Jon Rahm, segundo en el torneo de los campeones

Solo el resultado más bajo respecto al par en la historia del circuito americano de golf (PGA), los increíbles -34 que firmó este domingo el australiano Cameron Smith, apartó a Jon Rahm (-33) de la victoria en el Sentry Tournament of Champions, el torneo que reúne en el campo hawaiano de Kapalua a los ganadores de algún campeonato en la temporada pasada. En el torneo de los campeones, Rahm volvió por todo lo alto después de casi 90 días fuera de la acción. Ha sido el tiempo que el número uno del mundo ha necesitado p...

Solo el resultado más bajo respecto al par en la historia del circuito americano de golf (PGA), los increíbles -34 que firmó este domingo el australiano Cameron Smith, apartó a Jon Rahm (-33) de la victoria en el Sentry Tournament of Champions, el torneo que reúne en el campo hawaiano de Kapalua a los ganadores de algún campeonato en la temporada pasada. En el torneo de los campeones, Rahm volvió por todo lo alto después de casi 90 días fuera de la acción. Ha sido el tiempo que el número uno del mundo ha necesitado para “limpiar la mente” después de acabar saturado de golf. “Por primera vez en mi vida no quiero ver un palo”, soltó cuando a mediados de octubre pasado no pasó el corte en el Masters de Valderrama, segundo torneo seguido en España después del Open nacional.

Rahm había dicho basta. Encadenaba entonces una temporada unida a otra sin apenas descanso, enlazadas por un trabajo específico dedicado a acostumbrarse al cambio de material. A eso se unió un 2021 de locos: la paternidad, la conquista de su primer grande, el asentamiento como número uno, dos contagios por covid, la renuncia obligada a los Juegos de Tokio, la Copa Davis, el gran seguimiento en España... Un cóctel de emociones que saturó a Rahm hasta que reventó en el Open y en Valderrama. El guerrero necesitaba un descanso “para ser padre”, estar con la familia, pasarse tres semanas sin, efectivamente, coger un palo de golf, y luego trabajar en el gimnasio y en su juego para volver con la misma hambre de siempre. La que ha demostrado en Kapalua en cuatro rondas magistrales: -7, -7, -12 (récord del campo) y -7 para unos siderarles 33 golpes bajo par, solo uno peor que un intratable Cameron Smith, otro titán.

Fue en esa tercera ronda en la que Rahm volvió a exhibir un golf casi perfecto, como en el Memorial Tournament del año pasado, la última jornada del Open Británico y el US Open que se llevó a casa, su primera corona en el Grand Slam. El vasco era una fiera que había estado enjaulada hasta volver a pasear su mejor juego. Así se plantó este domingo frente a Smith en un precioso duelo en el que ninguno se rindió, siempre mano a mano, alimentándose de golpes geniales. Hasta el hoyo 18 llegaron solo separados con un golpe. Birdie para cada uno y ese -34 de récord frente al -33 del español, resultado con el que hubiera ganado cualquier torneo en la historia del PGA... menos este. El mejor Rahm ha vuelto.

Clasificación final del Sentry Tournament of Champions.

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