Rodrygo completa el ataque

El brasileño suma su amenaza por la derecha y Ancelotti destaca el manejo de Kroos

Rodrygo lleva la pelota perseguido por Thill, del Sheriff, en Tiraspol.SERGEI GAPON (AFP)

Desde Tiraspol se informaba de un termómetro que iba cayendo desde cero a medida que avanzaba la noche, y eso, o la pesadez de unas piernas demasiado bailongas, pareció adormecer a Vinicius, que pasaba y pasaba la pelota como inapetente, sin encontrar el momento para arrojarse otra vez pendiente abajo por la cuesta de los regates. Nada grave, porque al Real Madrid de Ancelotti empiezan a encajarle las fichas del puzle, y en la otra banda apareció Rodrygo para agitar la coctelera.

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Desde Tiraspol se informaba de un termómetro que iba cayendo desde cero a medida que avanzaba la noche, y eso, o la pesadez de unas piernas demasiado bailongas, pareció adormecer a Vinicius, que pasaba y pasaba la pelota como inapetente, sin encontrar el momento para arrojarse otra vez pendiente abajo por la cuesta de los regates. Nada grave, porque al Real Madrid de Ancelotti empiezan a encajarle las fichas del puzle, y en la otra banda apareció Rodrygo para agitar la coctelera.

Después de tanto tiempo, de repente pareció un equipo capaz de cierta simetría, que podía amenazar por las dos alas, con más abanico que ese cuadro tuerto, pero letal, que venía matando casi solo desde la izquierda. Rodrygo fue el primero en pisar el área de Athanasiadis, superviviente de un bombardeo en el Bernabéu, batido tres veces en Transnistria. El brasileño persiguió una pelota profunda de Modric y buscó a Benzema para que la empujara. Fue el principio de un despliegue en una zona apenas roturada hasta ahora por el Madrid, gracias también al regreso punzante de Carvajal, que fue quien más combinó con el carioca (10 veces). Rodrygo también fue quien más balones recibió de Modric (15), y el futbolista del Madrid que más disparó (3), y el que más pases dio antes de que lo hiciera un compañero (2). Una aparición en la noche del desvanecimiento del brasileño del otro costado.

De ahí vino el segundo gol del Madrid, justo antes del descanso. De una de las muchas veces que Modric se la dio al brasileño, que jugó una fugaz pared con Vini y al recibir se la dejó a Kroos para que la colocara en la escuadra como con un taco de billar. Fue uno de los lances del partido que desembocaron en una rara declaración de felicidad de Ancelotti: “Jugamos bien, marcamos goles, hubo buenas combinaciones de los jugadores... Todo bien”, dijo. “Hay una buena dinámica, los jugadores individualmente están bien, hay competencia entre los jugadores...”.

Esto último iba precisamente por Rodrygo, que había entrado en el once en el lugar que el fin de semana en Granada había ocupado Marco Asensio, que abrió el marcador en Los Cármenes. “Ha desequilibrado la banda derecha, ha combinado muy bien con Modric...”, celebró. Aunque un poco más adelante, entre tanto contento, también quiso lanzar un aviso: “Todo está saliendo bien, pero el momento de dificultad llega, tenemos que ser listos ahí”.

La catástrofe siempre acecha a la dicha. También en Tiraspol, donde la amenaza que siente el italiano pudo leerse en los cambios: “Mendy tenía tarjeta, Carvajal acaba de salir de una lesión, Alaba ha tenido un pequeño problema... Me faltaban dos cambios. Casemiro no quería una tarjeta que provocara la suspensión para el partido contra el Inter [en el Bernabéu se decide el primer puesto de grupo], y Rodrygo llegaba de una lesión... Los otros están bien. Jugamos el domingo por la noche [contra el Sevilla a las 21.00 en el Bernabéu], y creo que tenemos tiempo para recuperarnos bien”, explicó.

Gol en el reloj

Ancelotti vive vigilando el estado físico de su cuadrilla, después de comprobar lo complicado que le ha resultado arrancar la maquinaria con la defensa en cuadro y Kroos en el taller. Y después de ver lo que supone disponer del alemán sobre el campo, en particular ahora que ha abandonado los compromisos con su selección. “Si Kroos está bien, el entrenador está más tranquilo”, dijo. “Cuando está bien, maneja el balón como nadie. Como hemos dicho el otro día, esta combinación entre los tres [centrocampistas] es espectacular. Los últimos partidos también está marcando goles. Lo está haciendo muy bien”.

Kroos quiso quitarle importancia al tanto: “Estoy más contento por el resultado, que estamos clasificados [para octavos], y menos por mis goles. Soy un jugador de equipo”, dijo. “A veces pasa, a veces entra. No estaba seguro de que era gol, pero tenía una buena sensación”, explicó de una diana que el árbitro validó gracias al sistema electrónico de su reloj. Funcionó el sistema, funciona Kroos, funciona la banda derecha con Rodrygo y Ancelotti, alerta, respira feliz: “Todo bien”.

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