El prestigio está en juego
España afronta la última fase de un torneo oficial aún sin calado pero ante oponentes tan reputados como Italia, su rival de hoy en Milán, Francia y Bélgica
Italia, siempre Italia. La Italia contra la que España despegó hacia el paraíso en la Eurocopa de 2008, a la que luego sometió en uno de sus mejores partidos de la historia en la final de Kiev 2012. Pero también la Italia que definitivamente bajó a la Roja del pedestal en la Euro 2016 y el pasado mes de julio le cerró el paso hacia otra posible cumbre en la Eurocopa. De nuevo la cruda Azzurra se cruza en el camino de España, esta vez ante un reto considerable, por tratarse de la campeona de Europa entronizada hace tres me...
Italia, siempre Italia. La Italia contra la que España despegó hacia el paraíso en la Eurocopa de 2008, a la que luego sometió en uno de sus mejores partidos de la historia en la final de Kiev 2012. Pero también la Italia que definitivamente bajó a la Roja del pedestal en la Euro 2016 y el pasado mes de julio le cerró el paso hacia otra posible cumbre en la Eurocopa. De nuevo la cruda Azzurra se cruza en el camino de España, esta vez ante un reto considerable, por tratarse de la campeona de Europa entronizada hace tres meses, porque la selección de Mancini lleva 37 partidos invicta, porque no pierde un partido oficial como local desde 1999 (ante Dinamarca) y porque la Roja lleva 50 años sin brindar en suelo italiano. Todo un desafío para ese chocante grupo alistado por Luis Enrique, del precoz Gavi a varios secundarios en sus clubes.
En juego, la segunda edición de la Liga de las Naciones —la primera fue para Portugal— reciente lanzadera de la UEFA para abolir los engorrosos amistosos. Por falta de calado aún no tiene la solemnidad de la Eurocopa, pero es un título y un título al que solo puede aspirar la élite. En este caso, dos de los tres últimos campeones mundiales y el más reciente coronado en Europa. De superar a Italia este miércoles en San Siro (20.45, La 1), España se enfrentaría el próximo domingo, también en Milán, al vencedor del Francia-Bélgica de mañana en Turín. De perder, la condena se acentúa. La UEFA ha fijado con fórceps un encuentro por un tercer y cuarto puesto a mediodía del mismo domingo. España precisa una inyección de optimismo que sirva de despegue definitivo para un equipo que escaló en la última Euro. En San Siro no solo hay un título que dilucidar. Hay mucho prestigio en juego. “Tenemos mucho que ganar y nada que perder”, dijo, sin embargo, Luis Enrique, que no regateó elogios para la selección de Mancini, “de las mejores del mundo”.
Una Italia que pegó un volantazo tras verse en la Siberia futbolística, fuera del Mundial de Rusia. Con los infinitos Chiellini y Bonucci al frente, la Azzurra mantiene los pilares de su exitosa pasada Eurocopa, competente en todos los sectores, no solo en la vieja trinchera del calcio. A ellos tendrá que enfrentarse el ataque español, más que nunca sin la variante posible de un ariete natural. Tras las lesiones de Morata y Gerard Moreno, el seleccionador no se inclinó por Raúl de Tomás o Rafa Mir, sino que se decantó “por llegar al gol de manera global, no con un jugador”.
El técnico asturiano salió al paso de las críticas a los barcelonistas Eric García y Sergi Roberto, ambos en la convocatoria. Sobre el primero subrayó: “Si no has sido vilipendiado no has sido jugador de un equipo grande”. Consideró que al tercer capitán azulgrana “le está tocando pagar los platos rotos” y pidió “paciencia” para el andaluz Gavi, de 17 años, bajo los focos tras su vertiginoso reclutamiento internacional.
Luis Enrique no ha dejado de sorprender en cada convocatoria. En sus listas abundan las sorpresas, tanto por las entradas como por las salidas. Él es ajeno al ruido. No es de extrañar: “No os leo ni escucho porque sé más que la mayoría. Y en ninguna de las opiniones que pueda leer hay nada que me pueda interesar”.
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