El Girona jugará la final por el ascenso contra el Tenerife tras remontar ante el Eibar
Un gol en el primer minuto y otro más en la jugada inicial de la prórroga clasifican al equipo rojiblanco ante un rival sin fortuna
El Girona jugó dos partidos en Ipurua, y ganó los dos, que además resolvió por la vía rápida. Marcó en la primera acción del partido regular Borja García, casi tras el saque inicial; golpeó de nuevo en la prórroga. Otra vez volvió a sacar de centro, consiguió un córner y el remate de Stuani le puso por delante en la semifinal por el ascenso. No pareció una estrategia premeditada, sino las circunstancias del fútbol, racional a veces, pero casi siempre caprichoso....
El Girona jugó dos partidos en Ipurua, y ganó los dos, que además resolvió por la vía rápida. Marcó en la primera acción del partido regular Borja García, casi tras el saque inicial; golpeó de nuevo en la prórroga. Otra vez volvió a sacar de centro, consiguió un córner y el remate de Stuani le puso por delante en la semifinal por el ascenso. No pareció una estrategia premeditada, sino las circunstancias del fútbol, racional a veces, pero casi siempre caprichoso. Tenerife y Girona se disputarán el ascenso a Primera (la ida, el sábado a las 21:00). Como siempre, el tercero de la Liga se queda fuera.
Todo el trabajo del Eibar para aguantar medio partido en Girona con un jugador menos, se le vino abajo a Garitano en un minuto. El que tardó Borja García en embocar de volea el balón que le cayó llovido del cielo después de un despeje de cabeza tras el lanzamiento de la primera falta del partido. Al equipo armero se le oscureció el panorama de golpe, porque no era tanto el resultado, que seguía favoreciéndole en caso de empate final, sino las dudas que podía crear en el césped.
Pero se sobrepuso el Eibar al contratiempo, y después del gol del Girona intentó calmarse. Consiguió la tranquilidad con la pelota en los pies. Sin demasiada profundidad, pero otorgando pocas opciones a su rival. En una pelea a cara de perro, en la que nadie daba nada por perdido, era el Eibar quien mantenía la cabeza entre los hombros. El Girona se defendía bien, ya había logrado ponerse por delante en el primer partido que debía jugar en Ipurua.
En la segunda parte, el equipo catalán intentó dar un paso adelante y asustó a los locales en un par de acciones. Cantero tuvo que sacar un remate de Arnau que se colaba, y un par de jugadas más llevaron la incertidumbre a la grada de Ipurua, en la que, por algunos minutos, la afición del Girona llevó la batuta. Pero reaccionó el Eibar con la salida de Rahmani, y también la hinchada de casa, que apretó para que su equipo no se viniera abajo.
Entonces apareció Juan Carlos, que se convirtió en el héroe de su equipo. Después de que Bernardo, el central, se hinchara a despejar balones, el portero tomó el protagonismo para neutralizar, lanzándose abajo, un remate a quemarropa de Blanco Leschuk, que se colaba; después volvió a meter la mano en un despeje desafortunado de Lozano, y le acompañó la fortuna cuando Stoichkov se plantó enfrente y el disparo del delantero eibarrés se estrelló en el larguero y golpeó luego en la línea de gol.
El Eibar jugó sus mejores minutos en el último cuarto de hora del partido, pero no tuvo premio, y entonces se jugó el segundo partido que buscaba el Girona, la prórroga. Tenía la obligación de ganarlo también, como el primero, porque el empate clasificaba al Eibar, y como en los 90 minutos anteriores, resolvió sin que su rival se diese cuenta. El sorteo de campos le dio la posibilidad de sacar de centro, como al inicio. Consiguió un córner en la primera jugada después de un despeje estrepitoso de Venancio. En el segundo remate, tras el lanzamiento, Stuani, que estaba en posición legal por milímetros, remató de cabeza y sentenció al Eibar, que en media hora de acoso no pudo marcar.
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