Felipe Reyes: “He intentado transmitir el legado a los jóvenes. Espero que me hayan escuchado”
El capitán del Real Madrid se despide dejando un mensaje de “trabajo, constancia y humildad” a su relevo generacional como los valores que le convirtieron en un emblema del baloncesto español
Felipe Reyes se despidió este jueves del deporte en activo con una declaración de amor al baloncesto y con el esmero de recordar a los jóvenes los valores que le convirtieron en emblema del Real Madrid y la selección española. Un sentido mensaje de herencia de aquel canterano del Ramiro de Maeztu que debutó en la ACB el 4 de octubre de 1998 con el Estudia...
Felipe Reyes se despidió este jueves del deporte en activo con una declaración de amor al baloncesto y con el esmero de recordar a los jóvenes los valores que le convirtieron en emblema del Real Madrid y la selección española. Un sentido mensaje de herencia de aquel canterano del Ramiro de Maeztu que debutó en la ACB el 4 de octubre de 1998 con el Estudiantes, en mitad de los oros del Europeo sub-18 de Varna y del Mundial sub-19 de Lisboa, las dos medallas que cambiaron el rumbo del baloncesto español. “En estos últimos años de mi carrera he intentado transmitir a los más jóvenes este legado. Espero que me hayáis escuchado y os haya servido”, expresó dirigiendo la mirada a Usman Garuba y Carlos Alocén, presentes en la despedida de su capitán, como símbolos del relevo generacional. “Os digo que estéis con los ojos bien abiertos, que aprendáis y disfrutéis de cada momento, que hagáis caso a los consejos de los veteranos… Ahí tenéis a Rudy [Fernández]”, prosiguió. “Que trabajéis duro, con entrega, constancia y humildad. Sin veniros arriba nunca. Con los pies en el suelo siempre. Yo cuando era pequeño hice caso a todos los consejos que me dieron mis compañeros y cuando llegué aquí escuché a dos grandes leyendas del club como Clifford Luyk y Emiliano”, recalcó Felipe desde la meta de sus 41 años.
Arropado por familiares, compañeros y todos los estamentos del club, desde el presidente hasta los utileros, el capitán del Madrid afrontó el trance de “una despedida asumida” con “la tranquilidad y la ilusión de haberlo dado todo”, dijo. “Me he dejado el alma siempre, en cada partido y cada entrenamiento. Espero haber estado a la altura y haber dado ejemplo”, señaló en su discurso, en el que estuvo especialmente atento y cariñoso con todos los integrantes de los que él llama coloquialmente el carrito del pescado (médicos, físios, utileros y personal del club). “Gracias a todos por cuidar de mí siempre, por ayudarme a alargar el chicle, y ponerme físicamente como un toro”, destacó entre bromas y veras, pasando de la campechanía a la solemnidad sin transición. “Más allá de triunfos y conquistas has sido uno de los referentes más importantes del baloncesto europeo. Qué difícil va a ser para todos asumir que no vamos a encontrarte en las canchas cazando rebotes bajo el aro. Qué difícil va a ser ver al Real Madrid sin su eterno capitán dándolo todo en los minutos decisivos”, le despidió Florentino Pérez.
El parlamento de Felipe Reyes fue un viaje de vida y obra por su álbum de 23 temporadas en la élite, con 24 títulos de clubes y 10 medallas con la selección española, con 1.565 partidos disputados y un tropel de plusmarcas. “Mi idilio con el baloncesto empezó a los 10, cuando me llamaron del Estudiantes para jugar un partido amistoso en las famosas canchas del internado. Ese día cambió por completo mi vida”, contó el capitán madridista en un recorrido emotivo pero sereno, solo quebrado en el agradecimiento a su familia y el especial recuerdo a su padre. “Después de superar muchos obstáculos logré cumplir mi primer sueño, que era debutar como profesional y, desde ese día hasta hoy, han pasado nada menos que 23 años. Pero mi amor y mi pasión por el baloncesto siguen intactos”, repasó Felipe, antes de confesar su pelea con el tiempo. “Me gustaría seguir jugando muchos años más, disfrutando de mis compañeros y vibrando con los aficionados, a los que he echado mucho de menos en este tramo final de mi carrera. Pero en la vida todo acaba y, aunque mi cabeza y mi cuerpo me dicen que puedo dar un poquito más, ha llegado el momento de poner el final”, completó. “Afronto mi futuro con gran ilusión, sin saber por dónde van a ir mis pasos, pero tengo claro que quiero devolverle a este deporte lo mucho que me ha dado”, expresó sin prisa por definir su porvenir más allá de las canchas.
Y, como colofón, sus palabras volvieron a incidir en el sentido de legado. “En el Madrid aprendí a no darme nunca por vencido, a luchar al límite, y, sobre todo, a darme cuenta de que el talento y la calidad no sirven para nada sin un trabajo constante y una exigencia máxima. Ese es el gran mensaje”, recalcó. “Llegué siendo un chaval y me voy siendo un veterano… uff, 41 años. Ya es suficiente”, espetó antes de rememorar, a modo de letanía feliz, aquellos hitos “impensables” a los que le llevo su constancia. “Nunca soñé con jugar tantos años en el Real Madrid. Nunca soñé con ganar dos Euroligas. Nunca soñé ganar tantos títulos a lo largo de mi carrera. Nunca soñé con recibir tanto cariño de los aficionados. Nunca soñé ser campeón del mundo y de Europa y jugar finales olímpicas con la selección… Es muy grande. Han sido muchos momentos increíbles. Pero, como he dicho siempre, los títulos están muy bien, pero lo que mejor define a un jugador es el cariño que recibe de la gente y yo he recibido mucho”. Se retira Felipe Reyes. Se marcha una leyenda del baloncesto y el deporte español.
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