Sergio Ramos: “Cuando acepté la oferta de renovación, me dijeron que ya había caducado”
El capitán del Real Madrid, que insiste en que no quiere “rencor”, muestra su sorpresa porque nadie le notificó que la propuesta del club de un año había expirado
Tres semanas después de la accidentada salida de Zinedine Zidane del Real Madrid, llegó la de Sergio Ramos y esta tampoco fue en calma. Una vez terminado el acto oficial con Florentino Pérez en Valdebebas, en el que el presidente le entregó la insignia de oro y brillantes del club y todos se repartieron parabienes, con lágrimas incluidas, el jugador, de 35 años, se sentó en la sala de...
Tres semanas después de la accidentada salida de Zinedine Zidane del Real Madrid, llegó la de Sergio Ramos y esta tampoco fue en calma. Una vez terminado el acto oficial con Florentino Pérez en Valdebebas, en el que el presidente le entregó la insignia de oro y brillantes del club y todos se repartieron parabienes, con lágrimas incluidas, el jugador, de 35 años, se sentó en la sala de prensa y dio su versión de los hechos. Trató de evitar palabras gruesas, pero no dejó de subrayar su sorpresa por la forma de marcharse.
“Nunca me he querido ir del Real Madrid. Cuando acepté la oferta de renovación de un año, ya había caducado y yo no me había enterado. Se lo dijeron a mi agente hace una semana y nos sorprendió. Nunca me dieron un ultimátum. No quiero rencor, no quiero enfrentamientos. Me quedo con que es un hasta luego”, afirmó el sevillano, al que le costó un mundo sonreír cuando le tocó posar con los 22 títulos conseguidos en estos 16 años como blanco.
El mensaje lo tenía claro Sergio Ramos y no tardó en exponerlo ante los periodistas. “Para dar un poco de detalle, me remonto a la Liga del confinamiento [verano de 2020], que ganamos. A raíz de ahí, el club me ofreció ampliar el contrato, pero por razones obvias del tema de la covid, se fue retrasando y se fue dejando al margen. En los últimos meses el club me hizo una oferta de un año con la bajada de salario. Quiero recalcar y dejar bien claro que el dinero nunca fue un problema. De mi boca el presidente ya sabía que lo mío no era un tema económico, que era un asunto de años. Me ofrecían uno y yo quería dos. Lo mío era tranquilidad y continuidad para mí y para mi familia. Era lo único que pedía. Pero recalco nuevamente, el tema económico nunca ha sido un problema conmigo. Y, llegados a este punto, en las últimas conversaciones acepto la oferta con la bajada de salario y se me dice que ya no hay oferta, que tenía una fecha de caducidad. Yo no me había enterado”, expuso el defensa casi al inicio de su intervención.
Su marca, “la pureza”
Una y otra vez, Ramos insistió en la idea de que el club no le advirtió de que la propuesta de renovación de un año expiraba en el tiempo. “Nadie me lo notificó. Entendí que todo formaba parte de la negociación, como tantas muchas en 16 años, que había un trato amigable. Es súper respetable, pero me sorprendió. Me hubiera gustado tener la tranquilidad de contratos que tuvieron otros”, lamentó. Admitió, eso sí, haber dicho a la entidad en los últimos meses que podían “planificar” la siguiente temporada sin él, aunque aclaró que esa frase no guardaba relación con la renovación. “Nadie está por encima del Real Madrid. Mi negociación era al margen de la planificación”, trató de justificar.
Han sido semanas y semanas de negociaciones atascadas y de un litigio laboral que finalmente rompió la cuerda, pero Ramos puntualizó que él no se arrepiente de nada. “Cuando uno compra mi marca, Sergio Ramos, es con sus virtudes y defectos. Me gusta ser siempre yo, desde el primer día. La palabra que mejor me define es pureza”, afirmó.
Quiso el central evitar una crítica directa a Florentino Pérez como la que hizo Zinedine Zidane en su dura carta de despedida, pero el fondo del mensaje no dejó dudas sobre el desgaste entre ellos y la distancia en este tramo final. “Con el tiempo, he ido dejando el rencor a un lado y los malentendidos se van quedando en el pasado. No quiero ningún tipo de enfrentamiento. Eso sí, me gusta contar la verdad. Me voy a quedar con el Sergio Ramos puro. Mi relación con el presidente siempre ha sido extraordinaria. No de amor y odio como otros pueden decir, sino de padre-hijo a nivel deportivo. Le estaré agradecido por traerme. Así lo voy a recordar. No voy a hacer una declaración en su contra porque en las relaciones y en las familias también existen peleas y discrepancias. Cada uno tiene que velar por sus intereses. Te puedo asegurar que me voy a quedar con el último abrazo”. No obstante, y ante la insistencia de los periodistas, dejó caer que le hubiera gustado que el mandatario blanco se hubiera sentado con él en la sala de prensa para responder a las preguntas. “Quizás no hubiese estado mal”, apuntó. Las únicas palabras del presidente fueron cinco minutos escasos de discurso en el acto previo. “Ha sido un tiempo repleto de intensidad, afecto y mucho cariño. Hoy no es un día fácil”, señaló.
Ramos no ofreció pistas sobre su futuro, aunque sí aclaró que el regreso ahora al Sevilla no es una opción –”ni por mi parte ni por la suya”-, y que jamás se iría al Barcelona. “Hay clubes interesados, pero nunca tuve en mente salir. Hoy nos toca aceptar el presente, buscar otro equipo e intentar añadir más títulos al palmarés”. Este es el final, como definió el jugador, de un “matrimonio perfecto”.
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