Honrilla sin consuelo para el Barcelona en su cierre de la Final Four de la Euroliga
El conjunto de Jasikevicius supera en el partido por el tercer y cuarto puesto al Olympiacos, que vivió una fiesta junto a su hinchada con homenaje a Printezis incluido (84-74)
El triunfo de la honrilla fue para el Barcelona, pero la fiesta en Belgrado fue de Olympiacos, de las calles de la ciudad a las gradas del Stark Arena. Los azulgrana vencieron sin consuelo en el partido por el tercer y cuarto puesto de la Final Four de la Euroliga, mientras la multitudinaria hinchada griega desplegaba con orgullo los cánticos de apoyo a su equipo en el regr...
El triunfo de la honrilla fue para el Barcelona, pero la fiesta en Belgrado fue de Olympiacos, de las calles de la ciudad a las gradas del Stark Arena. Los azulgrana vencieron sin consuelo en el partido por el tercer y cuarto puesto de la Final Four de la Euroliga, mientras la multitudinaria hinchada griega desplegaba con orgullo los cánticos de apoyo a su equipo en el regreso al baile de la nobleza continental, sin reparar en la derrota.
El duelo de los castigados sin final llegó marcado por las duras declaraciones de Jasikevicius. “No tenemos instinto asesino y esto es algo complicado de aceptar”, explicó tras la derrota ante el Madrid en semifinales, que analizó señalando a sus jugadores con palabras gruesas y poca autocrítica. “En estos partidos decisivos hay que defender y sacrificarse. Y a nosotros nos faltó ser profesionales y sacrificarnos. Es una enorme decepción. Creo que somos mejor equipo, pero no vamos a jugar la final. Esa es la realidad”, sentenció el entrenador del Barça tras el varapalo. Más críptico fue en la víspera del partido por el tercer y cuarto puesto. “Lo vuelvo a repetir, recibimos 52 puntos en la segunda parte. No sé si este equipo necesita otro entrenador para no encajar esos 52 puntos cuando la final está tan cerca”, señaló el viernes, diciendo sin decir y extendiendo las dudas sobre el proyecto.
En el intento de templar gaitas, el Barça se presentó aplicado ante un Olympiacos de nuevo empujado por la turba de seguidores griegos, decididos a apurar la fiesta en su regreso a la Final Four cinco años después. Pero la firmeza azulgrana resultó efervescente. Mirotic, Higgins y Sanli comenzaron a hacer camino para evitar caer en las tribulaciones, pero el conjunto de Bartzokas reaccionó con determinación. Con Dorsey y Vezenkov al frente, los del Pireo transformaron el 10-2 inicial en un empate a 28 al inicio del segundo cuarto. Y, tras el reenganche, mantuvieron el pulso durante ese tramo gracias esta vez al manejo de Sloukas y Larantzakis. Un equilibrio que, sin embargo, se rompió justo antes del viaje a los vestuarios con un parcial de 8-0 para el Barça, con un triple de Sanli, otro de Abrines y dos puntos más de Calathes. Del 37-38, al 45-38 al descanso.
En la reanudación, Mirotic estiró un poco más la cuerda y colocó a los azulgrana con 13 puntos de ventaja (55-42, m. 23), la misma diferencia y prácticamente a la misma altura del partido que dejaron escapar ante el Madrid. Como una coincidencia macabra de lo que pudo ser y no fue que se reflejaba en el rostro de los jugadores del Barça. Y fuera por los paralelismos, por el trauma, o por un nuevo pecado de suficiencia, los escalofríos volvieron a aparecer en el bando culé tras un parcial de 2-12 que volvió a acercar al Olympiacos a la pelea cuando todo parecía resuelto. Del 60-46, al 62-56 justo antes de entrar en la recta de meta.
Una reacción griega que fue a más ante los aspavientos de Jasikevicius a sus jugadores, a los árbitros, al aire, a todo lo que le rodeaba. Una mezcla de ansiedad y desesperación que viajaba de la banda al banquillo culé y viceversa pese a la ausencia de premio en el envite (68-65, m. 35). Pero el Olympiacos no pudo mantener su sprint y, con todo su arsenal en pista, el Barça se puso firme para agarrar un triunfo sin consuelo. El homenaje se lo dieron los griegos, con tiempo para ovacionar a sus clásicos: a Sloukas y, sobre todo, a Giorgos Printezis, el artífice del título que lograron los del Piero en 2012 en Estambul, que disputó sus últimos minutos en una Final Four en el año de su retirada.
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