Mbappé golea en el debut de Messi
El argentino, suplente de inicio, disputa sus primeros minutos con el PSG en la victoria ante el Reims con dos tantos del delantero francés
En una esquina del banquillo, con un peto verde chillón y de charla con su compatriota Leandro Paredes. Así apareció por primera vez en su vida Leo Messi en un campo de fútbol en un partido de clubes sin la camiseta del Barcelona. 778 encuentros y 675 goles después. Era la noche de su debut con el PSG. Francia había reservado hacía días su mejor momento del fin de semana para recibir al exazulgrana. Todo listo para la foto.
La realidad, n...
En una esquina del banquillo, con un peto verde chillón y de charla con su compatriota Leandro Paredes. Así apareció por primera vez en su vida Leo Messi en un campo de fútbol en un partido de clubes sin la camiseta del Barcelona. 778 encuentros y 675 goles después. Era la noche de su debut con el PSG. Francia había reservado hacía días su mejor momento del fin de semana para recibir al exazulgrana. Todo listo para la foto.
La realidad, no obstante, quiso más cosas. Al destino eso le parecía poco. En Reims, a 145 kilómetros de París, no solo iba a haber una imagen. Ahí estaba también Kylian Mbappé. El delantero francés del que, a diferencia del argentino, nadie ajeno a la cúpula del club parisino puede asegurar qué será de él dentro de dos días. La duda existencial que martillea y extenúa a todo el fútbol mundial en la última semana. Una intriga que, sin embargo, no le impidió protagonizar con un doblete el estreno de Messi. “Tres puntos, dos goles, la noche perfecta”, escribió en sus redes después de completar los 90 minutos. Cuando el debutante apareció en el césped, él ya había sentenciado el choque.
De entrada, Pochettino prefirió que el argentino empezara como suplente. Hacía algo de fresco a las nueve de la noche al noreste del país, apenas 16 grados en el final de agosto, nada que ver con los 23 de Barcelona. En el césped, sí estaba Mbappé, que arrancó reclamando la atención. Primero avisó con un disparo al lateral de la red tras un buen control orientado de tacón. Y, al cuarto de hora, atinó con un cabezazo irrumpiendo desde atrás. En el estreno de Messi, marcaba Mbappé, que lo celebró a lo grande, como si ninguna preocupación atenazara al muchacho en este momento en el que se libra toda una batalla diplomática por él. En la banda, La Pulga aplaudía entre conversación y conversación con Paredes y Ander Herrera.
El argentino comprobaba a esas alturas el dominio de los suyos ante el Reims, un conjunto de la zona media de la Ligue 1 dirigido por otro producto de La Masia, Óscar García Junyent. Neymar aparecía por la derecha, Di María por la izquierda y Mbappé por el centro. Uno de esos puestos será suyo en breve. En lo deportivo, el PSG se tomó el choque como una noche de tránsito, más todavía con la ventaja del 0-1. Tanto que, al borde del descanso, Cassama apuró a Keylor Navas, titular por delante del fichaje Donnarumma, que no estaba en el banquillo para tanta palabra. Junto a los suplentes no se encontraba, por cierto, Sergio Ramos, todavía en proceso de puesta a punto.
El exceso de confianza fue confundiendo al PSG, salvado en la reanudación por el VAR en un gol anulado a Munetsi por fuera de juego. Ese fue el momento para que Pochettino mandara al fin a calentar a Messi. Y, justo entonces, con el técnico dando instrucciones al exazulgrana, otra vez Mbappé volvió a reclamar su cuota de protagonismo: 0-2 en una contra dirigida por Achraf. Una diana celebrada con su clásico gesto de autoafirmación, cruzando los brazos, que precedió al esperado debut de La Pulga.
Le dio la alternativa su inseparable Neymar, una foto cargada de simbolismo. Juntos disputaron 161 partidos con el Barcelona, se añoraron mucho desde que el brasileño se marchó en 2017 del Camp Nou, han compartido confidencias en persona y por chat, intentaron reunirse de nuevo con la camiseta culé, pero el encuentro solo pudo producirse bajo el proyecto infinito del PSG. Se abrazaron sin excesiva parafernalia, como dos amigos de toda la vida.
En lo poco que había quedado ya de duelo, Messi hizo de Messi, apareciendo por donde quería mientras Mbappé seguía ocupando el centro. Bajaba, se asociaba, todos le miraban. El 30 y el 7 no tardaron en conectar. Arrancó La Pulga en su habitual aceleración desde los tres cuartos de frente a la portería, enlazó con el francés a la derecha y este le buscó sin disimulo para cerrar la acción, sin embargo, el argentino se había quedado encerrado tras dos tarascadas de la zaga del Reims, que no andaba para fotos. Ese fue su pasaje más destacado en un final con más patadas de la cuenta. Quizás la conclusión que se llevó Leo de Reims en su corta participación fue la cera que se repartió.
El resto del mundo, mientras, lo vio por primera vez con una camiseta que no era la azulgrana. Y lo hizo junto a Mbappé. En un par de días se sabrá si esta alianza perdura al menos todo el año o se queda aquí. Pochettino no aportó más información que la conocida: “La industria del fútbol siempre está llena de rumores. Nuestro presidente y Leonardo han sido claros. Mbappé está con nosotros. Estoy contento con él, es uno de los mejores del mundo”, dijo a la conclusión. La sentencia, si en Qatar hay algo que dirimir, el martes 31 a la medianoche.
Puedes seguir a EL PAÍS DEPORTES en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.