Danjuma acelera al Villarreal
Dos goles del delantero neerlandés desmontan el orden del Betis y premian al equipo de Unai Emery, que no conoce la derrota en la Liga
Poco a poco crece el Villarreal en la Liga. El nubarrón de la exigencia continental se cierne sobre un equipo que acumula ausencias que le impiden rotar efectivos, pero el equipo empieza a encontrar soluciones que hacen buena su apuesta de jugar en campo contrario con muchos hombres. Después de acumular empates empiezan a llegar los triunfos y subyace el valor de permanecer imbatido. Nadie le ha ganado tras siete jornadas a Villarreal, que a un ordenado Betis lo liquidó (2-0) con trazos interesantes y, sobre todo, con la exuberancia de Danjuma, que es un avión.
El holandés marcó dos vec...
Poco a poco crece el Villarreal en la Liga. El nubarrón de la exigencia continental se cierne sobre un equipo que acumula ausencias que le impiden rotar efectivos, pero el equipo empieza a encontrar soluciones que hacen buena su apuesta de jugar en campo contrario con muchos hombres. Después de acumular empates empiezan a llegar los triunfos y subyace el valor de permanecer imbatido. Nadie le ha ganado tras siete jornadas a Villarreal, que a un ordenado Betis lo liquidó (2-0) con trazos interesantes y, sobre todo, con la exuberancia de Danjuma, que es un avión.
El holandés marcó dos veces. El primero, sobre la bocina del descanso, le dio la razón a Manuel Pellegrini, que en la previa advirtió que aguardaba un partido de detalles. El técnico del Betis, aclamado en su regreso a la que fue su casa, no quería errores, pero uno grosero de Bellerín le abrió la puerta a Danjuma. El episodio desmereció de lo que fue el partido porque el Betis obligó a que el Villarreal se trabajase la victoria. Lo hizo con cierta parsimonia el cuadro local porque no quería tachones en la circulación de la pelota. Cuando los cometió dio la sensación de que podían hacerle daño. Carvalho y Ruibal lo advirtieron en los primeros minutos del partido.
El Villarreal se corrigió, acumuló pases y juego por dentro, con Manu Trigueros como faro en la media punta de un rombo bien ajustado y Danjuma y Yeremy trabajando entre lateral y central. El orden del Betis no pudo contener la producción local. Edgar sacó bajo palos una finalización del descarado Yeremy, que estuvo en todas las salsas, también en el origen del gol que cerró el partido, una disputa que acabó en Moi Gómez, sustituto de Trigueros, para habilitar a Danjuma, imparable porque nadie acelera como él en diez metros. Y sabe cómo definir. En realidad esa fue la diferencia, con él se puso en sexta el Villarreal. El Betis fue todo el partido en tercera y así el partido llegó a un final amable para los locales, que hicieron debutar a Jackson y aplaudieron el regreso de Iborra tras diez meses fuera del equipo por lesión.
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