Nico Laprovittola: “Jasikevicius nos grita a menudo, pero yo lo quiero muchísimo”
El base-escolta argentino, de 32 años, ha encontrado en la confianza de su entrenador el impulso para reivindicarse como uno de los líderes del Barcelona tras no encontrar su sitio en el Madrid
Desde que partió de su Argentina natal en 2013, con 23 años y seis cursos de experiencia en Lanús en su currículo, Nicolás Laprovittola (Morón, Argentina; 32 años) ha defendido nueve camisetas distintas en nueve temporadas. “Cuando me preguntan por mi carrera siempre digo que ha sido divertida… Un viaje un poco loco, con experiencias de todo tipo. No he encontrado la constancia o la regularidad, pero he pasado por situaciones muy buenas, como la de ahora”, explica el base-escolta del Barça a EL PAÍS, antes de afron...
Desde que partió de su Argentina natal en 2013, con 23 años y seis cursos de experiencia en Lanús en su currículo, Nicolás Laprovittola (Morón, Argentina; 32 años) ha defendido nueve camisetas distintas en nueve temporadas. “Cuando me preguntan por mi carrera siempre digo que ha sido divertida… Un viaje un poco loco, con experiencias de todo tipo. No he encontrado la constancia o la regularidad, pero he pasado por situaciones muy buenas, como la de ahora”, explica el base-escolta del Barça a EL PAÍS, antes de afrontar su primera Final Four como uno de los grandes protagonistas de su equipo, artífice de la clasificación azulgrana tras rendir al Bayern en el quinto partido de la serie de cuartos (con 26 puntos, y un 5 de 7 en triples). “Si todos estamos conectados, somos el mejor equipo de Europa. Es cuestión de mentalizarse y estar duros de cabeza”, lanza Lapro con ambición, antes de medirse en semifinales al Madrid (jueves, 21.00, DAZN), de donde salió en julio rumiando su falta de espacio y brillo. En el Palau ha recuperado la relevancia y el lucimiento, “superando las expectativas propias y ajenas”.
“La temporada fue de menos a más, fui creciendo y encontrando el hueco para ser importante”, prosigue Laprovittola en su relato. “Me estoy sintiendo bien, con mucha confianza y lo que más me alimenta es que mis compañeros confíen en mí”, subraya el argentino, que en su despegue ha acaparado los elogios de su entrenador y también de Juan Carlos Navarro. “Tenemos muchos talentos capaces de leer el juego y cambiar los partidos. Pero, para mí, Laprovittola es el más parecido a lo que fui yo. Es un jugador de espíritu libre y sin presiones. Su estilo me recuerda a mí”, analiza La Bomba, ahora director general de la sección de baloncesto azulgrana.
“Es peleón, tiene carácter... Es muy alegre y se ha integrado muy bien en el equipo. Tiene claro que si defiende va a jugar mucho. Es uno de los jugadores que está yendo a más. Está viendo muchos vídeos y está reaccionando”, señaló Jasikevicius en octubre, antes de que la lesión de Calathes multiplicara la relevancia de Lapro en el juego culé. “Ha estado muy agresivo, no siente la presión… tiene unos cojones así de grandes y ha sido muy importante para nosotros”, completó el técnico lituano, entregado a su pupilo, tras lograr el pase a la Final Four de Belgrado.
“Hasta a mí me sorprenden muchas de las cosas que ha dicho Saras de mí. Lo respeto, lo valoro, y lo quiero muchísimo… más allá de que nos grite a menudo”, responde Laprovittola ante la predilección de su entrenador, el que le ha dado carrete y le ha permitido reivindicarse tras un verano movido, con tres intercambios de camiseta entre Madrid y Barça (Heurtel, Hanga y Lapro) de los 17 que ha habido en 40 años. El conjunto azulgrana reclutó a Laprovittola para buscarle complemento a Calathes, gobernador de la pizarra de Jasikevicius, en la que no encontró hueco Heurtel. “Fui cambiando respecto a lo que esperaban de mí. Ahora quieren que sea activo, que juegue y haga jugar, que cree y aproveche las ventajas. Me siento una amenaza para los rivales y eso impulsa la emoción interna”, desarrolla Laprovittola al hablar de su evolución. “Ahora juego más de escolta, como finalizador. Aprovechando todo el trabajo de tiro que hice de joven. Así he ido encontrando mi lugar”, completa el argentino, sin mucho ánimo de mirar atrás.
¿Por qué no le salieron las cosas en Madrid? “Lo pensé en algún momento, tiempo atrás, pero esos pensamientos ya están guardados en algún compartimento en mi cabeza y no saldrán a la luz. Intento disfrutar el presente. Llegar al Barça era una oportunidad que no quería perderme. Quería darme revancha, poder mostrar mi juego, y afronto cada partido con esa ilusión”, explica Laprovittola, que empezó a jugar a los siete años en su barrio de Morón, en Buenos Aires, por el impulso de la película de dibujos animados de Space Jam, protagonizada por Jordan.
Antes de llegar a Belgrado vestido de azulgrana, el hijo de la diputada argentina Margarita Stolbizer pasó por Río de Janeiro, Vilna, Madrid, San Antonio, Vitoria, San Petesburgo, Badalona (MVP de la Liga 2018-2019 con el Joventut) y de nuevo Madrid hasta tomar el puente aéreo. Una década de ajetreo infinito, con cinco medallas con la albiceleste en la maleta. “Y esto no ha terminado aún. Tengo 32 años y puede parecer que he alcanzado mi pico de rendimiento, pero seguro que todavía puedo dar más”, subraya antes del gran reto del Barça.
“Estos partidos son sobre todo es cuestión de carácter. El equipo que muestre más hambre va a ganar”, suma Lapro en su análisis. “Tenemos que estar alejados del historial reciente contra el Madrid. Es un partido nuevo en un contexto que sobrepasa cualquier otra situación. Por eso hay que redoblar la concentración”, completa, antes de hablar de protagonismos propios: “si hay un lanzamiento decisivo se lo daría a Cory (Higgins), que el año pasado ya la metió en semifinales y lo que funciona hay que repetirlo”. Y ajenos: “Deck es el mejor jugador que tiene el Madrid, digan lo que digan. Yo lo querría en mi equipo siempre”, cierra Lapro, mientras vela armas.
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