Messi: “A Barça y Madrid les costará, pero volverán las estrellas”

El Parque de los Príncipes amaneció el miércoles con una lona gigante en la fachada: “Bienvenue Leo Messi”. La casa del Paris Saint-Germain ya podía presumir del delantero argentino, de 34 años, que el martes había aterrizado en la capital francesa para firmar su contrato hasta 2023, con opción de prolongarlo por una temporada más. “Es un día histórico, increíble para el club y para el mundo del fútbol. Es el único jugador que ganó el Balón de Oro en seis ocasiones. El fútbol es bello gracias a él. Su fichaje...

El Parque de los Príncipes amaneció el miércoles con una lona gigante en la fachada: “Bienvenue Leo Messi”. La casa del Paris Saint-Germain ya podía presumir del delantero argentino, de 34 años, que el martes había aterrizado en la capital francesa para firmar su contrato hasta 2023, con opción de prolongarlo por una temporada más. “Es un día histórico, increíble para el club y para el mundo del fútbol. Es el único jugador que ganó el Balón de Oro en seis ocasiones. El fútbol es bello gracias a él. Su fichaje genera ilusión en los hinchas del PSG, pero también en los de todo el mundo”, expuso, de entrada, el presidente de la entidad francesa, el catarí Nasser Al-Khelaïfi.

Fuera del estadio, cerca de 2.000 aficionados seguían embriagados con la euforia Messi. La expectación era total. Después de 21 años en el Barcelona —llegó a La Masia con 13—, el 10, que ahora lucirá el dorsal 30, iba a ser presentado en un nuevo club. Más de 50 periodistas de distintos países esperaban por el argentino, que apareció sonriente y relajado, vestido de traje oscuro, camisa blanca y corbata azul marino, en la sala de prensa del estadio del PSG. La idea del club parisino era clara: el mensaje tenía que mirar al futuro, basta de hablar del Barcelona. “Respondió más de 40 preguntas el domingo. Ahora es jugador del PSG”, aseguraban desde el departamento de comunicación de la entidad francesa. Tras el acto, a pie de campo del Parque de los Príncipes, Messi conversó a solas con EL PAÍS.

Pregunta. Llega a París, una ciudad sin demasiada tradición por el balón. ¿Cree que su presencia cambiará definitivamente la relación de la capital francesa con el fútbol?

Respuesta. No lo sé. Desde que llegué tengo otra sensación. La gente me demostró todo lo contrario. El recibimiento del martes fue una locura.

P. Fue un poco maradoniano, ¿no cree?

R. De verdad, impresionante. Fue muy emocionante para mí, pero también para toda mi familia que ha podido vivir todo esto. Es mi primera experiencia fuera de Barcelona después de tantos años allí.

P. ¿Sus hijos entienden algo de todo lo que les está pasando?

R. Thiago [tiene ocho años] sí. Entiende este cambio y, seguramente, es al que más le va a costar asimilar todo lo que está pasando. Los otros dos son chiquitos [Mateo ha cumplido cinco años; Ciro, tres], siguen al hermano mayor y a mi mujer y a mí. Pero, más allá del dolor profundo que tiene dentro, ya ha comenzado a disfrutar y a encariñarse con todo.

P. De España se fue Neymar, después se marchó Cristiano Ronaldo y ahora se despidió usted. ¿Queda un vacío en LaLiga respecto de las grandes estrellas de fútbol?

R. Al final, lo importante en las ligas son los equipos. Siguen estando el Barcelona y el Real Madrid y también están el Sevilla, el Valencia y el Atlético, que son los clubes grandes. Los clubes estuvieron siempre a pesar de que se hayan ido jugadores. LaLiga sigue siendo una competición grande e importante. Ya se han ido otros jugadores y los clubes siguieron. Siguieron existiendo y rindiendo. Al Real Madrid y al Barcelona les va a costar, pero en unos años se van a acomodar. Van a volver las grandes estrellas al fútbol español.

P. ¿Cómo fue la conversación que tuvo Mauricio Pochettino el viernes?

R. Cuando comenzaron las negociaciones con el PSG, Mauricio me llamó. Le pregunté cuál era su idea y me dijo que estaba encantado y que me esperaba en París. Seguramente mañana hablaremos de lo que va a pasar dentro de la cancha. Pero ese día no hablamos de táctica.

P. ¿Dónde se imagina jugando, como extremo o por detrás de Neymar y Mbappé?

R. No sé, no tengo ni idea. Yo ya estoy acá. Es un problema de Pochettino. Él encontrará la manera. Al final, nos vamos a terminar adaptando todos.

Messi se despide de EL PAÍS con amabilidad y se aleja por la hierba de la banda del Parque de los Príncipes rumbo a la siguiente parada de una agenda muy apretada. Antes, en la sala de prensa, ya había transmitido sus primeras ideas como futbolista del PSG.

Grupo ideal

“Mi sueño es volver a ganar la Champions. He llegado al equipo ideal. En este vestuario están los mejores del mundo en su posición. Llego a un equipo que prácticamente está hecho. Más allá de los fichajes que se hicieron esta temporada, en los últimos años estuvo cerca de poder ganar la Champions”, sostuvo el rosarino, que tendrá el salario más alto de la plantilla (36,5 millones) por delante de su amigo Neymar (35).

En esta ventana de fichajes, el PSG fichó a Achraf (60 millones) y Danilo Pereira (16) Y se quedó a coste cero con Messi, Sergio Ramos y Wijnaldum. También incorporó a Donnarumma, portero titular de la selección Italia, campeón de la última Eurocopa.

Según explicó Al-Khelaïfi, todo en orden: “Hemos seguido las reglas de fair play financiero. Antes de hacer cualquier operación, hablamos con todos los accionistas y con la liga. Si se hizo el fichaje de Messi es porque lo teníamos arreglado”.

En mayo, el PSG renovó a Neymar hasta 2025 —ahora que vuelve a jugar con su amigo, Leo pretende finalizar su carrera en París— y pretende quedarse con Mbappé, que finaliza su contrato la próxima temporada. “Kylian es muy competitivo y quiere un equipo ganador. Se tiene que quedar. Ya no tiene excusas”, dijo el presidente. Messi se reencontrará con Neymar, además de compartir vestuario con dos compañeros de la Albiceleste —Di María y Paredes— y podrá explotar el talento de Mbappé. “¿Jugar con Neymar y Mbappé?”, dijo; “es una felicidad enorme, una locura”.

La alegría de Messi en París contrasta con la tristeza con la que compareció en su despedida del Camp Nou, entre lágrimas, en el Auditori 1899, ante la mirada del presidente Joan Laporta y la plantilla del Barça. “Me tocó pasar por un montón de sentimientos. Todo lo que me pasó en esta última semana fue duro. Esa es mi casa, estuve desde chiquito ahí. Han sido muchos años, muchas cosas vividas, buenas y malas”, expuso La Pulga. Y comentó sobre un hipotético cruce entre el PSG y el Barcelona en Champions: “Ellos sabían que iba a un equipo fuerte, competitivo, a un equipo que iba a pelear la Champions. Me conocen y saben que me gusta ganar, que soy un ganador y quiero seguir cumpliendo objetivos. No tenía dudas que de que el París tiene los mismos objetivos que yo: ganar, ganar y seguir siendo más grande como club. No sé si nos vamos a enfrentar. Por un lado, va a ser lindo volver a Barcelona, ojalá sea con gente cuando se pueda; pero, por el otro, será muy raro volver a jugar a mi casa con otra camiseta”.

Entrena este jueves

Finalizada la rueda de prensa, completada la ronda de ocho entrevistas que el club le tenía organizada en el campo del Parque de los Príncipes, Messi volvió a abrazar el cariño de la afición del PSG. Fuera, más de cinco horas después, seguía la hinchada parisina, con banderas y bengalas para homenajear a su nueva estrella. “Estoy muy agradecido a toda esa gente, fue una locura. Todavía estaba en Barcelona, cuando recién había salido el comunicado del Barça y la afición acá ya estaba afuera en la calle. No había nada todavía, ni siquiera se habían iniciado conversaciones. Y la gente actuaba como si yo ya estuviera viajando a París. Ojalá sea un año extraordinario para ellos y también para nosotros a nivel deportivo”, afirmó Messi.

La Pulga ya se quedará en París. Y este jueves está previsto su primer entrenamiento a las órdenes de Pochettino. “No aguanto más las ganas de encontrarme con mis compañeros y al cuerpo técnico. Amo el fútbol, me gusta jugar, me gusta ganar”. De las lágrimas de Barcelona, a la sonrisa de París, con la Champions entre ceja y ceja.

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