El Baskonia gana cuando peor lo tenía
El equipo vitoriano, con solo ocho jugadores, sorprende al Bayern con un Baldwin estelar
Cuando peor lo tenía, con numerosas bajas y solo ocho jugadores para la rotación, el Baskonia ganó en Múnich al Bayern con una gran actuación de Costello, que anotó 23 puntos, cazó nueve rebotes y mostró su fondo físico jugando los 40 minutos del partido, y sobre todo de Wade Baldwin, que regresaba a su antigua cancha para reivindicarse con un partido completísimo. Después de una Euroliga irregular, se convirtió en el Audi Dome en el alma del equipo vitoriano. Dirigió el juego de los suyos con maestría y, además, anotó 30 punt...
Cuando peor lo tenía, con numerosas bajas y solo ocho jugadores para la rotación, el Baskonia ganó en Múnich al Bayern con una gran actuación de Costello, que anotó 23 puntos, cazó nueve rebotes y mostró su fondo físico jugando los 40 minutos del partido, y sobre todo de Wade Baldwin, que regresaba a su antigua cancha para reivindicarse con un partido completísimo. Después de una Euroliga irregular, se convirtió en el Audi Dome en el alma del equipo vitoriano. Dirigió el juego de los suyos con maestría y, además, anotó 30 puntos, cogió seis rebotes y repartió tres asistencias.
En tiempos de la covid, el Baskonia salió diezmado en Múnich por una simple gripe, una enfermedad sin glamur desde la aparición del maldito coronavirus. Spahija solo pudo contar en la cita muniquesa con nueve jugadores. Se cayeron del vuelo chárter Giedraitis y Sedekerskis, y ya en Alemania la fiebre noqueó a Fontecchio, por lo que a última hora viajó Kurucs, que también había guardado cama los días previos. Qué cosas. Algo tan vulgar como la gripe común se alió con el Bayern, pero ni entre los dos pudieron doblar la voluntad del Baskonia.
Enseguida se vio que los vitorianos iban a pelear hasta que el cuerpo les aguantara, y después de los 40 minutos se comprobó que, pese a la paliza de algunos, les aguantó hasta el final. Comenzaron defendiendo bien al Bayern, y ya desde la segunda ventaja que obtuvieron (13-15), en el primer cuarto, no fueron a rastras en el marcador nunca. En la banda, el técnico local, Andrea Trinchieri, con su aspecto de cantante de ópera, se desgañitaba ante los errores de los suyos, propiciados casi siempre por la bien organizada defensa que planteó Spahija.
Además, Baldwin andaba inspirado en ataque. Canasta que intentaba, canasta que anotaba. Con un 0-14 de parcial, el Baskonia dio el primer arreón (13-25), y aunque en el segundo cuarto bajó un poco el pistón físico de los vitorianos, mantuvieron cuatro puntos de diferencia a su favor, que les daba esperanza.
Les vino bien la pausa a los baskonistas, que recuperaron el resuello para seguir por delante y volver a abrir brecha en el marcador. Solo Rivers respondía en el bando local, que mantuvo un tono discreto durante todo el partido. El 55-67 con el que comenzaron los últimos diez minutos le dio la convicción necesaria al Baskonia para afrontar la recta final con todo el cansancio sobrevenido y, además, soportar la eliminación de Nnoko a falta de 3,41m, cuando protestó una falta y recibió una técnica que sumaba su quinta personal. Aunque el Bayern trató de apretar las tuercas en los instantes finales y redujo la renta a cinco puntos, el trabajo previo dio resultado y, cuando menos lo esperaba, el Baskonia se llevó la victoria de Alemania.
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