Tiger Woods se retuerce de dolor en el PGA
El campeón de 15 grandes, de 46 años, comienza con cuatro sobre el par en el segundo grande de la temporada. Jon Rahm y Sergio García, +3. Rory McIlroy es líder con -5
Empapado en sudor. Cojo. Con el dolor dibujado en la cara. Tiger Woods acabó pidiendo la hora en la primera jornada del Campeonato de la PGA, el segundo grande de la temporada, que este jueves comenzó en el campo de Southern Hills, en Tulsa, Oklahoma. El campeón de 15 grandes, de 46 años, volvió al ruedo después de su sufriente Masters de Augusta, el primer torneo que disputaba ...
Empapado en sudor. Cojo. Con el dolor dibujado en la cara. Tiger Woods acabó pidiendo la hora en la primera jornada del Campeonato de la PGA, el segundo grande de la temporada, que este jueves comenzó en el campo de Southern Hills, en Tulsa, Oklahoma. El campeón de 15 grandes, de 46 años, volvió al ruedo después de su sufriente Masters de Augusta, el primer torneo que disputaba tras 508 días y una dolorosísima recuperación de la fractura de la pierna derecha que sufrió en un accidente de tráfico. “Ahora estoy más fuerte”, anunció antes de arrancar el PGA. Pero la dureza de una ronda de golf, cinco horas caminando con una temperatura final de 34 grados, convirtió la jornada en un calvario físico para el Tigre, que en los últimos hoyos se retorcía cuando dibujaba el swing.
Tiger firmó cuatro golpes sobre el par en el día, con dos bogeys en los hoyos 8 y 9 (comenzó la ronda en el 10, y con birdie), cuando llegó a marchar con -2. Son las largas caminatas por el campo las que machacan la ya castigada carrocería de Woods, gran atracción en una jornada matinal de buenas condiciones en un recorrido de par 70 con solo dos pares cinco.
La cara le fue cambiando al Tigre conforme se empinaba el campo. De las risas con McIlroy pasó a los gestos de sufrimiento. Y a unos errores impropios del mito, seguramente provocados por la falta de rodaje: golpes muy largos, distancias mal calculadas, golpeos deficientes... Tiger no era Tiger, y difícilmente volverá a serlo cuando lo más sencillo de su trabajo, andar entre un golpe y otro, le supone un Everest. Tres bogeys seguidos en la bisagra del día le mandaron al calabozo. La bañera de hielo le esperaba al final del día. “Ha sido frustrante, fallé mucho”, asumió Tiger; “no puedo cargar mucho la pierna, me duele, y me duele al andar”.
El reverso fue uno de sus compañeros de partida, Rory McIlroy, que con -5 recordó sus tiempos de gloria. El norirlandés puso el turbo con cuatro birdies seguidos en los hoyos 12, 13, 14 y 15, su mejor racha de aciertos consecutivos en un grande. En ese proceso de recuperación en buscar de una corona del Grand Slam que no celebra desde 2014, abrochó la tarjeta con un birdie en el último hoyo. McIlroy es líder tras la primera jornada con esos -5, por los -4 de Will Zalatoris y Tom Hoge.
La Armada española nada lejos de la cabeza. Jon Rahm ya se metió en problemas en el primer hoyo (de la salida al rough y de ahí a un búnker) y, pese a algún resquicio, y esa estabilidad que le da un nuevo calzado para realizar el swing, no tuvo precisión con los hierros cortos para dejarse buenas opciones en el green y finalizó con +3. Especialmente doloroso fue el doble bogey del par tres del hoyo ocho, que cambió de rumbo su vuelta. Le perjudicaron además las condiciones más complicadas de juego que hubo por la tarde en Southern Hills, más viento y greens menos receptivos. “Se ha complicado. Ha habido varios hoyos en que Adam [Hayes, su caddie] y yo hemos visto la retransmisión por la mañana y luego había diferencia de cómo botaba la bola. Es un campo difícil. He jugado bien, no he jugado mal. Casi todas las buenas vueltas han sido por la mañana”, explicó Rahm para la web Tengolf.
El vasco tiene deberes por delante para recortar golpes y pasar el corte este viernes. En el mismo laberinto está Sergio García, también +3, gris celebración para el día en que igualaba a Olazabal como el español con más grandes jugados, 93. Adri Arnaus, ganador este curso en el circuito europeo, firmó +2, el mejor español, y Pablo Larrazábal, doble vencedor en el curso y que no jugaba un grande desde 2017, acabó con +7.
Clasificación completa del Campeonato de la PGA.
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