Gavi entra en la historia jugando como un ‘viejo’
El centrocampista del Barcelona se convierte en el internacional español más joven al debutar con solo 17 años y 62 días
Al rebufo protector de Sergio Busquets, Gavi se presentó al calentamiento al trote, soplando y atusándose el flequillo. Estaba a unos minutos de entrar en la historia al convertirse en el internacional español más joven de la historia. Con 17 años y 62 días superó en precocidad a Ángel Zubieta, que debutó con 17 años y 284 días el 24 de abril de 1936 en el estadio Letna de Praga ante Checoslovaquia (1-0).
Luis Enrique ya dejó caer cuando el jueves anunció su inclusión en la lista que podría concederle la titularidad. No era un farol o una mera bravata. La actuación de Gavi estuvo plagad...
Al rebufo protector de Sergio Busquets, Gavi se presentó al calentamiento al trote, soplando y atusándose el flequillo. Estaba a unos minutos de entrar en la historia al convertirse en el internacional español más joven de la historia. Con 17 años y 62 días superó en precocidad a Ángel Zubieta, que debutó con 17 años y 284 días el 24 de abril de 1936 en el estadio Letna de Praga ante Checoslovaquia (1-0).
Luis Enrique ya dejó caer cuando el jueves anunció su inclusión en la lista que podría concederle la titularidad. No era un farol o una mera bravata. La actuación de Gavi estuvo plagada de esas primeras cicatrices que marcan una carrera y anuncian a un futbolista de una sola pieza. Gavi ha soportado ser el foco de esta concentración desde que se conoció la convocatoria. Existía inquietud en la Federación por la presión que se había generado alrededor del chico, señalado por no haber completado ni 300 minutos con el primer equipo del Barcelona.
Confirmada la alternativa, la respuesta de Gavi fue jerárquica ante la dificultad a la que fue expuesto en su estreno. Empezando por el escenario, San Siro, por el rival y por el trío de centrocampistas que tenía enfrente. El triángulo sobre el que Mancini edificó a la Italia que conquistó la pasada Eurocopa, Barella, Jorginho y Verratti. Con este tuvo el bautismo que confirmó un carácter de pelotero curtido en la calle. El volante italiano pareció hartarse de que el interior azulgrana fuera su sombra en cada intento de sus compañeros de jugar con él. En una persecución hasta la línea de fondo, Gavi salió ganador y Verratti lo digirió mal. Se encaró con el novato español y este no le rehuyó la mirada. Ya antes cortó con contundencia un intento de contra de Chiesa. A la carrera, el delantero de la Juventus había limpiado a cuanto jugador español le salía al paso. Gavi acabó con la aventura con una contundente falta táctica. También le ganó una barrida a ras de suelo a Emerson en el medio del campo. Se incorporó y condujo una contra de manual para dividir a la defensa italiana.
Nada pareció acongojar al debutante ante el tamaño del desafío al que se enfrentó. Suyas fueron las dos primeras recuperaciones de España nada más sacar de centro Italia. Con la pelota siempre jugó fácil. Apenas perdió un par de balones. El primero fue todo un buen bautismo. Tardó en girarse y soltar el balón y provocó el primer disparó de Italia. El segundo, ya entrado el segundo tiempo, fue por una falta de Chiellini que el colegiado no señaló.
Sin hacer una jugada determinante, Gavi contribuyó a darle continuidad al juego de España. Busquets se sintió cómodo con su joven compañero de club al lado. Hay un empeño de Luis Enrique en intentar rodear de jugadores que mezclen bien con el capitán. En ese sentido, Koke ya parece indiscutible. Y sin Pedri, el seleccionador español optó por Gavi, que tiene interiorizado cómo descifrar la clase de apoyos que necesita Busquets cuando inicia el juego. Y cuando este vio dudar al muchacho, no dudó en corregirle la posición.
También Luis Enrique le dio instrucciones en el segundo tiempo para que buscara más el juego entre líneas para hacer buena la superioridad numérica que había propiciado la expulsión de Bonucci. Jugó más suelto, aunque lamentó que sus compañeros no le vieran con más frecuencia en alguna ocasión en la que se asomó al balcón del área.
Cuando Italia marcó, Luis Enrique optó por reemplazarle. Al borde de la zona técnica, Gavi vivió los minutos finales. Y cuando el colegiado señaló el final, salió corriendo para abrazarse a su padrino Busquets.
Puedes seguir a EL PAÍS DEPORTES en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.