Hummels prolonga la gloria de Lewandowski en el clásico alemán

Los errores del central del Dortmund lastran los esfuerzos de Haaland y propician los goles del punta del Bayern, que se afirma en cabeza de la clasificación

Lewandowski ejecuta el penalti del definitivo 2-3.INA FASSBENDER (AFP)

Nacieron en la segunda mitad de 1988. Pero el tiempo no transcurre a la misma velocidad por el cuerpo de Robert Lewandowski que por el cuerpo de Mats Hummels. La elasticidad, la tensión vital, la energía que agita cada movimiento del polaco contrasta con la rigidez que preside cada zancada del alemán, incapaz de jugar sin borrar de su semblante un rictus de dolor. Los dos iniciaron en el Dortmund sus carreras en la ...

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Nacieron en la segunda mitad de 1988. Pero el tiempo no transcurre a la misma velocidad por el cuerpo de Robert Lewandowski que por el cuerpo de Mats Hummels. La elasticidad, la tensión vital, la energía que agita cada movimiento del polaco contrasta con la rigidez que preside cada zancada del alemán, incapaz de jugar sin borrar de su semblante un rictus de dolor. Los dos iniciaron en el Dortmund sus carreras en la Bundesliga, continuaron en el Bayern, y cuando se separaron en 2019 solo se volvieron a reunir en el clásico. Lewandowski sumó 27 clásicos este sábado con un saldo de 22 goles al Dortmund. El último, de penalti en el minuto 77. Sentencia del definitivo 2-3, tras una mano de Hummels en el área que el VAR juzgó con rectitud.

La acción contiene el valor potencial de un campeonato. No sería la primera vez que la Bundesliga se decide en los clásicos. El Bayern suma varios títulos consecutivos siguiendo el mismo guión. Le basta con cumplir en der klassiker. Los excesos los pone el Dortmund, especialmente destartalado en defensa, en donde Hummels exhibe un progresivo declive. La decadencia comenzó hace años. Este sábado en el viejo Westfalenstadion, bajo la lluvia que precede a las nieves del solsticio invernal, el veterano capitán presentó las credenciales del licenciamiento absoluto.

Lastrado por bajas de todo tipo y por la crisis moral que supone el negacionismo tácito de su líder Kimmich, infectado de la covid por no vacunarse, el Bayern atraviesa una época de distensión. Lo puso de manifiesto en el arranque del partido, animado por el 1-0 de Brandt. El Bayern empezó mal. Se tambaleaba cuando Hummels le entregó un balón a Müller en un error que precedió el forcejeo y el gol de Lewandowski, que aprovechó la confusión.

El encuentro discurrió entrecortado, sin guía, sin luces en el mediocampo. Coman hizo el 2-1 tras un despeje fallido de Guerreiro que rebotó en Hummels y Haaland metió el empate a la vuelta del descanso, explotando un control fallido de Upamecano. Las amonestaciones, los incidentes, la retirada de Brandt por conmoción cerebral tras un choque con Upamecano, prolongaron el partido hasta los 100 minutos y exhibieron el mal momento del Bayern lo mismo que el sufrimiento de Haaland. El noruego regresa de una larga lesión para descubrir que debe arrastrar a un equipo inválido. Es la impresión de inestabilidad que transmite este Dortmund desde hace meses, condicionado por las limitaciones de su central más influyente, foco de la derrota del clásico.

El 2-3 afirma al Bayern en la cabeza de la tabla con 34 puntos y aleja al Dortmund en la segunda posición, con 30. La distancia parece exigua hasta que se contempla el filo de Robert Lewandowski, que suma 27 goles en 21 partidos en todas las competiciones, contraste severo del lastimoso Mats Hummels, pilar sobre el que se asienta gran parte del peso del equipo y de un club que, tras su eliminación de la Champions en la fase de grupos, da muestras de anquilosamiento.

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