El Sevilla pasa por encima del Rayo
La expulsión del meta Luca Zidane a los 16 minutos pesó como una losa en el equipo madrileño, víctima luego de la calidad de los andaluces y un gran Lamela
Mientras Monchi echa humo en el despacho, el Sevilla se estrenó con un convincente triunfo ante el Rayo. La fiabilidad del equipo de Lopetegui es absoluta. Más allá de las bajas, los detalles de calidad abruman. Como el pase en largo de Diego Carlos que dio origen al primer gol tras el control de Idrissi, las dos dejadas del Papu Gómez en el segundo o el contragolpe de libro con el que Lamela consumó su doblete. En el colmo de la felicidad, la afición, que regresó exultante a su templo, vibró con las acciones de Ped...
Mientras Monchi echa humo en el despacho, el Sevilla se estrenó con un convincente triunfo ante el Rayo. La fiabilidad del equipo de Lopetegui es absoluta. Más allá de las bajas, los detalles de calidad abruman. Como el pase en largo de Diego Carlos que dio origen al primer gol tras el control de Idrissi, las dos dejadas del Papu Gómez en el segundo o el contragolpe de libro con el que Lamela consumó su doblete. En el colmo de la felicidad, la afición, que regresó exultante a su templo, vibró con las acciones de Pedro Ortiz e Iván Romero en el tramo final del encuentro. Como y cuando quiso, el Sevilla se impuso a un Rayo golpeado a los 16 minutos con la roja a su portero Luca Zidane. Demasiada empresa para un recién ascendido, por más que lo intentara siempre.
Con un Sevilla que tiró del recién llegado Diego Carlos tras su oro olímpico y de Koundé, inédito en la pretemporada mientras se resuelve su futuro, pretendido por el Chelsea. Un Sevilla que, como siempre, primero se guardó con una defensa de tres centrales y luego apretó para hacer el segundo tanto con una combinación de toques a las que la imaginación del Papu dio todo el sentido. Un Sevilla que vende a Bryan Gil por 25 millones al Tottenham y en donde llega Lamela para hacer un doblete en su estreno. Ese mismo Sevilla que tuvo las ausencias de Bono, Rakitic, Ocampos y Suso, que ha firmado a Montiel y Augustinsson mientras esperan turno Delaney y el Tecatito Corona.
No le costó mucho al Sevilla definir el rumbo del partido en la sopera de Nervión. Un excelente balón en largo de Diego Carlos y una acción de gran calidad de Idrissi permitieron al extremo del Sevilla driblar a Luca Zidane mientras Mario Suárez hacía la estatua. El meta agarró de forma palpable al sevillista. Quizás de manera ingenua, como si se tratara de un juego. Penalti y expulsión del portero del Rayo. En-Nesyri anotó ante un Dimitriesvski que no pudo ni calentar.
La jugada fue demoledora. Activó a un Sevilla acosado por las bajas. Unas fueron producto del coronavirus, caso de Bono, Rakitic o Suso, y otras se debieron a las lesiones. Como la ausencia de Ocampos. Lopetegui ordenó un equipo con tres centrales ante un Rayo sin delantero centro. Aparentemente le sobraban defensas al Sevilla, que encontró premio en la jugada del tanto de En-Nesyri. Nada fue igual desde entonces. El Rayo había avisado en una acción de Álvaro, bien resuelta por el debutante Dmitrovic, pero desde el gol sintió la necesidad de defender y evitar una goleada. El Sevilla, sin embargo, no carburaba en demasía. Solo Fernando era capaz de romper líneas, con Jordán y Óscar muy fallones en el pase. El Rayo se defendió con entereza. Lo veía tan claro el equipo de Lopetegui que cayó en el error de la especulación.
El técnico vasco deshizo la defensa de tres centrales con la salida del Papu, que activó a un Sevilla en el que ya había entrado Lamela. La pareja de argentinos ofreció detalles de gran calidad. A medida que el Rayo se cansaba, surgió la figura de Lamela, que hizo dos goles y ofreció pinceladas de un fútbol que gusta mucho a la afición andaluza. Su estreno fue muy bueno, como el de este Sevilla tan fiable que quiere más y más. Como en ese taconazo del canterano Pedro Ortiz que levantó a los aficionados. Iván Romero, el receptor de la delicia, estuvo a punto de hacer el cuarto. Dimitrievski lo impidió con una buena intervención.
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