El cholismo toma Old Trafford
El Atlético avanza a cuartos de final de la Champions tras superar al Manchester United con un gol de Lodi de cabeza y un gran ejercicio colectivo en defensa (0-1)
El Atlético más fiel a Simeone que se recuerda tomó Old Trafford. Un gol de Lodi y una defensa impenetrable noquearon al Manchester United de Cristiano Ronaldo. Terminó desesperado el equipo de Rangnick, ante la impotencia de no encontrar un resquicio al manual del preparador argentino. El cholismo más puro está de fiesta porque los rojiblancos se han metido entre los mejores ...
El Atlético más fiel a Simeone que se recuerda tomó Old Trafford. Un gol de Lodi y una defensa impenetrable noquearon al Manchester United de Cristiano Ronaldo. Terminó desesperado el equipo de Rangnick, ante la impotencia de no encontrar un resquicio al manual del preparador argentino. El cholismo más puro está de fiesta porque los rojiblancos se han metido entre los mejores ocho equipos de Europa con un ejercicio de los que encandilan a su técnico. Un conjunto solidario, que supo apretar los dientes para anular a un rival al que sólo le queda el aura de su grandeza y el polvo de sus vitrinas.
Hubo un punto de riesgo en el once de Simeone. Jugó Giménez, que fue duda hasta el último momento por una contractura en el sóleo, y también Koke. Sobre el primero pesaba que terminara de romperse y obligara a su entrenador a hacer un cambio antes de tiempo. La apuesta por el capitán respondió a la fe que le tiene el Cholo, por mucho que no esté en su mejor momento. El cuerpo le pedía a Kondogbia al técnico, porque intuía un partido muy físico, pero este también regresaba de una lesión. Dos tocados en un once ya era demasiado para una cita de tanta altura.
Rangnick por su parte olvidó el experimento del Metropolitano (1-1) y colocó un lateral derecho puro como Dalot. El eje se lo entregó al imponente McTominay y al dinámico Fred. Para el bombardeo desde los costados, el técnico alemán le dio vuelo a Elanga y a Jadon Sancho. A su espera estaba Cristiano, que comenzó intentando hacerse con el partido. Se lució con unos toquecitos en la banda a la primera pelota que tocó, lo que encendió Old Trafford. Fuegos de artificio.
El curso dice que ni Manchester ni Atlético son dos equipos estables y el primer acto tuvo mucho de esas inseguridades. Hubo tanteos para medirse y después el duelo se adentró en imprecisiones con la pelota. El guión estaba para quien cometiera menos errores. Los del Atlético, al United le dieron para sentirse un falso dominador. Se puso el equipo de Simeone en versión fabril. Entendió el duelo desde la guerrilla y la solidaridad defensiva para capear las arremetidas locales. En la primera seria, la cabeza de Oblak fue salvadora. Bruno Fernandes le había ganado a Reinildo y a Lodi la línea de fondo. El centro atrás del luso lo estampó Fred en la testa del portero esloveno.
Respondió De Paul con un derechazo al que voló De Gea para un guantazo de categoría. No se inmutó después el Atlético en la posterior crecida del United. Hay pocos equipos que se sientan tan cómodos provocando que no se juegue a nada. Un lujo de caño de Fred a Savic en la línea de fondo fue la única acción que agitó Old Trafford de verdad.
El cerrojo de Oblak
Quedó el Atlético a la espera de que por fin sus centrocampistas pudieran ligar algo de juego. Eso no sucedió hasta casi pasada la media hora. Fue Koke el que templó a su equipo con un par de combinaciones que le dieron aire. Y avisó el conjunto de Simeone con una jugada de tiralíneas que acabó con Llorente centrando al segundo palo y João Félix marcando a puerta vacía. El volante madrileño estaba ligeramente adelantado y el asistente levantó la bandera.
El tanto no subió al marcador, pero le hizo pupa psicológica al United. Y terminó por rematarle la siguiente combinación afilada de los de Simeone al borde del descanso. Griezmann conectó con João Félix y este hizo buena la carrera de De Paul por el carril diestro. Al segundo palo, acudió Lodi para cabecear libre de marca. Es curioso el fútbol porque el brasileño hasta ese momento parecía superado por la altura del encuentro. Con un disparo venenoso de Bruno Fernandes se despidió el primer tiempo. Oblak lo atajó para continuar con una noche de esas que hacía tiempo no protagonizaba.
Con la ventaja en el marcador, emergió ese Atlético gremial para defender la renta. Lo hizo con todo el equipo dispuesto a la faena. Griezmann y De Paul lideraron el encastillamiento. Entre los dos contagiaron al resto de una solidaridad defensiva que recordó los mejores tiempos del cholismo. João Félix, Lodi, Koke, Herrera, todos los que jugaban por delante de la defensa se dejaron la piel en cada ataque rival. Lo agradecieron los tres centrales, que también se crecieron y firmaron una noche sin una tacha.
El United se desesperaba. Venga a mover y a mover la pelota sin encontrar un resquicio. La misma tela de araña en la que en su día cayeron el Barça de Messi o el Bayern de Guardiola. Un equipo encolumnado para defender los espacios y ávido para estirarse a la contra. Un disparo cruzado de Elanga y una volea alta de Sancho fueron los únicos rasguños que pudo rascar el equipo de Rangnick tras infinitas circulaciones. A un cabezazo de Varane respondió Oblak con su última gran parada de la noche. Ni la artillería ni los pulmones que metió Rangnick (Pogba, Cavani, Rashford, Mata) le inquietaron más.
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