Jon Rahm, Tiger Woods y cuando ganar al campo es una victoria
El vasco sufre para bajar del par en la segunda jornada del Campeonato de la PGA. Adri Arnaus es el mejor español y Sergio García no pasa el corte. El Tigre sigue y Zalatoris es líder con -9
Hay ocasiones en las que el mayor rival es el campo de golf. Fue una de esas veces este viernes en el recorrido de Southern Hills, en Tulsa, Oklahoma, en la segunda jornada del Campeonato de la PGA, el segundo grande de la temporada. Ganarle al campo, arañarle aunque fuera un golpe a su par 70, podía considerarse en sí triunfo por lo duro que estaba el trazado, con fuertes rachas de viento, unos greens compactos y unos búnkers traicioneros cuya arena dio más de una sorpre...
Hay ocasiones en las que el mayor rival es el campo de golf. Fue una de esas veces este viernes en el recorrido de Southern Hills, en Tulsa, Oklahoma, en la segunda jornada del Campeonato de la PGA, el segundo grande de la temporada. Ganarle al campo, arañarle aunque fuera un golpe a su par 70, podía considerarse en sí triunfo por lo duro que estaba el trazado, con fuertes rachas de viento, unos greens compactos y unos búnkers traicioneros cuya arena dio más de una sorpresa. Y en esa marejada se hizo fuerte Jon Rahm, que después de un jueves zarandeado con tres sobre el par, firmó uno abajo (69, dos arriba en el total) para entrar en el fin de semana con opciones de escalar posiciones, muy lejos sin embargo de la cabeza: Will Zalatoris es líder con -9, por el -8 del chileno Mito Pereira, -6 de de Justin Thomas, -5 de Bubba Watson y -4 de Rory McIlroy (partía en cabeza la jornada con -5), Abraham Ancer y David Riley.
Rahm arrancó la ronda en el hoyo 10 y pronto se concedió ocasiones de sacar la tijera. No atinó en el juego corto y de par en par aterrizó en el hoyo 13, uno de los dos únicos pares cinco (junto al hoyo 5) del trazado de Southern Hills. Y ahí resaltó uno de sus lunares este curso. Un misil desde la salida, Rahm es el número uno en el circuito americano en las estadísticas de golpes ganados desde el tee y en greens alcanzados, pero en el juego alrededor de esta zona se hunde entre los puestos 150 y 200. Sus habituales manos mágicas para las recuperaciones han perdido algo de chispa y en el juego cercano al green pierde lo avanzado en otras zonas. Volvió a fallar en esta ocasión y luego erró en el putt para no pasar del par cuando debía descontar golpes. En el tramo final, cuando se reparten los birdies, el vasco ha retrocedido un paso.
Fueron 20 hoyos seguidos, entre el final de la jornada del jueves y el principio del viernes, los que Rahm se pasó sin descontar un golpe, hasta que se echó un birdie a la boca en el 17 y dio un giro a su ronda. El bombazo lo soltó en el hoyo 1: 418 yardas de salida, 382 metros, para enlazar un toque de cirujano y dejar dado el segundo birdie del día.
Desde ahí enlazó el de Barrika subidas y bajas (frenazo con un bogey en el 2, birdie en el 5, corto al salir del búnker en el 8, otro putt fallado y bogey de nuevo) para rematar hasta ese uno bajo el par en la ronda del día, +2 en el total.
Desde el mismo punto de partida salía Sergio García, pero el castellonense se desvió hasta quedarse con +7 fuera del corte. Desde que ganó el Masters de 2017, el castellonense ha patinado en 12 de los 19 grandes que ha disputado. Los tripateos acabaron condenando al Niño a otro fin de semana sin competir, igual que Pablo Larrazábal (+14). El que sí pasó el corte, y con honores, fue Adri Arnaus, autor de una maravillosa tarjeta de -2 en el día para situarse en el par de Southern Hills, el español mejor colocado, en el puesto 23.
Las condiciones mejoraron por la tarde y eso lo aprovecharon jugadores como el líder Zalatoris y como un batallador Tiger Woods. El Tigre remó y remó hasta parte el corte con +3 (el número uno mundial, Scottie Scheffler, se quedó fuera). Un doble bogey en el 11 le complicó mucho la aventura, pero surgió entonces el corazón del campeón de 15 grandes para agarrarse al campo con todo, firmar un birdie en el 13, salvar un putt largo en el 14 y descontar otro golpe en el 16 para asegurarse jugar este sábado y domingo. Una lección de coraje de un golfista de 46 años que anda cojo pero nunca baja los brazos.
John Daly en carrito y Morikawa con el láser
El Campeonato de la PGA ha dejado alguna imagen fuera de lo normal. Una es la de John Daly, de 56 años, desplazándose en carrito (buggy) entre un golpe y otro, en lugar de andando, gracias a que posee una exención médica para moverse así por el campo debido a una artritis en la rodilla derecha. La otra ha sido la del uso del láser por parte de algunos golfistas. El Campeonato de la PGA es el único grande que permite este aparato, una especie de prismáticos utilizados para medir las distancias con mayor precisión que a simple vista. Aunque eso no agilice el juego.
Clasificación del Campeonato de la PGA.
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