Ancelotti: “Marco tiene una piedra en los pies”

El entrenador del Madrid destaca el golpeo de Asensio, que explica que intentó que la pelota hiciera “algún extraño”

Modric y Carvajal celebran con Asensio el gol del balear que da la victoria al Madrid ante el Granada.Manu Fernandez (AP)

Al acabar el partido, Marco Asensio y Luis Maximiano se fueron del césped del Santiago Bernabéu charlando, con el misterio del gol del balear todavía flotando en el ambiente. El portero del Granada explicó su sorpresa minutos después al micrófono de Movistar: “Cuando le da al balón es difícil de leer la trayectoria, porque fue un balón muy seco, y tuve dificultad en entender la trayectoria, y acabé por tomar el gol”, contó el portugués.

La confusión en el viaje de la pelota desde el golpeo a la re...

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Al acabar el partido, Marco Asensio y Luis Maximiano se fueron del césped del Santiago Bernabéu charlando, con el misterio del gol del balear todavía flotando en el ambiente. El portero del Granada explicó su sorpresa minutos después al micrófono de Movistar: “Cuando le da al balón es difícil de leer la trayectoria, porque fue un balón muy seco, y tuve dificultad en entender la trayectoria, y acabé por tomar el gol”, contó el portugués.

La confusión en el viaje de la pelota desde el golpeo a la red no fue casual, según explicó Asensio un poco más tarde a la televisión del club: “Intento colocar bien el balón, que salga potente, y que si puede ser dé algún extraño que confunda al portero”, dijo. El resultado lo resumió Marcelo: “Tiene un tiro increíble”. Esa característica también se la reconoció anoche Carlo Ancelotti: “Hemos ganado el partido hoy gracias a su mejor cualidad, que es el tiro”, dijo el italiano. “Él sabe muy bien que tiene una piedra en los pies, es muy peligroso”.

Asensio lucía feliz después del partido: “He cogido un poco descolocada la defensa y al portero; no se esperaba ese golpeo y ha sido un gran gol, la verdad”. También supuso un gran alivio, y una explosión poco habitual en el balear, que se quitó la camiseta y la lanzó al aire mientras corría y saltaba para celebrar que había desatascado el encuentro después de intentarlo como nadie: probó ocho tiros, seis de ellos a puerta. Al final de su carrera, después de los abrazos, estaba esperándole Mateu Lahoz con una tarjeta amarilla y con la camiseta, olvidada por todos, y que el árbitro había recogido cuidadosamente de la hierba.

Ancelotti reconoció la habilidad con el disparo de Asensio, pero, como suele hacer, quiso resaltar también otra faceta de su juego, que considera capital en él y en todo el equipo: “Sobre todo ha tenido compromiso defensivo, que para nosotros es muy importante”, dijo.

El italiano ha dado todo el curso mucho valor a ese compromiso, que ha permitido al equipo aguantar en situaciones muy comprometidas, y que ha decidido que futbolistas poco entregados a esa tarea se hayan visto aparcados en el banquillo durante largos periodos. Contra el Granada volvió a ser importante el esfuerzo. Se trataba de un partido que Ancelotti veía como el final de un largo puerto, la línea a partir de la cual el grupo podía tomar aire, recomponerse, para lanzarse de nuevo al asalto: “No es nuestro mejor momento. Esto creo que se ha acabado porque tenemos una semana para recuperar las bajas, que eran bajas importantes, y preparar los próximos partidos”, recordó. “Hoy teníamos seis bajas, y la próxima semana vamos a recuperar a los seis”, dijo en referencia a Benzema (lesionado), Vinicius (sancionado), Mendy (lesionado), Casemiro (gastroenteritis), Lucas Vázquez (gastroenteritis) y Mariano (lesionado). Ya con ellos, el Madrid visita el sábado al Villarreal y el martes al Paris Saint-Germain en la ida de los octavos de final de la Champions.

El Madrid ha atravesado este periodo difícil en el que le ha faltado Benzema con una solución inesperada de Ancelotti, que ha recuperado a Isco, un futbolista que parecía de nuevo enfurruñado con el técnico y con su destino, y que contra el Granada, antes del gol, fue el jugador más notable del equipo, apareciendo en las zonas donde más podía ayudar, además de en los lugares del área donde caía el balón. Llegó incluso a rematar varias veces de cabeza en la primera parte, pese a su 1,76 de estatura y a su escasa costumbre. El técnico italiano cierra esta fase de curvas sin muchos golpes y habiendo recuperado para la causa a un jugador que ocupó la punta que parecía destinada a Jovic. Pero el serbio, como explicó Ancelotti, no se encontraba en plena forma: “Jovic ha tenido covid y le ha costado recuperar la condición física. No está al 100%”.

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