incluyendo los torneos invitacionales. Quienes se queden fuera de este corte podrán sumar puntos en los torneos de otoño hasta completar los 125 mejores golfistas que se alinearán en el próximo curso.
De colofón, el PGA Tour celebrará tres torneos internacionales, sin corte (como la liga saudí, que se juega a tres jornadas) y con un número limitado de golfistas, que tendrá lugar con los 50 mejores de la FedEx Cup y los mejores de las citas de otoño, y se ubicará al final del calendario. Otro pellizco más para las carteras.
El PGA expulsó de sus competiciones a los rebeldes que cambiaron de bando y se alistaron en las LIV Golf Series, un conjunto de ocho torneos entre junio y octubre que repartirá un total de 255 millones de dólares, una montaña de oro muy por encima de los ya elevados premios en el circuito americano. Pero la medida no hizo temblar ni a la poderosa liga saudí ni a otros golfistas que en los últimos días han seguido el mismo camino. A Dustin Johnson, Sergio García y Phil Mickelson, presentes en la cita inaugural de Londres, se han unido recientemente Bryson DeChambeau, Patrick Reed y, esta misma semana, Brooks Koepka y Abraham Ancer, números 19 y 20 del mundo, respectivamente. Koepka, cuyo hermano Chase ya estaba enrolado en la liga saudí, ha ganado cuatro grandes (dos US Open y dos PGA) y Ancer es la gran estrella mexicana. Todos estarán presentes en el segundo torneo de la liga, en Portland del 30 de junio al 2 de julio, cuya plantilla de 48 jugadores se ha anunciado este miércoles (están los españoles Sergio García y Adrian Otaegui).
Greg Norman, consejero delegado de LIV Golf, ha confirmado que dispone de 2.000 millones de dólares para elevar la serie hasta los 10 torneos en 2023 y los 14 en 2024. Ante el goteo de jugadores fugados y la perspectiva de salidas de estrellas de más peso, el PGA Tour se ha rascado el bolsillo justo después de que el US Open, disputado esta pasada semana, elevara ya a 3,15 millones el premio para el ganador, el mayor cheque en la historia de los grandes (se lo llevó el inglés Matt Fitzpatrick). También este miércoles, el Open Británico confirmó que los rebeldes de la liga saudí clasificados para el major británico, que tendrá lugar del 14 al 17 de julio en Saint Andrews (150ª edición del torneo), no tendrán impedimento alguno para participar.
“No soy un ingenuo. Si esta es una guerra y la única arma son los dólares, el PGA Tour, una institución americana, no puede competir con una monarquía que gasta millones en el intento de comprar el golf”, ha explicado este miércoles Monahan antes del inicio del Travelers Championship. “Hay más trabajo por hacer y detalles por confirmar, pero la implementación de cambios sustanciales en nuestro calendario nos da la mejor oportunidad no sólo para impulsar las ganancias de nuestros jugadores, sino también para mejorar nuestro producto y crear una plataforma para el crecimiento continuo en el futuro. En el PGA Tour nuestros miembros compiten por la oportunidad de añadir sus nombres a los libros de historia y, sí, por importantes beneficios económicos, sin tener que lidiar con ningún tipo de ambigüedad moral”, ha añadido el comisionado sobre el fondo soberano saudí, que riega de millones esta Superliga. “Esa es al belleza del PGA Tour. Hemos proporcionado una plataforma global para que los miembros compitan contra los mejores y se ganen el estrellato”. También, desde ahora, más dinero.
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